“¡Qué va a ser! ¡Ja, ja, ja!”
Es en serio y las carcajadas lo afirman. Bik Ismo, el de los grafitis de las tostadoras, llegó antier de pintar Terminal 23, la cancha privada de Michael Jordan en Nueva York. Se echa a reír por teléfono desde Arecibo cuando le decimos que han arrestado a Banksy, uno de los artistas urbanos más reconocidos del mundo. Esto de la legalidad del arte urbano es algo tan serio para Bik, que da risa.
“Chico, a Banksy nunca lo van a arrestar”, nos dice con respecto al engaño que recientemente voló por las redes sociales sobre la supuesta detención del polémico artista. Si usted se lo creyó, tranquilo, no fue el único. El “bluff” más reciente del arresto de Banksy en Inglaterra fue tal que hasta su publicista tuvo que salir a desmentirlo.
“Yo no creo que ni siquiera lo confronte la autoridad, pero si pasara es bien difícil que Banksy vaya preso. Estamos hablando de un tipo cuyas obras ya pasan de un millón de dólares. Él tiene power. Cuando hace murales, lo más seguro hasta alquila la pared, habla con el dueño o algo así. Ahí hay chavos. Los murales de la rata, por ejemplo, los hizo junto a una compañía de anuncios, Colossal Media (NYC, 2008). Ese tipo tiene todo un equipo de trabajo”, agrega Bik Ismo.
Como cotizado y respetado artista de la calle, “Bik Ismo”, “Bik”, “Ismo”, o como dice su pasaporte lleno de estampas, Joshua Santos, de 33 años de edad, entiende a perfección esta cosa del arte callejero donde “hay chavos” versus el grafiti “de verdad”.
Por ejemplo, la semana pasada guisó en grande a lo corporativo cuando pintó varios murales junto a su hermano del alma Rimx (David Sepúlveda) en el complejo privado de la marca de zapatillas Jordan, en Nueva York. Es la segunda vez que Ismo y Jordan trabajan juntos, pues junto a Rimx, boricua radicado en Nueva York, formó parte de la presentación de la edición número 29 de las zapatillas de esta marca, en septiembre pasado en la Gran Manzana. Bik relata que el complejo tiene varias canchas de baloncesto, una barbería, el logo de la marca de Carmelo Anthony, “pues él se pasa allí practicando”, y que Jordan la usa tanto para sus propias cocinitas como para actividades benéficas y entrenamientos de todo nivel.
“¿O sea, que te vendiste?”, le disparamos.
“Pues fíjate, siempre me mantengo al día con mi gente de grafiti de verdad…. Y siempre bombardeo (término para el grafiti callejero), donde quiera que vaya. Ahora mismo, pinté en la cancha de Jordan en Nueva York, pero ¿quién te dice que no estuve pintando en los trenes? Claro, yo no te he dicho que estuve”, responde gozoso.
Más risas. Esto cada vez se pone más serio. Volvemos a insistir sobre la legalidad del arte y cómo los festivales grandes de arte urbano retan aquel sentimiento de peligrosidad que antes tuvo el grafiti y que, dice Bik, “aún está vigente”.
“Lo que pasa es que los festivales está dirigidos a lo que se ha oficializado ya como street art. Es algo hip. Por eso a algunos grafiteros, y te digo que son más los que practican grafiti ilegal y clandestino, no les gustan. Hay quienes hacen buen arte y participan de ambos movimientos. Yo lo he hecho. Pero, por ejemplo, si te vas a pintar unos trenes en Nueva York, créeme que hay peligro de que te agarre la ‘Niu York Pidí’ y esos muchachos no son tan buena gente”, apunta.
Pero Ismo sabe bien que no hay que irse a los niuyores para ser tratado como un criminal por grafitiar. ¿O ya no recuerda los principios del siglo XXI, cuando el Municipio de San Juan salió en la prensa imputándole “actos criminales”? Bik Ismo fue uno de los primeros en entrar a un exclusivo club de enemigos políticos del exalcalde de San Juan, Jorge Santini, al que también pertenecieron conocidas figuras de la Legislatura, la radio y televisión puertorriqueña.
“Ay Santini…Recuerdo que cuando salimos en los periódicos, la Municipal iba donde panas que pintaban paredes legales, hacían murales con permiso. Llegaban con una carpeta mía y les enseñaban mi foto y preguntaban por mí, que donde yo estaba. Ja, ja, ja, por simplemente hacer tostadoras me carpetearon”, expresó, aludiendo al sello de fábrica de su arte, que se regó por todo San Juan y Puerto Rico a principios del siglo XXI y, eventualmente, por cuanto rincón del mundo donde ha hecho arte.
