Desde hace una semana, la Olla Común y sus integrantes se levantan al amanecer para cocinarle desayuno a alrededor de 170 personas en Río Piedras que todavía resienten los estragos del huracán María que impactó a Puerto Rico el pasado 20 de septiembre.
“No es solamente un comedor social, sino también un espacio de apoyo mutuo. Aquí viene todo tipo de persona a comer: deambulantes, estudiantes, profesores, madres solteras, niños y familias”, afirma Stephanie Nieves, colaboradora de la iniciativa.
Al llegar, lo único que solicitan es el nombre, número de teléfono y habilidades que pueda prestar la persona que va en busca de alimentos. Al entrar al espacio, ubicado en El Ensayo –un café-teatro en la calle Robles de Río Piedras — te recibe un enorme caldero lleno de avena y, muy cerca, algunas frutas frescas, galletitas con atún, agua, café y sonrisas.
“Por lo menos, aunque sea una sola comida al día, tengo pa’ comer”, dice Alex, al preguntarle sobre el impacto de la iniciativa en su vivir.
Con él coincide Joseph, de 20 años, quien va más allá al explicar que el trabajo que ha hecho en la Olla Común y la Brigada del Mellao —grupo de voluntarios que se han lanzado a la calle a limpiar escombros—le ha cambiado la vida.
“Antes del huracán yo vivía con mi mai’. Después con las discusiones y eso, me botó de casa y estoy sobreviviendo como quien dice… Pero estoy bien porque voy pa’l shelter y estoy comiendo aquí también. Yo era una persona que siempre estaba sola, deprimente, y cuando empecé a ayudar a las personas, mi autoestima subió. Ya no estoy en depresión porque muchas personas me admiran y me reconocen”, revela el joven que desde temprano en la mañana ayuda a preparar mesas y sillas y luego también se queda para limpiar el espacio.
“Pasé aquí buscando empleo, y me dijeron que estaban buscando voluntarios y que había comida. Después vine por la mañana y empecé a trabajar como voluntario. Yo siempre estoy invitando a la gente aquí y me siento mejor porque los veo desayunar aquí, y no gastando lo poco que tienen”, añade.
A rehabilitar el espacio público
Localizada en el patio de El Ensayo la Olla Común también funge como el centro de operaciones de la Brigada del Mellao: un grupo organizado que, además de colaborar en la cocina y limpieza del local, también se ha encargado de rehabilitar los espacios públicos de Río Piedras y sus comunidades.
Justo frente al local ubican guantes y herramientas para quien quiera incorporarse se una a la brigada. Y es que, tras el paso del huracán María y, en respuesta a la inhabilidad del gobierno en proveer servicios esenciales a las comunidades, La Brigada del Mellao, cuyo nombre alude a que sus machetes y hachas están melladas de tanto uso, y la Olla Común han asumido en conjunto la tarea titánica de ayudar al prójimo en estos tiempos de crisis.
Le han dado desayuno a los empleados del Municipio de San Juan que estaban trabajando en la limpieza de la calle Robles también.
“Esto fue una iniciativa común, había que hacer algo y nadie estaba haciendo nada”, comenta Alvin Carbó, profesor de la Universidad Metropolitana.
“Yo vivo aquí en Río Piedras y me uní a dos o tres que empezaron a limpiar y de ahí fuimos reuniéndonos en el Boricua todos los días a las ocho de la mañana”, explica.
Fue así que la brigada comenzó sus primeros labores en la Plaza del Recreo en Río Piedras, donde habían caobas y otros árboles caídos que picaron y removieron para habilitar el área.
Posteriormente, impactaron las comunidades de Venezuela, el Hoyo, la República de Colombia y Buen Consejo trayendo suministros, recogiendo escombros, abriendo caminos y, por último, llevando toldos y montándolos en hogares que perdieron su techo.
“De hecho, tenemos que volver a Buen Consejo”, sostiene el profesor, “porque hay una doña que el agua le entró por todos lados y perdió todo”.
La diáspora puertorriqueña, las iglesias y las mismas comunidades también han formado una parte imprescindible de los esfuerzos que suma la Brigada del Mellao por levantar a Río Piedras. Han recibido equipo de primeros auxilios del Centro de Médicos para Familias de Guaynabo, como también suministros, fondos y herramientas del Conjunto del Llamado y del Comedor Social del Centro de Apoyo Mutuo de Caguas. La Iglesia del Pilar de Río Piedras también ha colaborado en coleccionar y repartir medicamentos donados.
El grupo solidario también está en contacto con puertorriqueños en París que forjaron la Alliance Puerto Rico France para recaudar fondos y suministros que enviarán a la Isla, si se permite, a través del Ministerio de Relaciones Externas de Francia.
La misma organización auspiciará un evento artístico en París el 22 de octubre para concienciar sobre la situación que Puerto Rico enfrenta y recaudar lo más posible para la Isla.
Este esfuerzo colectivo de fomentar el compañerismo y la voluntad ha evolucionado a reflexiones sobre un porvenir más activo en solidaridad comunitaria.
En palabras de Gury Bellaflores, líder recreativo y comunitario, “es que aunque vuelva la luz, la crisis va a seguir. Puerto Rico tiene que entender que es el pueblo quien va salvar el pueblo, nadie más”.