Por razones obvias, Miguel Zenón es uno de los músicos puertorriqueños más entrevistados alrededor del mundo. Si se contrastara el jazz boricua de ahora con los puertorriqueños en el béisbol, Zenón sería quizás Yadier Molina.
Bueno, pero ya lejos del ‘cliché’ deportivo, la verdad es que Zenón es una fuente de referencia inmensa para lo que es la música puertorriqueña, el jazz latino y, por supuesto, la música en general. Durante años, Diálogo ha documentado su trayectoria. Decidimos volver a comunicarnos con él, ante la publicación de su nueva producción discográfica, Identitites are Changeable, en la cual, además de presentar música nueva pone bajo lupa la cultura ‘nuyorrican’ mediante entrevistas y conversaciones con distintos representantes de la diáspora boricua en Nueva York. De paso, consultamos a otros colegas músicos y seguidores de su trabajo para que nos ayudaran con algunas preguntas. He aquí nuestra conversación con uno de los músicos más importantes que ha dado Puerto Rico.
Diálogo: Hola Miguel. Explícanos, con Identities Are Changeable, ¿presentas una investigación sociológica de la identidad del puertorriqueño en Nueva York o una obra de arte del jazz progresivo? ¿Hacia dónde se inclina más aquí la balanza?
Zenón: Es un poco de ambas cosas. El centro del proyecto es en realidad estas entrevistas con Newyorkers de ascendencia puertorriqueña. La música la escribí alrededor de la narrativa que salió de esas conversaciones. Obviamente el fenómeno de lo que es la comunidad puertorriqueña en los Estados Unidos es algo muy poderoso, y llevo mucho tiempo pensando en buscar una manera de abordar esto desde un punto de vista musical. También llevaba tiempo explorando la posibilidad de trabajar algo musicalmente más extenso y con un grupo más grande. Así que, en este caso, ambas cosas se encontraron en un mismo proyecto.
Diálogo: Llevas desde los 18 años de edad en Nueva York y en tu disco analizas la cuestión de la identidad en la comunidad nuyorrican, ¿cómo ves el arte y la música como herramienta de investigación y análisis?
Zenón: A mí la música me ha presentado el vehículo ideal para la investigación. De hecho, muchos de los proyectos que he trabajado y que tienen que ver con Puerto Rico directamente (Jíbaro, Esta Plena, Alma Adentro, Identities are Changeable) en realidad nacieron como proyectos de investigación. Todos vienen conectados al deseo de aprender más sobre ciertos aspectos de lo que se puede llamar puertorriqueñidad y eventualmente se convirtieron en proyectos musicales.
Diálogo: Si tuvieras una palabra para describir a la comunidad puertorriqueña en Estados Unidos, ¿cuál sería?
Zenón: Orgullo, un tipo de orgullo de ser puertorriqueño casi agresivo, que se revela en muchos aspectos de su diario vivir.
Diálogo: Dijiste recientemente en una entrevista con NPR que la música que llevas haciendo durante la pasada década tiene que ver con un proceso de aprendizaje sobre lo que es ser puertorriqueño. ¿En qué nivel de aprendizaje sientes que te encuentras con respecto a eso?
Zenón: Todavía me queda muchísimo, aunque si me siento que estoy en el camino indicado para mí, en este momento de mi vida. O por lo menos el camino que se siente cómodo y natural.
Diálogo: Miremos ahora al archipiélago borincano. Con el proyecto de las caravanas que va por distintos pueblos te has dado la oportunidad de poner el oído en tierra en cuanto al estado de la música en Puerto Rico a nivel de base. O sea, estás viendo de cerca el desarrollo de esas etapas iniciales de quienes serán los futuros músicos del país e incluso buscaste plasmar esto de manera documental con un proyecto audiovisual. ¿Cómo está Puerto Rico en esto del desarrollo de su talento musical? ¿Cuánto falta, cuánto sobra? ¿Qué falta, qué sobra? ¿Cuánta conciencia ves de parte de los que administran la música y la cultura en Puerto Rico?
Zenón: Talento definitivamente no falta. Falta que el Departamento de Educación le dé más importancia a la educación musical en Puerto Rico. Falta que el gobierno entienda que el desarrollo cultural de un país debe ser una prioridad. Faltan lugares para tocar, donde los jóvenes músicos del país tengan más oportunidades de hacer taller y crecer como artistas.
