DETROIT/WASHINGTON (Reuters)- La automotriz estadounidense Chrysler procederá a pedir la protección por quiebra bajo el Capítulo 11, dijo un funcionario. Chrysler no consiguió el apoyo de los tenedores de bonos que necesitaba para avanzar en una reestructuración y evitar la primera bancarrota de una gran automotriz en la historia de Estados Unidos. La solicitud de protección por quiebra, que según fuentes con conocimiento de la situación sería realizada en un tribunal de Manhattan, generará una reacción en cadena en toda la industria automotriz: los rivales, proveedores y concesionarias de Chrysler y los cientos de miles que viven de la industria. El presidente estadounidense, Barack Obama, se expresará sobre la situación de Chrysler y la industria en un comunicado programado para las 4:00pm de hoy. La bancarrota no impediría que se logre la alianza que Chrysler negocia con la italiana Fiat. Antes de la noticia de la quiebra, había señales dispares sobre el acuerdo con Fiat. El diario italiano Corriere Della Serra reportó hoy que se había firmado un acuerdo, pero Fiat luego lo negó. Las fracasadas negociaciones para reestructurar la deuda de Chrysler fueron encabezadas por el grupo asesor de la Casa Blanca para el sector automotriz. En un intento por convencer a tres firmas de administración de fondos que rechazaron la oferta de recibir 2.000 millones de dólares en efectivo a cambio de los 6.900 millones de dólares en deuda garantizada de Chrysler, funcionarios estadounidenses mejoraron la propuesta agregando 250 millones de dólares, dijeron personas involucradas en esas discusiones. Unas 45 instituciones financieras poseen deudas garantizada de Chrysler. Chrysler, controlada por Cerberus Capital Group , es uno de los rezagados del sector automotor, pero su situación refleja la depresión que afronta una industria cuyos 2.6 billones de dólares de ingresos anuales equivalen al Producto Interno Bruto de Francia y que emplea a más de 9 millones de personas. La bancarrota marca otro hito para la atribulada industria de las manufacturas de Estados Unidos. En 1925, Walter P. Chrysler fundó a Chrysler Corp. Tres años después, la compañía clavó la primera piedra del edificio Chrysler, que durante un tiempo corto fue el más alto del mundo y todavía es una silueta inconfundible del horizonte de Manhattan.
Obama dijo ayer que las concesiones de los sindicatos de Chrysler y sus principales acreedores le habían dado esperanzas de que el recuperamiento de la automotriz pudiera ser viable. La tercera gran automotriz de Estados Unidos, ha obtenido concesiones de recortes de gastos de sus trabajadores sindicalizados en Estados Unidos y Canadá y estaba a punto de cerrar un acuerdo con Fiat, contó a Reuters una persona involucrada en esas negociaciones. La combinación de ambos fabricantes de autos daría a luz un nuevo grupo con ventas de unos 4.16 millones de vehículos, al nivel de Hyundai, General Motors, Volkswagen y Ford. El presidente ejecutivo de Fiat, Sergio Marchionne, cree que la automotriz necesita producir al menos 5.5 millones de autos por año para sobrevivir.
Según explica la BBC de Londres, las “tres grandes” de la industria automotriz -Chrysler, General Motors y Ford- confrontan serios problemas, pero los especialistas del sector consideran que Chrysler es la que sufre la situación más grave, al punto que muchos creen que son escasas su posibilidad de mantenerse en el negocio. Las tres automotrices estadounidenses han visto caer sus ventas de vehículos hasta en un 45% en comparación con el año 2008, lo que -según analistas- agravó los problemas que vienen enfrentando desde hace varios años. General Motors, considerada la más grande de todas, anunció nuevos despidos y la reducción de horas de trabajo, el cierre de plantas de ensamblaje, y la reducción de la línea de vehículos, parte de una propuesta que daría el control de la empresa a los sindicatos y al gobierno. Según el plan de Obama, General Motors tiene hasta el 1 de junio para presentar un plan de recuperación que evite la declaración en bancarrota de la que alguna vez fue la mayor corporación del mundo. La empresa debe US$37.000 millones. Ante el eventual colapso de la industria automotriz, fuente de empleos y de “orgullo nacional”, el presidente Obama creó un “equipo de tarea” que coordina y supervisa los pasos tomados por las empresas para lograr su supervivencia.