La devoción a la Virgen del Carmen ha sido parte de la cultura puertorriqueña durante siglos. La gente ligada a la pesca celebra a esta Virgen por que sienten que ella los cuida. Los años han pasado, pero el fervor por la Virgen se ha mantenido y hoy día en la mayoría de los pueblos costeros, a mediados del mes de julio, se celebran misas y procesiones en mar y en tierra en su honor. Muchas de las personas que son partícipes de las celebraciones le han rezado a la Virgen pidiéndole un milagro por algunas de sus circunstancias personales y piensan que les ha sido concedido y asisten a las procesiones en agradecimiento. Una de estas personas es Aleida Ortiz Rosado, quien es socia de la Asociación de Pescadores de Nuestra Señora del Carmen (El Docky) en la playa de Mayagüez.
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Capilla Nuestra Señora del Carmen en el sector El Docky, Mayagüez (Jannette Ramos García/especial para Diálogo)
Aleida llegó a vivir al sector El Docky muy cerca de la Villa Pesquera Nuestra Señora del Carmen cuando era muy joven. En aquella época, conoció a Rodolfo Santiago quien es el papá de sus hijos Rodolfo y Caraín. Ambos tenían en común entre otras cosas, la pesca y su devoción por la Virgen del Carmen. Cuando ella tenía seis meses y medio de embarazo de su hijo, regresaban de pescar y su embarcación chocó con mucha fuerza contra algún objeto que estaba escondido bajo las aguas en la boca del Río Guanajibo (entre Cabo Rojo y Mayagüez). El impacto contra el objeto fue tan fuerte que salió disparada hacia el fondo de la embarcación y cayó de bruces golpeándose muy fuerte en el abdomen. Tan contundente fue el golpe que pensó que llegaría a perder a su bebé. Estuvo mucho tiempo en el hospital, periodo en el que le pedía a la Virgen que cuidara y salvara a su criatura.
Cuenta Aleida que el milagro se cumplió y su hijo nació sin mayores contratiempos. Desde entonces, ella carga con un escapulario o con un rosario en honor a la Virgen del Carmen. Al pasar los años, Rodolfo y Caraín se han unido en su devoción y ambos la ayudan en la organización de las procesiones y en el cuidado de la capilla en cuyo atrio se observa la imagen de la Virgen del Carmen sobre una yola. Según nos cuenta Aleida, los pescadores se paran frente a la capilla, se persignan y salen entonces a pescar. Su fe en que la Virgen los va a cuidar los sostiene y aunque muchos han pasado contratiempos en alta mar, ella afirma que la Virgen los ha protegido.
Se mantiene la tradición
Aleida recuerda que en el pasado se hacían grandes fiestas con motivo de la celebración del día de la Virgen. Durante diez días tenían machinas alrededor de la villa pesquera, se traía música y llegaba mucha gente. Ahora ya no se celebra de esa forma pero los verdaderos devotos siempre llegan ya sea a las misas o a las procesiones, la que se realiza por tierra y la que se realiza por mar. Han buscado la forma de mantener viva la celebración y el fin de semana antes de la procesión por tierra y por mar invitan a las familias devotas del sector El Maní a tener un “compartir”. Ese día cocinan caldo de pesca’o y mofongo para todas las personas que asistan. De esa forma, las personas devotas que pertenecen a la Comunidad de Dulces Labios y de El Maní, se unen a celebrar su fe en la Virgen.
La procesión por tierra en el barrio Dulces Labios
Al caer la noche del miércoles de la misma semana de la procesión por mar, salen los devotos de la Villa Pesquera Nuestra Señora del Carmen en una procesión hacia el Barrio Dulces Labios en Mayagüez. Cada año, se hacen camisetas con la imagen de la Virgen y muchas personas las visten. Caraín, la hija de Aleida, va vestida de capitana de barco y otras niñas y niños se visten de marineras y marineros y van ataviados de blanco. Todas las personas van entonando cánticos y rezos. A su paso por Dulces Labios, se detienen en todas las casas donde hay enfermos que necesitan de la Virgen y se reza por ellos. Para cada una de esas personas, hay una estampilla, un escapulario o una flor con la Virgen y hasta rosarios. La procesión dura casi dos horas.
La voz de los rezos es de Rubén “Cano” Ramírez quien es el tesorero de la asociación en la actualidad y es a su vez capellán federal y ministro de la eucaristía en la Iglesia Católica. Como lleva cuarenta años de su vida como devoto a la Virgen, conoce de cerca la procedencia de la imagen que con tanto amor, cuida Aleida. La imagen fue traída directamente de España y costó ochocientos dólares en aquella época. La base en forma de barco donde está depositada la hizo un socio de la asociación llamado Tony Capitán.
El miércoles de la semana del 18 de julio, día de la Virgen del Carmen, realizan una procesión por tierra y el domingo la sacan por mar. La llevan en la embarcación de Kiko Ortiz. La pasean por la Bahía de Mayagüez donde saludan a la Virgen de El Seco en este mismo pueblo. Al final, regresan la imagen de la Virgen a su nicho en la capilla, en la espera del nuevo verano en que nuevamente celebren sus milagros, sus esperanzas y su fe.
Publicado originalmente en la revista Fuete y Verguilla (Volumen 9, Número 1, febrero 2015,http://seagrantpr.org/v2/wpcontent/uploads/2015/10/fuete_y_verguilla_vol9num1.pdf) del Programa de Colegio Sea Grant y el Centro Interdisciplinario de Estudios del Litoral del Recinto Universitario de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico.