El semestre de 12 semanas que correrá desde marzo hasta principios de junio del año entrante en el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR) servirá como “proyecto piloto” para la posible eventualidad de que el principal campus de la institución adopte un sistema trimestral de forma permanente en un futuro cercano.
Según la Certificación Número 4 de este año académico, el recinto riopedrense aprobó requerirle al Decanato de Asuntos Académicos (DAA) que considere la viabilidad de crear un calendario en formato de trimestres que incluya sesiones de tres, cuatro u ocho semanas, así como una sesión de invierno.
El decano de la Facultad de Educación y miembro exofficio del Senado Académico, Roamé Torres, señaló a Diálogo que si bien el calendario para el segundo semestre del año 2017-18 fue recortado como “una respuesta al atraso por la huelga y el huracán María y nos permite salvar la sesión de verano, también nos serviría como una especie de proyecto piloto para estudiar si es una alternativa que pudiésemos implantar de manera permanente”.
“Obviamente, hay diferentes opiniones y factores que entran en juego a la hora de analizar una posibilidad como esta, como sería el tema de la calidad de la enseñanza, por ejemplo, pero me parece que es una opción que sería atractiva para los estudiantes si se utiliza. El sistema trimestral ya está en práctica en muchas instituciones privadas y permite al estudiante culminar su grado más rápido”, agregó el decano, aunque enfatizó que de momento todo se encuentra en una “fase exploratoria”.
Por su parte, la representante estudiantil del Recinto de Río Piedras ante la Junta Universitaria, Wilmarí de Jesús, resaltó que aunque el liderato estudiantil no se opone en principio a la transformación del calendario académico, sí precisa de un análisis más abarcador que exponga las implicaciones que conllevaría.
“Sabemos que en recintos como la UPR en Carolina ya tienen un sistema trimestral, pero nuestro recinto es bastante particular. Río Piedras es un recinto grande en donde tenemos estudiantes graduados y subgraduados, por lo que entendimos que lo más prudente era que se realizara un estudio más amplio previo a tomar la decisión de adoptar un calendario como ese”, puntualizó la expresidenta del Consejo General de Estudiantes.
De acuerdo con la también miembro exofficio del Senado Académico, fue el caucus claustral de este cuerpo el que, durante la reunión del 30 de noviembre, trajo a la mesa la recomendación de alterar el año académico.
Sin embargo, el pleno optó por acoger unánimemente la moción del representante estudiantil de la Escuela de Arquitectura, Héctor Berdecía, para que el asunto se llevara primero ante el DAA.