En muchas ocasiones escucho a los analistas en la radio (ellos saben quienes son) hablar de cerrar la Universidad de Puerto Rico en Utuado (UPRU) como medida para solucionar la crisis financiera de nuestro sistema universitario. Siempre que escucho esto, me pregunto, ¿conocen ellos nuestro recinto o simplemente lo dicen porque piensan que está allá, lejos en la montaña, y no es necesario o no tiene valor?
Probablemente, estos analistas desconocen algunos de los siguientes datos. De acuerdo al documento Perfil de Estudiantes de Nuevo Ingreso 2013-2014 de la Oficina de Planificación y Estudios Institucionales de la UPRU, el 48% de los estudiantes nuestros provenienen de la zona rural y el 78% son egresados de las escuelas públicas del país. La mayoría de nuestros estudiantes de nuevo ingreso han obtenido puntuaciones promedio o bajo promedio en la Prueba de Evaluación y Admisión Universitaria.
Muchos de ellos confiesan que son los primeros en su familia que tienen la oportunidad de ingresar a la universidad (estudiantes de primera generación). Algunos comienzan en Utuado porque no tienen los medios para hospedarse en Mayagüez o en Río Piedras Sin embargo, cuando eventualmenete logran trasladarse a cualquiera de estos dos recintos compiten y logran su meta. Muchos de ellos continúan estudios graduados y otros se integran como profesionales a la fuerza laboral de la zona montañosa. Todo esto nos enorgullece como facultad.
Son muchas las historias de éxito de nuestro recinto. Personalmente, tengo tres colegas en mi departamento que fueron mis estudiantes en los cursos de historia. Uno de ellos completó su doctorado, otra está escribiendo su tesis doctoral en la Escuela Graduada de Historia de la UPR en Río Piedras y el último se graduó de maestría también en la misma escuela de la UPR en Río Piedras y ya inició su doctorado. Dos de ellos publicaron sus tesis de maestría, libros que yo tuve el honor de presentar y que se pueden adquirir en librerías del País.
Por otro lado, cuando se habla de impulsar la agricultura y de crear empresas puertorriqueñas, ¿cómo vamos a cerrarles las puertas a los jóvenes que están interesados en trabajar la tierra y tener sus propias agroempresas? Es en nuestro recinto donde aprenden, no solamente a sembrar sino también a iniciarse en el mundo de los negocios. No olvidemos que es esta nuestra verdadera industria y que a menudo se comenta sobre una crisis alimentaria a nivel global.
Otro aspecto importante es el impacto del recinto utuadeño en las economías de los muncipios circundantes. Esa zona de la Isla tiene muy poca actividad económica y la UPR en Utuado moviliza parte de esa actividad. De acuerdo al Negociado del Censo Federal, Censo de Población y Vivienda de 2000, Utuado contaba con un 60.3% de su población bajo el nivel de pobreza por encima de Jayuya que tiene un 57.6% de su población bajo el nivel de pobreza. De los pueblos circundantes solo le superan Adjuntas con 61.7% y Lares con un 61.8%. De igual manera, el Censo Federal recoge que el ingreso per cápita en el pueblo de Utuado es de alrededor de $5,086. Los pueblos vecinos, de los cuales se nutre la UPR en Utuado, evidencian una similar situación económica. Por ejemplo, el ingreso per cápita de Adjuntas es de $4,975, el de Lares es de $4,634, sólo los supera Jayuya con $5,156. Aunque estamos en el 2016, no creo que estos números hayan cambiado mucho. Me pregunto, ¿qué sería del desarrollo social y económico del centro de la isla sin la UPR de Utuado (“Recinto de la Montaña”)? ¿Tienen idea de los empleos directos e indirectos que genera para esta área geográfica del país y de las oportunidades culturales y sociales que promueve?
La misión de la UPR está muy clara: desarrollar la riqueza intelectual de nuestro pueblo, especialmente los menos favorecidos en recursos económicos. También esa misión establece que como institución pública de educación superior la UPR tiene la encomienda por ley de servir al pueblo de Puerto Rico, cónsono con los ideales de una sociedad democrática como la nuestra. Debe, entre otras cosas, desarrollar a plenitud la riqueza intelectual y cultural latente en nuestro pueblo, a fin de que los valores de la inteligencia y el espíritu de las personalidades excepcionales que surgen en todos los sectores sociales, especialmente los menos favorecidos en recursos económicos, puedan ponerse al servicio de la sociedad puertorriqueña.
Señores analistas, la Universidad de Puerto Rico en Utuado es un recinto vibrante, lleno de vida donde la facultad, los estudiantes, empleados y la comunidad utuadeña se integran para hacer de ella una universidad entusiasta y diferente. Somos el recinto más pequeño pero no por ello el menos valioso. Les invito a conocerlo y a evaluar la gran aportación que hacemos a nuestro País.