El Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) fue una de las 25 instituciones de Estados Unidos seleccionadas para formar parte de Epicenter, programa que lo ayudará a preparar el camino para insertar el empresarismo, emprendimiento y la innovación en su currículo de educación de ingeniería subgraduada. Este programa es auspiciado por el National Center for Engineering Pathways to Innovation de la Fundación Nacional de la Ciencia (NSF).
Los coordinadores del proyecto en el Recinto son el doctor Ubaldo Córdova Figueroa, de Ingeniería Química (INQU) y la doctora Moraima De Hoyos Ruperto, de Administración de Empresas (ADEM). El proyecto también cuenta con la colaboración del doctor Agustín Rullán, decano de Ingeniería, con la profesora Ana Martin, decana de ADEM y con el rector del Recinto, el doctor John Fernández Van Cleve.
La propuesta del RUM para esta oportunidad logró sobresalir y ser escogida por el Centro subvencionado por la NSF y dirigido por Stanford University y la compañía VentureWell. Según un comunicado de prensa, la misión principal es lograr una nueva era en la educación subgraduada en ingeniería que prepare a los estudiantes de manera que puedan combinar sus destrezas técnicas con su habilidad para desarrollar tecnología innovadora que resuelva problemas reales y que beneficie la economía y la sociedad.
“Es un programa para desarrollar el espíritu emprendedor entre estudiantes y profesores en distintas universidades en Estados Unidos. El año pasado competimos para entrar, pues entendemos que nuestro Colegio de Ingeniería tiene la capacidad increíble de ser un promotor de innovación dentro del Recinto de Mayagüez y de Puerto Rico. Establecimos un equipo de trabajo, se sometió la propuesta y fuimos seleccionados oficialmente hace unas semanas”, relató el doctor Córdova Figueroa.
El catedrático de Ingeniería Química agregó que Pathways to Innovation guía a los grupos integrados por docentes y administradores de cada universidad a lo largo de un proceso de dos años para diseñar e implementar planes y estrategias apropiadas de acuerdo con las necesidades de la institución.
A su juicio, una de las grandes ventajas es la red de colaboradores y mentores que tendrá el RUM a su disposición para analizar los retos y las oportunidades de desarrollo empresarial e insertar ese espíritu emprendedor. Esto impactaría tanto los cursos académicos, como los centros de investigación y las actividades extracurriculares.
“La expectativa principal es que, en un plazo determinado de tiempo, se pueda ver el desarrollo de pequeñas empresas producto de la innovación del Colegio de Ingeniería. Es una de las grandes metas. Ya existen historias de éxito sobre compañías que se han iniciado con los proyectos de investigación del Recinto, pero entendemos que hay muchísimas más oportunidades y la ventaja es que esto nos establece una estructura, un plan, un equipo de trabajo fuerte, sólido y comprometido en establecer esta cultura. Entendemos que hay muchísimo potencial”, reiteró el también coordinador de la Academia de Investigación en el RUM.
De hecho, uno de los aliados en esos ejemplos exitosos es el Centro de Negocios y Desarrollo Económico de ADEM que dirige el doctor José I. Vega, también catedrático de esa Facultad con una vasta trayectoria colegial en incentivar y apoyar esa filosofía empresarial a nivel interdisciplinario.
“Siempre hemos comentado que la mayor cantidad de posibles proyectos, proviene sin dudas del Colegio de Ingeniería, una de nuestras escuelas principales. Así que cualquier esfuerzo de adelantar esa agenda tiene que incluir una voluntad decidida de parte de esa facultad en promoverlo desde adentro, desde su currículo, sus actividades, sus profesores y estudiantes”, subrayó el doctor Vega.
También destacó que uno de los méritos de mayor peso en la propuesta que sometió el Recinto fue precisamente la cohesión existente entre los colegios de Ingeniería y Administración de Empresas que han colaborado en diversos proyectos que han logrado esa transformación de potencial comercial.
Según informó la organización mediante un comunicado oficial, los equipos de trabajo de las universidades participantes realizan primero un avalúo de sus ofrecimientos y luego diseñan las estrategias de transformación. En el proceso, cuentan con una diversidad de recursos humanos y económicos, acceso a cursos modelos, talleres presenciales y vía internet, así como programas de mentoría, entre otros.
El equipo también está compuesto por los doctores Vega y Nayda Santiago, del Colegio de Ingeniería. Este mes los representantes colegiales se unirán a las demás universidades participantes en una reunión en Phoenix, Arizona, aparte de otras actividades y seminarios programados para el semestre. Para el verano, una de las metas es diseñar y lanzar una página de internet que incluya los detalles del programa para el beneficio de la comunidad.
Las demás instituciones participantes son: Colorado School of Mines, Florida Institute of Technology, Loyola University en Maryland, New York Institute of Technology, Oregon State University y las Universidades de Alabama en Birmingham; Delaware, Hawái en Manoa; Nebraska en Lincoln; Texas en Arlington y El Paso; y Washington State University, entre otras.
Para el presidente de la UPR, el doctor Uroyoán Walker Ramos, estos proyectos demuestran el potencial que tienen los integrantes de la UPR, ya sean los docentes, no docentes e investigadores y sus estudiantes, no solo a nivel académico e intelectual, sino con gran potencial económico.
“Sus proyectos honran al país con sus aportaciones a nivel local e internacionalmente”, puntualizó.