Todo texto audiovisual es literatura y toda literatura puede ser audiovisual, si se quiere. Así se dejó sentir en el debate, Cine, documental y la literatura, que formó parte de la jornada final de Festival de la Palabra 2012.
El debate, moderado por la ex profesora de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, Lorna Polo, contó con la participación del periodista, guionista y profesor Joao Tordo; Rodrigo Rey Rosa, considerado uno de los mejores escritores actuales del continente americano, y el editor, periodista y columnista, Nelson Vera Santiago.
De entrada, Polo abrió el debate cuestionándole a los invitados cuál es su definición de cine documental. Rey Rosa fue el primero al micrófono, diciendo que irónicamente nunca había hecho cine documental pero que lo define como no ficción. Es decir, considera que es un tipo de reportaje y que todo depende de cómo el realizador quiere que lo perciba el público.
Tordo, por el contrario, piensa que sí toca la ficción y lo compara con la literatura diciendo que existe la diferencia de la ficción escrita y la ficción del cine documental.
Con él coincidió Vera al enunciar que estos textos audiovisuales, presentan características de la no ficción.
"El carácter expositivo es lo que define el cine documental", abundó.
Aun así, ¿cuál es la relación de la literatura con el cine documental?, se preguntó en el debate.
En un tono gracioso Rey Rosa nuevamente comenzó el turno diciendo que su película, “Lo que soñó Sebastián", (2004), basada en su propia novela y dirigida por él mismo, documenta sus torpezas como cineasta, pero que un año después de que escribió la novela surgió el interés de verla en imágenes y aunque quiso ambientar historia, no lo hizo el sentido documental.
"El cine es una gran influencia para narrar" mencionó.
Por su parte, Tordo comentó que una novela y un guión son totalmente distintos. Según él, el guión tiene sus reglas y sus detalles, aunque "muchas veces cuando escribo veo las cosas en mi cabeza como si fuera una película".
En su turno, Vera dijo que es difícil plasmar sus personajes en una película, y si se cambian ya no son sus personajes sino una representación de ellos y teme perder el personaje.
Al final, el último tema que se planteó fue si un texto literario puede ser totalmente fiel cuando se lleva a la pantalla. Rosa explicó que la fidelidad es relativa y que todo depende del espíritu del texto. Es decir, según dijo, es posible que un texto se pueda mejorar, igualar o empeorar.
Vera expuso que la visión, la velocidad y la incertidumbre del cineasta y el libretista son diferentes pero que siempre va a ver algo que los una por lo que opinó que sí puede haber una fidelidad.
Tordo finalizó contradiciendo a sus compañeros diciendo que no puede ser totalmente fiel, ya que según explicó el texto audiovisual puede ser mejor o peor pero no totalmente fiel.
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