Diálogo: ¿Entiendes que cada artista que alcanza el éxito debe tener compromiso social o político que balancee su arte? ¿Cuándo crees que eso sucede, en la comodidad del éxito o en el viacrucis para alcanzarlo?
Zenón: No necesariamente. Pienso que el compromiso de un artista es con su arte, lo demás depende de una cuestión personal. Me explico: un artista que tiene un compromiso social no lo tiene por ser artista; lo tiene por que está en él, ya fuera artista, maestro o plomero. Lo que sí es que, lo queramos o no, las cosas que pasan a nuestro alrededor no dejan de afectarnos, y como consecuencia afectan también nuestro proceso creativo. El truco es lo que se hace al respecto.
Diálogo: ¿Qué opinas del estado actual de la música comercial latina, en especial de la puertorriqueña? ¿Cuáles producciones puertorriqueñas escuchas o respaldas?
Zenón: Pienso que la música comercial actual, la música popular que se escucha en la radio, es bastante mala en general. Especialmente si la comparamos con la música que era popular hace apenas unas décadas atrás; el nivel ha bajado muchísimo. Entre otras cosas, esto se debe en parte a que el poder de las compañías disqueras (que controlan la mayoría de lo que se escucha en la radio, por ende lo popular) se ha reducido. En su desesperación, no toman riesgos y solo se preocupan por duplicar cosas que han alcanzado popularidad en el pasado. Es por eso que muchos artistas y bandas suenan iguales; muchas canciones se parecen, etc. Este camino obviamente no es infinitito y cuando se acabe creo que las cosas van a mejorar para bien.
En Puerto Rico la cosa no es muy diferente, aunque sí hay artistas y bandas locales que me gustan mucho y que pienso que tienen nivel mundial. Tego Calderón, Pirulo, Viento de Agua, Yuba Ire, Mima…Solo para mencionar algunos…También hay jóvenes jazzistas talentosísimos que se han quedado en la Isla para hacer lo de ellos…Jonathan Suazo, Gabriel Vicens, y hay muchos más.
Diálogo: Al vivir en Nueva York, te topas con muchas cosas a diarias. Desde siempre, esa ciudad ha sido epicentro de manifestaciones sociopolíticas. Ahora mismo, Estados Unidos combustiona con casos de tensión racial, como Michael Brown en Misuri y Eric Garner en la Gran Manzana. Otros asuntos como el genocidio en Gaza, los estudiantes desaparecidos de Atyozinapa o la excarcelación de Oscar López se pueden ver de manifiesto en Nueva York. ¿Cuánto ha influenciado esta atmósfera de política internacional en tu carrera? Más o menos por esa línea, ¿cómo influencia tu carrera el hecho de poder viajar el mundo?
Zenón: Como te mencioné antes, en este trabajo es bien difícil vivir en una burbuja, ajeno a lo que pasa a tu alrededor. Estas cosas te afectan, e influencian tu manera de ver el mundo y de hacer música. Lo mismo que con viajar; son experiencias que te dan una perspectiva más amplia de lo que hay a tu alrededor y te ayudan a crecer.
Diálogo: Aquí ahora algunas preguntas de gente que te conoce y sigue tu carrera… Esta me la hace un compañero de la redacción de Diálogo: Háblanos de tu relación con el aire, con el oxígeno.
Zenón: Creo que sé a lo que se refiere. Como con la gran mayoría de los instrumentos, tocar el saxofón no es algo para lo cual nuestros cuerpos están dispuestos naturalmente. Hay ciertas cosas que tenemos que hacer para tocar el saxofón (como utilizamos los pulmones, el diafragma, los músculos de nuestras manos, cara, embocadura) que no las hacemos en ninguna otra actividad de nuestro día a día. Así que yo, como saxofonista, tengo que entrenar mi cuerpo a hacer estas cosas de la manera más productiva posible. Casi como un atleta. Entre estas cosas se incluye la manera que controlo y utilizo mi aire en el instrumento.
Diálogo: Una pregunta de un colega músico (guitarrista/bajista): ¿Si te tocara explicarle a un músico principiante tu estilo de hacer música, es decir, de cambiar la métrica usual sin abandonar la base de jazz tradicional, qué le dirías?
