Por varios años ya, uno de los asuntos en los que Puerto Rico ha encontrado cierto tipo de consenso es en el reclamo por la liberación del preso político Oscar López Rivera. Y por si el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, no se había enterado, cientos de boricuas de la isla, puertorriqueños en la diáspora y hasta miembros de la comunidad internacional se congregaron en el patio de su casa para hacérselo saber.
En la soleada tarde de ayer, artistas, políticos, líderes religiosos y ciudadanos de a pie, así como familiares de López Rivera, se reunieron por unas cuatro horas en el Lafayette Park en Washington DC, justo enfrente de la Casa Blanca en el 1600 Pennsylvania Avenue, con el único propósito de enviar un mensaje simple y claro: que 35 años de encierro en una prisión federal es más que suficiente para una persona que no ha sido convicta por crimen violento alguno.
El hermano de Oscar, José, hizo hincapié en la importancia de que el propio pueblo puertorriqueño sea protagonista de la lucha por la excarcelación, así como de que se preserve la unidad de propósito dentro del movimiento.
“¿Quién sacó a Rafael Cancel Miranda, a Lolita Lebrón, a Oscar Collazo, a Andrés Figueroa Cordero, a Irving Flores? El pueblo puertorriqueño. Nosotros hemos estado comprometidos con esta lucha para excarcelar a puertorriqueños patriotas por casi 50 años”, recordó José en su turno ante la multitud.
“Quiero que ustedes entiendan que mi hermano es un patriota puertorriqueño. Nadie puede cuestionar su patriotismo. Mi hermano es un hombre comprometido totalmente con la independencia de Puerto Rico. Pero mi hermano también se ha convertido en la figura emblemática de la unidad puertorriqueña. Y por eso nosotros contamos con el apoyo de todas las vertientes políticas de Puerto Rico, de todas las tendencias religiosas de Puerto Rico. Y esto es porque mi hermano es un hombre que ha vivido a cabalidad lo que es un ser humano”, manifestó José, un reconocido líder comunitario en la ciudad de Chicago, al tiempo que aprovechaba para destacar la labor que han realizado políticos boricuas en la diáspora como el congresista Luis Gutiérrez, la concejal de la ciudad de Nueva York, Melissa Mark Viverito y el asambleísta del estado neoyorquino, José Rivera.
Para la principal organizadora del evento, Ingrid Vila Biaggi, el apoyo que ha recibido la causa de López Rivera se debe a que “nada es más correcto que la liberación” de un hombre que lleva casi la mitad de su vida en prisión.
La presidenta de la Coalición por la Liberación de Oscar López Rivera denunció que Obama únicamente incluyera a Puerto Rico en su agenda de trabajo cuando se le presentó la situación en la isla como una crisis humanitaria.
En una carta que dirigió al presidente estadounidense, y que compartió con los presentes, la exsecretaria de la gobernación describió la lucha por la libertad de Oscar, precisamente, como un asunto humanitario.
“El tiempo que le queda como presidente no es suficiente para atender los complejos problemas que afectan a nuestra isla. Sin embargo, puede dar un paso importante hacia una conversación renovada y más digna entre Puerto Rico y Estados Unidos. Una acción que mostraría a nuestra isla la compasión y justicia de su reconocimiento como Premio Nobel de la Paz. Me refiero a su firma del perdón presidencial para el prisionero político Oscar López Rivera. Luego de 35 años en prisión, y no habiendo sido acusado de un acto violento, la liberación de Oscar es un tema de derechos humanos”, reza parte de la misiva que redactó Vila Biaggi.
Por su parte, la senadora del Partido Independentista Puertorriqueño y actual candidata a la gobernación, María de Lourdes Santiago, resaltó la hipocresía que representa el que una nación como Estados Unidos, que exalta constantemente los valores de su propia independencia, prive de la libertad a un ciudadano cuyo principal objetivo en la vida es la misma lucha en su país.
“Qué vergüenza para los estadounidenses. Rinden tributo a sus patriotas y encarcelan a los nuestros”.
“Hoy los puertorriqueños y puertorriqueñas, los de la isla y los de acá, le exigimos al presidente Obama que honre los principios sobre los que se construyó su nación. Descolonización e independencia para Puerto Rico y excarcelación para Oscar López Rivera”, exclamó Santiago.
La presidenta del concejo municipal de Nueva York, Viverito, destacó las cualidades personales que ha podido conocer en sus encuentros en la cárcel con López Rivera.
“Nunca, en mi vida, he conocido a nadie que, tras pasar por lo que él ha pasado sea más fuerte en espíritu y emocionalmente. [Oscar] está comprometido con su gente. El amor a la patria y el amor a su gente es inquebrantable”, afirmó Viverito sobre el hombre de 73 años y que actualmente se encuentra en la prisión de Terre Haute en Indiana.
Gutiérrez, congresista de Illinois, y quien por largos años ha sido una de las principales voces a favor de la excarcelación de López Rivera y otros presos políticos puertorriqueños, criticó que Obama no haya decidido otorgar el perdón presidencial a pesar de demostrar su admiración por figuras que han liderado luchas comparables, como Nelson Mandela.
