El meteorólogo Rafael Méndez Tejeda y el geólogo Wilson Ramírez, realizan un Estudio Paleoclimáticoen el Lago Enriquillo en la República Dominica, que podría arrojar luz sobre la presencia del cambio climático en el Caribe.
Los arrecifes de coral, como las rocas, pueden guardar en su interior miles de años de historia, pero más allá de cómo viven y mueren, los fósiles coralinos pueden relatar las variaciones naturales que los han afectado y cuáles son los procesos provocados por el ser humano que los pueden estar matando.
“Nosotros los geólogos admitimos que el hombre y el impacto humano causa unos problemas tremendos en la naturaleza, pero que también la naturaleza misma tiene unos ciclos y unas variaciones naturales y hay que buscar cual es la variabilidad natural, cuales son los procesos naturales, a veces catastróficos que cambian los arrecifes de coral”, expresó Ramírez, profesor del Departamento de Geología del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) de la Universidad de Puerto rico (UPR).
Encontrar los fósiles de arrecife de coral debidamente conservados y que cumplieran con las condiciones de estudio fue una búsqueda que se extendió por todo el Caribe, incluyendo Puerto Rico. Finalmente, la travesía llevó a los investigadores hasta el Lago Enriquillo, la reserva natural de agua más grande del Caribe,ubicada entre las provincias de Independencia y Bahoruco de la República Dominicana. Allí, se mantiene conservada una gran ladera de fósiles de arrecifes de coral de 30 pies de altura, única en su clase en todo el Caribe y que guarda en ella 10 mil años de historia climatológica de la zona. Esa pared, desde abajo hacia arriba, cuenta la historia de cómo crecieron los corales uno encima del otro durante miles de años.
“Como el Lago está por debajo del nivel mar, antes de llegar al Lago hay unas paredes de corales depositados y esas paredes, todos esos sedimentos y corales que están depositados nos están dando registros de lo que fue pasando y podemos saber cuándo hubo eventos extremos meteorológicos o si hubo un evento sísmico nos lo va a decir esa pared, porque vamos datando todo ese sedimento”, expresó Méndez Tejeda, director del Laboratorio de Investigación en Ciencias Atmosféricas de la UPR en Carolina.
De acuerdo a los profesores de la UPR, a través del estudio se busca no solo reconstruir el clima del Lago Enriquillo, sino de todo el Caribe, por medio de los corales, lo que a suvez permitirá comparar los efectos del cambio climático actualmente en los corales, con los efectos de cambios climáticos ocurridosdurante 10 mil años, cuando no existía la intervención del hombre.
Según Ramírez, la única manera de poder entender qué es lo que está pasando actualmente con los arrecifes de coral, no es estudiando los arrecifes vivos, donde la influencia humana ya está presente. Es necesario viajar miles de años atrás, cuando las descargas de aguas negras y de sedimentaciónprovocadas por el hombre no estaban presentes.
“El área del Lago Enriquillo es perfecta para eso. Encontramos un arrecife de coral finalmente donde están bien preservados, están en posición de crecimiento y hay una historia de miles de años preservada en ese arrecife, podemos ver como varía la población de arrecifes de coral, cuantos corales se morían y vivían al mismo tiempo, si habían algunas extinciones masivas aunque el hombre no estuviera, qué era lo que le hacían las tormentas, los huracanes y los tsunamis a esos arrecifes. Todo eso se puede ver allí sin la influencia del hombre”, aseguró el geólogo.
¿Cómo se formó la ladera de corales?
Hace 10 mil años, el nivel del mar comenzó a crecer e inundar la zona que hoy ocupa el Lago Enriquillo. La entrada del mar a la tierra formó entonces lo que fue en principio una bahía, una especie de brazo de mar hacia el interior de la zona terrestre que permitió el desarrollo de vida marina, incluyendo los arrecifes de coral, al interior de la zona, según indicó el profesor Méndez Tejeda.
