Estoy sentada en una sala del viejo edificio donde se sitúa el periódico El Vocero. Mientras espero ser llamada para entrevistar al director y editor del diario, Edward Zayas, veo a un empleado de una compañía de limpieza trabajando entre las alfombras de color añil. Al abrirse la estrecha puerta que da para la sala de espera, invade el espacio una ráfaga de olor a pintura fresca. En el vaivén de la puerta se pueden ver algunos cuadros recostados en el piso, esperando que las paredes absorban la pintura. Es definitivo, el periódico El Vocero está bajo remodelación.
Proceso de transformación
Cuando el histórico periódico comenzó a dar sus primeros pasos dentro de la industria periodística en la Isla para el 1974, el sensacionalismo dominaba sus páginas. Paulatinamente, el periódico fue adquiriendo una postura distinta, dejando a un lado las sangrientas y explícitas fotos que acostumbraban publicar.
En los años previos a acogerse a la Ley de Quiebras, el periódico adoptó una línea editorial oficialista, muy afín con la posición del Partido Nuevo Progresista (PNP), colectividad política de corte conservador que gobernó al país entre el 2009 y el 2012.
Los vínculos económicos del periódico con el gobierno durante ese periodo quedaron evidenciados cuando trascendió públicamente que Caribbean International News Corporation, entidad corporativa a través de la cual el periódico estuvo operando, logró un polémico acuerdo financiero con al Municipio de San Juan para el 2011 relacionado con una deuda de más de $1.9 millones que mantenía El Vocero con la administración de la Ciudad Capital por concepto de patentes. Este pacto permitió el cobro de la millonaria deuda a cambio de la publicación de anuncios por parte del municipio de San Juan en el diario. Para finales de diciembre de 2011, según expone una investigación del periódico El Nuevo Día, la Oficina del Contralor denominó este trato como un “acuerdo no financiero con intercambio de valores”.
Debido a la pérdida de subscriptores y los consiguientes problemas económicos, El Vocero reconoció la necesidad de formular un nuevo plan para traer de vuelta una base de lectores. Para esto, la empresa determinó que convertir el periódico de prensa de pago a prensa gratuita era la mejor estrategia de negocio, ya que el diario no tenía una base de subscriptores tan amplia como la de otros medios impresos.
Durante una entrevista que Diálogo le realizara a Maricelis Rivera, entonces Directora ejecutiva de El Vocero, alrededor de un año después de haberse efectuado dicha transición en junio de 2012, ésta aseguró que el periódico se financiaba a través de las pautas publicitarias. Al cuestionarle sobre la manera en que se financiaba El Vocero Rivera respondió: “de lo que te podemos hablar es en el aspecto editorial. No obstante, sí te puedo mencionar que el periódico se financia de la llegada de anuncios”.
En la actualidad, Zayas, su actual Director, argumentó que los patrocinadores y el visto bueno de los auspiciadores ante la transformación del diario han servido para sustentar el periódico en este mes y medio de enero 2014 bajo nueva administración bajo la compañía Publi-inversiones.
Esa empresa, compuesta por un grupo de empresarios puertorriqueños expertos en diversos negocios ajenos al de la industria periodística, compró El Vocero el 22 de noviembre de 2013 en el Tribunal de Quiebras. Posteriormente, el grupo instauró a Zayas en el puesto directivo del diario. En palabras de Zayas, quien trabajó por 13 años en la plantilla de periodistas de ese diario y quien además fue Director de Prensa y Director de la Oficina de Comunicaciones de Fortaleza bajo la administración de Luis Fortuño (2009-2012), su posición como director sirve para “dar rumbo y dirección a El Vocero”.
Pero ese nuevo rumbo que intenta establecer esta publicación no ha estado ajeno de controversia y suspicacia. Antes de que Publi-Inversiones adquiriera el periódico, en El Vocero hubo varias cesantías. Un grupo de periodistas fue despedido de sus labores.
Actualmente, se desconoce con exactitud quiénes componen la plantilla del periódico. Durante la entrevista, Zayas calculó que tenían entre 15 a 20 periodistas. Asimismo, aseguró que habían conservado la mayor parte de los empleados anteriores. “Se mantuvo el 99.5 de la plantilla de periodistas que tenía la sala de redacción. Regresaron muchos de los que se habían ido en la cesantía”, indicó.
Sin embargo, cuando Diálogo quiso corroborar ese por ciento posteriormente, el sub-director del diario, Rafael Rivera, rechazó la cifra de periodistas contratados de vuelta expuesta por Zayas. De igual modo, se negó a precisar una cantidad. Rivera solicitó que sustituyéramos la cita de Zayas por la declaración de que sólo “un buen número de plazas se salvaron a través de la adquisición del periódico por parte de Publi-Inversiones de Puerto Rico”.
“El Vocero no volverá a ser igual”
Con una voz cansada pero a la misma vez esperanzada por lo que se avecina, Zayas aseguró a Diálogo que El Vocero no volverá a ser igual. Entre la pluralidad de restauraciones, destacó los nuevos colores y tipografía, la incorporación de nuevas secciones y un nuevo nicho de lectores.
Parte de la estrategia de transformación del periódico es llegar a un grupo de lectores que, según el director, han sido desatendidos en los últimos años. El Vocero dirigirá su oferta noticiosa, adicional al área metro, a las personas que viven y se rodean en las zonas regionales de la Isla, agregando así secciones donde se destacan acontecimientos en lugares como Lares, Utuado, Adjuntas y Jayuya, por mencionar algunos.
Al igual que los periódicos con un número de distribución y de lectores de mayor escala, El Vocero estará publicando mensualmente una serie de revistas concentradas en temas de deportes, negocios, gastronomía, viajes y construcción.
Su página web tampoco se queda atrás en este proceso de renovación. “La plataforma digital del periódico va a ser totalmente diferente. Será un web más ágil, estará preparado para recibir números altos de visitas y tendrá más contenido noticioso”, resaltó Zayas.
El nuevo Director de El Vocero aseguró que no se concentrarán en competir con los demás periódicos de la Isla. Para Zayas, “el periódico sólo se va a deber a sus lectores”.
El Vocero ha prometido transformarse nuevamente y así lo ha pronunciado Zayas, quien junto a pequeñas montañas de papeles llenos de ideas, de bocetos, de letras, indica que será “un periódico nuevo”.