“La única razón por la que [López Rivera] está encarcelado es por amar a su patria. Por luchar por su independencia y eso es un hombre de integridad. Así que es hora, Obama, de que usted libere, que usted excarcele y nos devuelva a nuestro pueblo a nuestro hermano, nuestro patriota que nosotros amamos”.
En tanto, la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, relató fragmentos de una conversación que sostuvo con López Rivera en la que le cuestionó cómo le era posible sobrevivir más de tres décadas confinado. El pepiniano, de acuerdo con Cruz, le respondió que su paz interior se debía a la seguridad de que estaba haciendo lo correcto y sirviendo a una “causa más grande que uno mismo”.
Aparte de las figuras políticas, múltiples artistas dijeron presente de diversas formas para mostrar su compromiso con la causa. La veterana actriz Johanna Rosaly fungió de maestra de ceremonias, mientras cantantes como Danny Rivera, Tito Auger y Roy Brown, entre otros, deleitaron a los presentes con su talento musical. El colectivo teatral Jóvenes del 98 igualmente tuvo la oportunidad de lucir ante el público.
Por su parte, René Pérez Joglar, Residente, recitó un corto ensayo en el que comparaba la gesta de George Washington con la lucha de López Rivera.
“Su lucha es mucho más valiente [que la de Washington] porque es una de pocos contra muchos. Porque aunque su lucha es por su país, su propio país no la entiende”, argumentó el vocalista del dúo Calle 13.
José López Rivera intentó poner en palabras el martirio que ha representado para la familia los 35 años de encierro físico de su hermano Oscar. En específico, mencionó a sus padres y a su hermana Clara Luz, quienes murieron sin poder ver a Oscar salir libre.
“Como hermano de Oscar López esto es un momento muy importante. Espero que ya estemos en la etapa final de esta lucha”.
“Quiero exhortar, pedirles a todos ustedes que redoblen sus esfuerzos. Tenemos un tiempo bien corto. Tenemos momentos bien difíciles”, advirtió José. “Pero yo sé que con la unidad de nuestro pueblo, con el compromiso de tantas personas como las que vemos aquí en esta tarima”, será posible la pronta excarcelación de Oscar, agregó.
“Un movimiento de esperanza”
La actividad de protesta en la capital federal, que llevaba gestándose por los pasados meses, cumplió con su propósito inicial, a juicio de Vila Biaggi.
“Las expectativas eran poder realizar un evento muy cerca de la Casa Blanca para reclamarle al presidente Obama la excarcelación de Oscar y lograr movilizar nuestra diáspora de diversos estados. Logramos congregar aquí personalidades importantes dentro de lo que es el mundo político estadounidense de manera que le llegue de manera más directa el mensaje al presidente Obama”, dijo la ingeniera de profesión en un aparte con Diálogo una vez concluida la manifestación.
“Una cosa es reclamarlo como una voz y otra es tener miles de voces reclamando al unísono la excarcelación. Y no solo las personas que pudieron llegar aquí. Teníamos personas congregadas viéndonos en directo desde el Colegio de Abogados y miles que se unieron a través de Facebook Live. Así que es un mensaje contundente, directo y si el presidente Obama es presidente de una nación democrática, que escucha la voz del pueblo, debe escuchar la voz del pueblo puertorriqueño y de los diversos grupos latinoamericanos que también reclaman la excarcelación”.
Sin embargo, Vila Biaggi admitió preocupación ante el hecho de que Casa Blanca no ha mostrado ninguna “señal” acerca de sus planes con López Rivera, a poco más de tres meses de que Obama culmine su mandato.
“Por eso la importancia de continuar insistiendo, de continuar poniendo presión llevando ese mensaje para que no dejemos ninguna carta sin tirar”, apuntó.
Para Clarisa López, hija de Oscar, actividades como la de ayer son un “movimiento de esperanza” que impide la invisibilización de su caso.
“No me gusta hacer comparaciones, pero mi papá se ha convertido en el Mandela del Caribe. Lo único es que Mandela cumplió 27 años en prisión y mi papá ya ha cumplido 35 años con cuatro meses”, le indicó Clarisa a este medio.
Oscar, de acuerdo con su hija, “agradece” todas las muestras de solidaridad que recibe. Clarisa destacó el compromiso de las ‘Mujeres del Puente’, el colectivo de 35 mujeres que se reúne el último domingo de cada mes en el Puente Dos Hermanos y que ayer al culminar el acto en el Lafayette Park se acercó a los portones de la Casa Blanca a exigir la excarcelación de su padre.
Al igual que Vila Biaggi y su tío José, Clarisa recalcó la urgencia del momento, resignándose a que si el presidente Obama no concede el perdón presidencial antes de finalizar su término en enero, el movimiento por la liberación se verá obligado a alterar las “estrategias de campaña”, pero confiando en que las venideras elecciones sean un elemento positivo en la lucha, pues “es una cuestión de votos en estos momentos”.
“La esperanza nunca se pierde. Mi papá nos responde lo mismo: que está listo para lo que venga. Así que para mí es la esperanza de que sí, de que este presidente recipiente de un Premio Nobel de la Paz va a hacer lo que tiene que hacer y es firmar el indulto de mi papá para que él pueda regresar a casa”.