
Aunque el huracán María afectó la zona de Guavate, en Cayey, los propietarios de las lechoneras Los Amigos, Los Pinos, El Rancho Original, Bruni & Restaurant y El Nuevo Rancho aseguran que estas navidades se comerá lechón.
La clientela de estos comercios de la famosa ruta del lechón ha mermado un poco, pero no al punto de no contar con ningún cliente. Los locales siempre reciben personas desde las 9:00 de la mañana hasta la hora de cierre, en donde venden entre cuatro y cinco lechones diariamente, sin contar los lechones que piden para los caterings, que muchas veces pueden ser entre 15 y 20 en los días festivos, tales como Nochebuena, Navidad, y Despedida de Año.

Clientes en El Rancho Original. (Coralis Viera/Diálogo)
Entrando a diciembre —fecha especial y anhelada por los puertorriqueños para comer un rico lechón y pasteles— Cayey ya se encuentra con temperaturas agradablemente bajas, así que el clima en estos días se siente placentero. Durante una visita de Diálogo, los locales tenían su clientela e incluso había filas, pero no era del todo incómodas. Las personas hacían bullicio mientras pedían un servicio de lechón con pasteles, arroz con gandules, verduras, morcilla y más. El olor era sumamente delicioso y mucho mejor si tenías buen apetito.
En la lechonera Los Amigos, José Luis “Cheo” Rodríguez, quien trabaja allí hace más de 20 años, reconoció que estamos en tiempos difíciles, pero pese a la situación ellos nunca dejaron de trabajar y ofrecer sus servicios. Retomaron el trabajo tres días después del temporal en una esquinita de su zona, donde acomodaron mesas bajo una carpa, mientras se encargaban poco a poco de arreglar aquello que había quedado trastocado.
El comedor estaba arreglado y bastante cómodo, con mesas amplias y taburetes. Nunca faltó un “buen provecho” a cada instante de algún cliente que pasaba por el lado. El árbol de Navidad daba paso al espíritu de la época y los niños lo admiraban mientras iban en dirección a las mesas para comer un delicioso almuerzo junto a su familia.
Esta lechonera es el negocio más concurrido de la ruta del lechón, ya que se encuentra justo en la salida de Guavate a mano derecha. Aún no tienen luz, pero se mantienen operando con una planta eléctrica. Hasta el momento, el único percance que han tenido ha sido con los distribuidores. Por esta razón, se han visto en la urgencia de comprar sus suministros en diferentes lugares para cumplir con los números de ventas semanales de lechón y de otros productos como bebidas, postres y verduras, entre otros.

Plato de lechón y pasteles. (Coralis Viera/Diálogo)
Aunque durante los días regulares no está acudiendo gran cantidad de personas, en los días festivos no cabe un alma. El Día de Acción de Gracias, por ejemplo, en las lechoneras hubo muchas ventas. Entre las compras de comida y el gran ambiente familiar que había en estos locales, cada encargado se llevó una grata sorpresa. Las ventas fueron impresionantes y mientras el día transcurría, más familias llegaban, con el deseo de pasarla bien.
“El Día de Acción de Gracias se dio como nunca”, afirmó Cheo. “¡Demasiado brutal! ¡Años y años que no se veía lo que ocurrió ese día!”, señaló Carlos Claudio, encargado de la lechonera El Rancho Original desde hace 12 años. Claudio comentó que probablemente la gente quería escapar un poco de la realidad ante la falta de energía eléctrica y pasarla bien en familia.
La lechonera, que opera desde fines de 1960, abrió el día después de María para ofrecerles comida gratuita a todos aquellos que estuvieran por el área y a los que ayudaban a limpiar.
Claudio junto con otros comerciantes de la zona se unieron para levantar Guavate y abrir paso en las carreteras para así poder continuar sirviendo a los clientes.
“Yo soy de los que piensa que hay que meter mano y hay que luchar por lo que uno tiene”, destacó. El comerciante se mantiene ofreciendo todos sus servicios con una planta eléctrica bastante grande para incluir música en vivo. El Nuevo Rancho también se unió a la causa para ayudar y levantar Guavate y a su vez comenzó a dar servicio el mismo día que El Rancho Original.
La lechonera Los Pinos, por su parte, abrió seis días después del huracán. Según Erlica Rodríguez, hija de los dueños y encargada del negocio desde 2007, sus ventas mermaron ya que el 90% de su clientela eran turistas. Sin embargo, ahora el lugar es frecuentado por clientes locales.
Como las otras lechoneras, Los Pinos tuvo la dicha de recibir muchas familias el jueves de Acción de Gracias.
“Por bendición de papito Dios, el Día de Acción de Gracias nos llevamos una gran sorpresa”, declaró Rodríguez.
Señaló que han tenido que reducir el horario de servicio por la falta de luz, pero hasta el momento se mantienen operando parcialmente con una planta eléctrica.
El pueblo y los comerciantes se han unido para levantar esta zona tan conocida. Incluso cuando vas en la carretera subiendo para la lechonera Los Pinos y El Rancho Original, a tu mano derecha encontrarás una hermosa bandera puertorriqueña pintada junto con el nombre de “Guavate Se Levanta”, diseñada por el cayeyano Víctor González.
Los comerciantes de la ruta del lechón esperan que las navidades sean igual o mejor que el Día de Acción de Gracias, porque, como dijo Cheo: “aquí hay lechón para toda la temporada navideña”.