WASHINGTON (Reuters) – El Gobierno estadounidense está expandiendo los controles de inmigración a casi todas las cárceles locales, lo que podría incrementar de manera considerable los casos de deportación, reportó el martes el diario The Washington Post. La ampliación del programa podría decuplicar el número de inmigrantes ilegales que han sido condenados por algún delito e identificados para deportación, señala el reporte citando a antiguos y actuales funcionarios estadounidenses. El programa, iniciado por el ex presidente George W. Bush, comenzó en octubre y funciona en 48 condados, dijo el diario. También se ha puesto en práctica en Los Angeles, Dallas, Houston, Miami, Boston y Phoenix. El programa podría expandirse a casi todas las cárceles locales para fines del 2012, menciona el Post citando a miembros del servicio inmigratorio y de aduanas de Estados Unidos. Las prisiones federales y estatales ya controlan el estatus inmigratorio de los presos. Pero las autoridades carecen del tiempo y el personal para hacer lo mismo en las cárceles locales, que albergan el doble de inmigrantes ilegales, indica el reporte. Obama busca destinar 200 millones de dólares para el programa en su presupuesto propuesto para el 2010, un incremento del 30 por ciento que lo pone en camino a recibir 1.100 millones de dólares para el 2013, dijo el diario.