Un terremoto de 8,9 grados en la escala Richter azotó en horas de la mañana la costa noreste de Japón. Al mismo tiempo, el fenómeno generó un Tsunami que arrastró miles de autos, casas y todo tipo de escombros tierra adentro en el país.
De igual manera, la alerta ante este evento marítimo se extendió al estado de Hawai y a toda la costa este de ambos continentes americanos.
Al momento, según reseñó el periódico El País, en Japón se han identificado un aproximado de 200 a 300 muertes en la zona de Sendai, en la prefectura de Miyagi.
Asimismo, con el terremoto se desató una alerta de amenaza nuclear, según reseñan varios medios internacionales, antes los intentos infructuosos de apagar un incendio desencadenado en una central nuclear de la Compañía de Electricidad Tohoku, en la ciudad nipona de Onagawa.
Entre tanto, la cadena de noticias japonesa Kyodo, notificó que al momento 4 millones de residentes se encuentran sin servicios de electricidad.
Mientras que, el Gobierno de Japón envió una orden de desalojo a más de 2.800 residentes de la ciudad de Fukushima, donde se ubican otras 11 plantas nucleares que dejaron de funcionar automáticamente, según información ofrecida por la agencia.
Por otro lado, las olas del tsunami desatado por el terremoto en Japón llegaron hace apenas unas horas a Hawai, el archipiélago estadounidense en el Pacífico.
Según el Centro de Alerta de Tsunami del Pacífico en Hawai, Kauai fue la primera isla alcanzada por el tsunami que de inmediato replicó a otras islas del archipiélago.
Los habitantes de zonas costeras en Hawai fueron trasladados a lugares seguros en centro comunitarios y escuelas, al tiempo que los turistas en Waikiki fueron llevados a pisos altos de sus hoteles, según reseña en su cobertura el rotativo Primera hora en su página web.