Zenón: Yo honestamente describiría mi música como Jazz. Es el lenguaje de referencia que utilizo a la hora de improvisar y componer, además de que es la música que me inspiró a querer ser músico y la que más escucho. Claro, es Jazz fusionado con muchas otras cosas: música de Puerto Rico y del resto de Latinoamérica, algo de música popular, música clásica y folclor de muchos lugares del mundo. Quizás un tipo de Jazz-Fusión.
Diálogo: Otra de un colega músico (tecladista): Algunos vemos similitudes entre tu generación de músicos (tú, David Sánchez, entre otros) y las del movimiento que provocaron los Young Lions de Wynton Marsalis en los ochenta. ¿Qué opinas de eso?
Zenón: No sabría decirte desde mi perspectiva. Pienso que definitivamente músicos como David, Danilo Pérez y Edward Simón fueron de gran influencia para músicos latinoamericanos de jazz en mi generación. David, Danilo y Edward demostraron que se puede tocar jazz respetando la tradición de ese estilo y a la misma vez estar consiente de nuestras propias tradiciones; que se puede llegar a tener un buen balance entre esos dos mundos. Quizás ahí hay alguna similitud en como Wynton y Co. trabajaron en combinar la tradición con lo moderno.
Diálogo: Otra de un colega músico (vocalista/rapero): ¿Cómo uno hace para vivir de la música sin venderse con tanta cosa corporativa dominándolo todo?
Zenón: Gran pregunta. Yo soy de los que piensan que no toda la música que tiene éxito es necesariamente mala y no toda música creativa o underground es necesariamente buena. Hay algo de bueno y malo en todo. Pienso que la capacidad de vivir de hacer música no es solo el hecho de hacer algo que sea independiente o corporativo. Hay otros elementos a considerar.
Gran parte de la labor del músico es prepararse para aprovechar oportunidades que se presenten; a todos se nos presentan estas oportunidades en algún momento durante nuestras carreras, la clave es estar preparados y poderlas aprovechar. Mucho que tiene que ver con talento innato, pero mucho más tiene que ver con trabajo y preparación. Habiendo dicho esto, conozco muchísimos músicos excelentes (grandes instrumentistas y compositores) que simplemente no han tenido suerte; no han podido aprovechar oportunidades cuando éstas se presentan o simplemente todavía las están esperando.
Es un trabajo duro, por que hay muchos músicos tratando de buscar un espacio, pero los espacios se podría decir que están hasta cierto punto limitados. Esto por un lado mantiene el nivel competitivo y artístico muy alto, pero por otro lado deja siempre artistas de muy alto nivel que les toca (al menos por ahora) ver las cosas desde afuera. Pero esos espacios están; toma mucha paciencia, enfoque y dedicación.
Diálogo: Otra de un colega músico (baterista): ¿Cómo consigues dividir tu búsqueda y camino como artista y músico de tu vida familiar simple?
Zenón: Otra gran pregunta. Yo recuerdo que en mi época de estudiante yo básicamente solo tenía una responsabilidad: mejorar como músico. Practicaba todo el día y cuando no estaba practicando estaba escribiendo música, escuchando música o asistiendo a conciertos. Al terminar la universidad esto cambio drásticamente, por que ahora mi responsabilidad también era buscar la manera de que la música me pudiera dar sustento. Ahora no era solo pasión y diversión, también era mi trabajo. Además, muchos aspectos del negocio de la música son como una destreza aparte, la cual toma tiempo desarrollar y pulir.
Eventualmente se forma un entorno familiar y tu responsabilidad no es solo contigo, sino con los que te rodean y dependen de ti. Todas estas cosas toman tiempo y esfuerzo y obviamente disminuyen el tiempo que le puedes dedicar a la música. Pero eso no quiere decir que sea algo necesariamente negativo, sino que es una etapa nueva. Tener una familia es una de las mejores cosas que le podrían pasar a cualquier persona; te llena como persona y hace tu visión como artista ir a lugares que no hubieran llegado de otra manera. Conozco muchos músicos a quienes les da problema lograr este balance, lograr que tu responsabilidad como esposo, padre, etc. sea tan importante como tu trabajo como artista. Para mí ha sido cuestión de poco a poco encontrar un balance. Sigo trabajándolo, pero cada vez se siente más natural.