Puerto Rico ha perdido casi 60 mil profesionales en la última década debido al efecto de la ola de emigración surgido a partir del inicio de la recesión económica, de acuerdo al Centro de Información Censal (CIC) de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Cayey.
Esa fue una de las conclusiones del análisis realizado por el CIC de la Encuesta sobre la Comunidad de Puerto Rico que lleva a cabo el Negociado del Censo Federal, según el comunicado emitido por la UPR Cayey.
Los datos del Censo, que comprenden la década de 2005 a 2014, igualmente reflejaron que la migración neta de profesionales, aquellos que han completado al menos un grado de bachillerato, ha ido en aumento a partir del 2010. En este lapso de tiempo, la migración neta incrementó en un 16 porciento al compararse con el lustro anterior.
“Si bien es cierto que en la migración hacia Estados Unidos hay una representación proporcional de todos los niveles de escolarización de Puerto Rico, no es menos cierto que en términos absolutos ha ocurrido una disminución del acervo de capital humano. Sin embargo, cuando se habla de migración es vital tomar en consideración a las miles de personas que regresan de Estados Unidos a Puerto Rico. Es cierto que todos los años vienen y van profesionales pero en términos netos son 56,000 profesionales menos”, explicó el director del CIC, José Caraballo Cueto.
En total, 609 mil personas han emigrado a los Estados Unidos desde 2006, lo que combinado con las 243 mil que han tomado la ruta contraria deja en 366 mil la migración neta entre los dos países.
Aunque la migración de puertorriqueños hacia los Estados Unidos incluye personas de todos los perfiles socioeconómicos, hay una característica que la distingue de las realidades vividas por otros países que igualmente sufren el problema de la emigración.
“Se palpa cómo la migración ha servido de válvula de escape tanto para las personas desempleadas como para las personas pobres. Sin embargo, contrario a la inmensa mayoría de los países de América Latina, Puerto Rico no recibe una cantidad significativa de remesas de sus migrantes por lo que el beneficio a corto plazo de esa migración es aliviar las tensiones socioeconómicas del País”, dijo Caraballo, refiriéndose a que la emigración ayuda a reducir, si bien artificialmente, las tasas de pobreza y desempleo.