Durante los pasados nueve años, Tony Ruiz no ha parado la pata.
“Ya necesitaba estar en casa, mano. La gente no sabe lo contento que me pone empezar a dirigir en el Colegio. Yo quería esto”, le dijo a Diálogo el cotizado dirigente de baloncesto, cuya carrera se ha desarrollado a plenitud en ligas internacionales luego de que ganara el campeonato del Baloncesto Superior Nacional (BSN) al frente de los Cangrejeros de Santurce, en el 2007.
“Yo quería volver a casa. Mucha gente cree que cuando los dirigentes de baloncesto están viajando y eso, que es que la están pasando bien, que es que están en un gran momento. Sí, eso es cierto, pero es muy sacrificado porque uno nunca ve la familia. Eso no es fácil. Ahora, al entrar con el ‘Colegio’, vuelvo a casa”, apuntó Ruiz.
Ruiz estampó ayer su rúbrica en un contrato que lo oficializa como el dirigente de baloncesto para la venidera campaña de los Tarzanes del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), como parte de un proyecto de impulso para el deporte de colectivo que comandan los profesores Rey Quiñones y Humberto Rodríguez, y que ya empezó a dar frutos. Por ejemplo, tras un cuidadoso período de reclutamiento y desarrollo, los Tarzanes del voleibol regresaron al tope de la Liga Atlética Interuniversitaria (LAI) en el pasado torneo.
Ahora, la llegada de Ruiz –un experto reconocedor de talentos, un técnico internacional consumado, un tipo que nació pa’l básquet – le da a los Tarzanes un arma letal. La confianza que un dirigente de este calibre puede inyectarle a jugadores universitarios pudiera convertir a unos Tarzanes, que vienen en pleno desarrollo tras un depurado proceso de reclutamiento, en una amenaza en la cancha.
“Además de estar contento por estar en casa, me ‘pompea’ lo que va a ser mi nuevo trabajo. Es mi primera experiencia como dirigente en la LAI, esto es otra cosa, otro reto grande”, explicó Ruiz, quien entiende bien la vida del jugador universitario.
“Yo jugué en la LAI a principios de los noventa con la ‘Inter’ en San Germán. Mis coaches fueron peter Rivera y Wilfredo Toro. Sé lo que es jugar esta liga, pero como dirigente es otra cosa. Este reto me gusta mucho”, explicó.
A pesar de haber sido acérrimo enemigo del RUM cuando jugaba en la Inter, Ruiz confesó que “siempre había admirado el Colegio, por toda su tradición”. Fue el director atlético Quiñones el que lo convenció de entrar como técnico en propiedad.
“Tuve una conversación un día con Rey y me explicó el enfoque de fortalecer todas las ramas deportivas de esa institución. Todo el mundo sabe que Rey es pro, que su trabajo es de muy alto nivel, igual con Humberto. Yo voy profundo en esto, no los quiero defraudar”, articuló Ruiz.
Al menos ya Ruiz conoce lo que está pasando en el Colegio, pues el ejemplo de lo logrado por Quiñones y Rodríguez en voleibol habla por sí sólo. Sabe que en el baloncesto también el Colegio ha mantenido una dinámica intensa, específica y constante con su reclutamiento enfocado en frutos a mediano y largo plazo. De los jugadores del pasado torneo, 11 repetirán en la venidera campaña de la LAI. No es que vaya a coger una chiringa que ya vuela, pero entiende los beneficios que el trabajo ya comenzado le da. Ah, y más importante, no le teme a ese tiburón que siempre busca en la orilla, la National Collegiate Athletic Association (NCAA).
“¿Qué te hace pensar que ahora las cosas no pueden ser diferente? Para mí, ya eso de que los muchachos piensan en irse afuera para mayor exposición es cosa del pasado, lo veo como una moda. El Colegio se enfoca en que los muchachos puedan tener las mejores condiciones para lograr una carrera. De igual forma, la exposición está, si eres bueno, eres bueno. De hecho, yo vengo con mentalidad de darle batalla dura a los de la NCAA cuando nos toque con ellos en la División II. Vamos pa’ encima”, puntualizó el nuevo coach de los Tarzanes, quien además llegó a un acuerdo para dirigir a las Montañeses de Utuado en el Baloncesto Superior Nacional Femenino.