Mientras el equipo masculino de los Gallitos de la Universidad de Puerto Rico Recinto Río Piedras (UPRRP) goza de tener un puesto en la semifinal de fútbol de la Liga Atlética Interuniversitario (LAI), algunas de las integrantes del equipo de fútbol de las Jerezanas de la UPRRP miran el partido con deseos de que algún día también ellas puedan participar en la liga. Los equipos femeninos de fútbol de las universidades en Puerto Rico han intentado en varias ocasiones incorporarse a la LAI, y aún no se ha incluido como deporte oficial. Las jugadoras de las Jerezanas no compiten en la LAI, por que no hay suficientes equipos formados para cumplir con los reglamentos. “Para que un deporte sea oficial, tiene que haber un mínimo de ocho equipos. Normalmente, participan de cuatro a seis de las 21 universidades que participan de esta liga,” dijo el director atlético de la UPRRP, David Alemán. Sin embargo, Antonio Giansante, crítico del fútbol y ex entrenador del equipo de fútbol de la Academia María Reina, argumenta que el problema no está en la falta de equipos, sino en que las universidades no cuentan con los fondos suficientes para invertir en el fútbol. “Como no hay fondos asignados para becas, pues no pueden reclutar atletas para hacer los equipos,” indica Giansante.
El semestre pasado, se llevó a cabo un torneo de exhibición para animar a los demás equipos de las universidades a participar y lograr unir, al menos, ocho equipos. Sólo participaron cinco equipos: Río Piedras, Carolina, Cayey, Mayagüez y Arecibo, todos de la Universidad de Puerto Rico. La falta de desarrollo del deporte se debe, en parte a que el fútbol femenino en Puerto Rico es un fenómeno relativamente nuevo. Tiene un poco más de 10 a 15 años. Mientras el fútbol organizado masculino en Puerto Rico existe desde la década de los años 50. A esto se le añade la poca atención que se les dedica a los equipos femeninos de fútbol. Integrantes del equipo de la UPRRP, Melissa Parladé y Gabriela Vaquer, concuerdan con el hecho de que se les da más prioridad a los varones en cuestión de instalaciones, prácticas y juegos. “Al equipo masculino, le dan la cancha, los balones, y, a nosotras, nos dejan sin nada,” añade Parladé. Si pertenecieran a la LAI, las futbolistas podrían recibir becas y exenciones como reciben los varones de las instituciones que pertenecen a esta liga. “Pienso que es injusto comprometerse y jugar en un equipo de la universidad sin recibir todos los beneficios que se merece,” comenta la defensa izquierda de las Juanas del Recinto Universitario Mayagüez (RUM), Jossette Axtmayer. Además, muchas jugadoras que se gradúan de escuela superior llegan a la universidad con ansías de jugar fútbol a nivel universitario. Muchas, sin embargo, no han podido disfrutar de esta experiencia, dado la falta de apoyo económico. Fabiana Parra, ex jugadora y alumna de la Universidad del Sagrado Corazón (USC), es una de las muchas futbolistas que nunca logró competir en la universidad. “Mi sueño más grande como jugadora femenina era jugar para la universidad y representarla,” expresa Parra. Muchas de las experiencias que disfrutan los varones son las mismas que quisieran disfrutar las féminas, como la clásica la rivalidad entre la UPRRP y el RUM, así como el orgullo de representar la universidad. En el caso de la USC, las mismas deportistas de la universidad intentaron formar un equipo femenino de fútbol, pero nunca lograron quórum, organización ni entrenador. Para combatir con la no participación de fútbol femenino en la LAI, equipos como el de la UPRRP, funcionan como un club, bajo el nombre Jerezanas de Río Piedras, y juegan en ligas y con equipos a través de la Isla como el de la Liga Superior Femenina de Fútbol, de la cual llegaron a ser campeonas este año. Según Alemán y Giansante, el futuro queda en manos de las categorías menores cuando suban y lleguen a la universidad. Alemán estima que de aquí a dos o tres años más el fútbol femenino pueda llegar a incluirse como deporte oficial en la LAI. Añade Giansante que mientras no se cuiden las raíces del fútbol de Puerto Rico, que son las categorías menores y los clubes, el fútbol femenino no va a dar ese salto de calidad que necesita para ponerse al día con los otros países en el mundo. “Puerto Rico tiene el talento, hay que desarrollarlo,” dice Vaquer de las Jerezanas. Este año, la LAI dijo que no iba a planificar torneo de exhibición para el equipo femenino por la situación económica. No obstante, el tema está por verse, ya que según Alemán esta decisión puede que cambie. Por reglamento, son dos años de torneo de exhibición y, si después de dos años, no hay ocho equipos, se descarta esta posibilidad por completo, pero la LAI no ha aplicado este reglamento. “Aún hay una buena disposición para que se incluya como deporte oficial,” dijo Alemán. Melissa Parladé y Gabriela Vaquer seguirán luchando para hacer historia el día que se considere el fútbol femenino como deporte oficial en la LAI. Taller de Diálogo