“Ahora lo pongo solamente cuando bombardeo, quizás salga la tostadora en uno que otro mural, pero no en todos”.
Eso fue hace tiempo. Tras viajar el mundo, desde ser juez en el Certamen Andaluz de Grafiti hasta exhibir en una galería en el distrito de diseño Harajuku de Tokio, Japón, es ahora Ismo el que expone su arte en las plazas de los municipios. Como, por ejemplo en la Plaza de Las Delicias en el casco urbano de Ponce, donde se encuentra un pelotón de estatuas de leones pintados por distintos artistas plásticos y urbanos.
“Yo no soy de ningún partido, pero parece que Mayita está más al día y mejor asesorada que lo que estuvo Santini. Para Santini, por ejemplo, arte era poner un elefante en el Museo ese silvestre que se inventó”, dijo Ismo.
“Realmente, yo no siento que me vendo cuando hago cosas así. Más bien pienso que eso que está ahí, abierto al público, es para el pueblo, porque el que va a ver eso es el pueblo. Es bueno que como grafitero te den ese foro, entre comillas ‘oficial’, para que vean que el grafiti es arte. Y si me pagan, pues mejor. ¡Ja!”, agregó.
Eso es en Ponce. En San Juan, mientras tanto, la cosa ha sido medio agridulzona con la alcaldesa Carmen Yulín Cruz.
“Por ejemplo, tenía algunos grafitis al lado de unas Oficinas de Servicio del Municipio de San Juan en Río Piedras, por El Boricua. Entre ellas había una imagen de dos pistolas dándose la mano y no sé si fue que se sintieron aludidos o creyeron que era para ellos, pero me lo borraron”, recuerda en alusión a varios trabajos de arte urbano que el Municipio sustituyó con lo que ahora es un mural descriptivo de los tres siglos de historia de Río Piedras, hecho en colaboración con residentes de la comunidad.
“Borraron todos los grafitis, pero ahora cuando fui a Nueva York, me quedé dos semanas extra para pintar en la calle, y cuando me dieron una pared abandonada con gran espacio horizontal me acordé de aquel grafiti y lo retomé. Ahora está allí, en Borinquen’s Place en Williamsburg, en plena zona hipster de Brooklyn, entre Grant y Union”, explica sobre la pieza de arte que ha recibido gran exposición en Brooklyn y en las redes sociales. Hasta el músico Pharell Williams, que usualmente reserva sus blogs, posts y tuits para artistas como Kaws y Takashi Murakami, lo reseñó.
Ni corto ni perezoso, Bik retoma la prerrogativa de la legalidad del arte, que le persigue en la ciudad capital.
“Carmen Yulín sabe quien soy, si dibujé la cara de Hiram Bithorn en el Estadio. La vi en la conferencia de prensa del Bithorn previo al Clásico Mundial. Supo que yo era Ismo allí, se lo vi en la cara. Alcaldesa, usted apoya el arte urbano y estoy consciente de eso, pero me dicen que en otro lado dijo que no le gustaban las tostadoras de Ismo.
Y ya que estamos en Río Piedras… ¿por qué no hablar del edificio que un colectivo de artistas, entre ellos Bik y otros como Shet Rock y Jorge Rito, rescató frente a la Torre Norte, en una esquina de la Avenida Universidad, lo que ahora es una pizzería?
El tono baja y se acaba el ‘cui cui cui’. Esta sí duele en el alma. Después de todo, fueron los artistas quienes decidieron integrarse a la comunidad, sin respaldo del Municipio, sin ayuda material que no fuese la que obtuvieron haciendo actividades para sacar fondos, con ganas de crear, con ganas de cambiar las cosas. Y, como cuenta Bik, vino “el Real Estate”, barbarazo al fin, y acabó con to”.
“Pues mano, eso era un shooting de droga, un sitio abandonado. Lo limpiamos, lo rescatamos…decidimos hacer un espacio de las artes entre como 30 artistas. Se convirtió en una placita. El artista Jorge Rito hizo un mini skate park. Usamos el arte para limpiar el área, para sacarlo de ser un hospitalillo donde asaltaban a los estudiantes que transitaban de noche, a ser un verdadero sitio de compartir.
Ahora es una pizzería. Los bancos, los realtors vieron que pusimos el sitio bonito y se vendió a gente que hace comercio allí. Borraron todos los murales que hicimos y trajeron otros artistas para hacer lo mismo. Se copiaron hasta nuestra idea de pintar las columnas. Ahí tienes otra historia que no es Banksy”, exhala.
Cero risas. Por si acaso, Banksy sigue sin ser arrestado, pero en este momento, ¿qué importa?
Vea imágenes del arte de Bik Ismo, visitando su página de Instagram.