No obstante, hace aproximadamente cinco mil años, la entrada de la bahía, el borde por donde entrada toda el agua de mar, se cerró por causa de las descargas de tierra y sedimento que bajaban de la Sierra de Neyba y la Sierra de Bahoruco, principalmente a través de la desembocadura del Río Yaque del Sur. El agua quedó atrapada, convirtiendo la bahía en un lago hipersalado, es decir, que el agua del Lago Enriquillo no es dulce, como suele ser en este tipo de cuerpos de agua, sino que es salada.
“La boca de la bahía se tapó y los arrecifes de coral murieron. Pasó como si vaciaras una piscina porque todo esa agua de lengua de mar que se tapó se evaporó y al vaciar la piscina, que es el Lago Enriquillo, quedaron todos esos arrecifes de coral fósiles que tienen entre 8 a 6 mil años de edad. […] Como es un sitio árido donde casi no llueve, pues los corales no se han alterado, están todos amarrados como es unaestructura de arrecife de coral, que nosotros llamamos en posición de crecimiento”, explicó Ramírez.
Las fases del estudio
La investigación que realizan los profesores Méndez Tejeda y Ramírez está dividida en cuatro fases con un fondo asignado de $600,000 otorgados por el Ministerio de Ciencias y Tecnologías de la República Dominicana. La UPR, por su parte, se compromete a brindar el tiempo necesario a los profesores para completar la investigación. La ingeniera Vera Valentinova de Cedeño y Australia Ramírez, del Instituto Geológico Dominicano, también forma parte del grupo que realiza la investigación.
En la primera parte del estudio, que culmina el próximo mes de mayo, se llevó a cabo la recolección de muestras de fósiles de corales y sedimentos, que ayudarán a reconstruir no solo el clima del Lago, sino del todo el Caribe durante los últimos 10 mil años.
“También en esa primera fase nosotros medimos todos los afluentes de agua que entraban al Lago para hacer un estudio hidroquímico que permitirá saber la calidad de agua que estaba y está llegando al Lago y cuáles son los componentes de esas aguas”, explicó el meteorólogo.
La segunda fase del estudio comienza este próximo verano, cuando los profesores viajarán nuevamente a la zona del Lago Enriquillo para continuar recolectando muestras y comenzar la etapa de análisis de los fósiles de corales.
“En la segunda etapa continuamos datando esos fósiles y trayendo más fósiles de otras capas. Paralelo a eso, estamosrecolectando toda la información climática que hay en la región, como temperatura, lluvia, humedad, evaporación, evapotranspiración, que es cómo respiran las plantas, y también recolectando datos con las personas que viven en la zona”, indicó Méndez Tejeda.
Las últimas dos etapas del estudio serán dedicadas a realizar el análisis de todas las muestras recolectadas durante los primeros dos años. Durante este periodo también se harán distintos laboratorios y pruebas nucleares a los fósiles de corales y ayudarán a descifrar toda la información grabada en ellos.
Alrededor de 700 muestras de fósiles de corales fueron traídas desde la República Dominicana y se encuentran ubicados en el Recinto Universitario de Mayagüez de la UPR, donde serán estudiados por los profesores Ramírez y Méndez Tejeda. (Prensa RUM) En la foto a la derecha, una de las laderas de fósiles corales ubicados en la zona del Lago Enriquillo en la República Dominicana. (Suministrada)
Durante este periodo se formarán los modelos climáticos para reconstruir el clima del Caribe y llegar a conclusiones respecto a cómo los cambios climáticos ocurridos naturalmente, es decir, sin la ayuda o intervención del hombre, han afectado históricamente a los corales, para luego compararlos con los daños registrados hoy día, donde parte de la responsabilidad recae en los seres humanos.
Dichos modelos climáticos también ayudarán a determinar si realmente existe un daño acelerado provocado por el hombre o si los cambios registrados en el pasado concuerdan en velocidad y magnitud con los registrados hoy día. Se calcula que la investigación y sus conclusiones estarán listas durante el verano del año 2018.