Por Viviana Tirado Mercado
La marcha de 13 de mayo no solo fue un junte histórico para el sistema de la Universidad de Puerto Rico (UPR). Sino más bien un movimiento que dejó en mí más preguntas que respuestas. Mientras veía el espectáculo mediático que realizaron los medios locales más importantes del País, me percaté de lo que le hacían a mis colegas universitarios. Los tacharon de conflictivos. Por ejemplo, los vídeos transmitidos solo presentaban el incidente ocurrido entre policías y estudiantes, mientras otros medios titulaban, amarillitamente, sus noticias creando opiniones negativas hacia los universitarios.
Salí en varias fotografías de estos medios, como portada, con mi gesto en pie de lucha. Encima de la foto, me acompañaban títulos amarillistas que nada tenía que ver con la redacción de la noticia. Uno de los títulos de la noticia publicada en la página social del medio local decía “Manifestantes tiran botellas a la policía”. Negligentemente, publicaron mi foto, mientras que la noticia no decía, absolutamente, nada de las famosas botellas.
No es algo que me sorprenda, soy estudiante de comunicación y conozco como funciona el periodismo. Es lo primero que nos enseñan a no hacer: el periodismo amarillista. No me molestó salir en primera plana, me enfureció el contexto erróneo del titular.
Hay quienes me recomiendan no exhibirme mucho ante cámaras. Como si con el ser periodista no pudiera identificarme con marchas y huelgas. Además, ¿qué medio quiere en su sala de redacción a una periodista “rebulera” y con una ideología conocida por muchos?
Mientras me asesoraban, yo pensaba si realmente soy ese tipo de periodista; dispuesta a callar o escribir para otros mientras tergiverso la realidad de los hechos. La contestación fue clara, esa no soy yo.
Desde entonces, tengo claro cuál es el periodismo que quiero ejercer. Seguiré luchando por la educación de mi pueblo, compañeros y futuros productos de la UPR a la cual pertenezco. Porque como dijo un chico que no conozco y solo he visto por un video publicado por las redes sociales “harán falta periódicos, portavoces de pensamientos”.