Ese lunes ella no quería llegar a la escuela. Por eso, el día antes dejó todo preparado. Dos cartas sobre la mesa, un cuarto bien recogido e incluso planeo cómo se acostaría debajo de la cama para que fuera encontrada por sus padres. Luego, treinta pastillas y listo. La noche se encargaría del resto. Pero un leve sorbo de aire que su madre escuchó desde el pasillo hizo que la niña, de apenas 12 años y con promedio perfecto en la escuela, sobreviviera en el acto. Sí, quiso suicidarse. Las compañeras en el colegio la estaban molestando demasiado y la directora escolar no hacía nada al respecto. La presión diaria que vivía le hizo concluir que atentar contra su vida era la mejor solución para todas sus atribulaciones. Este es sólo un ejemplo de una desgracia que a diario golpea la felicidad del País. Según estadísticas recopiladas por tendenciaspr.com, en el 2008, la Policía de Puerto Rico reportó 273 suicidios en la Isla. De estos, 41 fueron de adolescentes. Sin embargo, lo que las estadísticas no reflejan son precisamente los casos como el descrito arriba, pues los intentos de suicidio no son contabilizados. Para poder prevenir de manera efectiva estos casos en el País la educación y la solidaridad social son fundamentales, según señalaron los expertos entrevistados por Diálogo Digital. “Hay que educar a la sociedad y a los profesionales, especialmente a los maestros y padres. El Departamento de Educación debe moverse a establecer programas de educación sobre la prevención de suicidios. Explicar las señales que tiene una persona que puede cometer actos de suicidio, dónde pueden recurrir, qué servicios están disponibles”, indicó la directora de la Oficina para la Prevención de Suicidios de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, Nilde Cordoniali. Por su parte, el psicólogo industrial, Carlos Andújar, afirmó que se tiene que orientar a los ciudadanos, ya que el alza de suicidios se está convirtiendo en un problema de salud pública. Ambos expertos coincidieron en que el Departamento de Salud no está trabajando con la suficiente premura, y mucho menos tomando las medidas necesarias, para prevenir este problema. Para Andújar, la Comisión para la Prevención del Suicidio está rezagada a un segundo plano en Salud. En tanto, Cordoniali expresó que “hay muchas agencias que deben dar servicios adicionales”. Por ello sugirió que debe crearse una sinergia entre el Departamento de Salud, la Familia y Educación. “Es necesario que se sienta que hay más servicios, más líneas de ayuda y más clínicas que puedan ofrecer servicios”, puntualizó. La doctora también hizo hincapié en que debe enfatizarse en darle mejores servicios a las poblaciones pobres, sobre todo en los casos que requieren hospitalización. Los hospitales privados de salud mental, como lo son por ejemplo el Panamericano o el Capestrano, son costosos, por lo que el proceso de aprobación para la ciudadanía que depende la Reforma se convierte en una empinada cuesta.
Los psicólogos coinciden en que las razones principales que llevan a una persona a suicidarse son el estrés económico, el abuso sexual, la violencia doméstica, la falta de apoyo social, la depresión y la desesperación que surge cuando se confrontan los problemas diarios. En la adolescencia, particularmente, predominan los problemas de autoestima ya que los jóvenes están buscando su identidad y descubriendo su sexualidad. Mientras, en los envejecientes, influyen los sentimientos baja autoestima, la intolerancia a la pérdida de salud y la frustración por la falta de servicios que hay en Puerto Rico dirigidos a esta población. Cordonali señaló que se debe prestar especial atención a los sobrevivientes que tengan algún familiar que haya cometido suicidio, ya que son más propensos a ver en la fatal opción su única puerta de escape. No obstante, algunas personas utilizan el suicidio como una estrategia para manipular, llamar la atención o mantener a alguien a su lado. En ese caso los métodos comunes son el consumo de pastillas y cortarse las venas, manifestó Andújar. Sin embargo, no se deben pasar por alto estas amenazas; una persona manipuladora al final podría optar por el suicidio. A pesar de las críticas de los expertos, el Departamento de Salud está coordinando algunos esfuerzos por educar a la ciudadanía. “Yo amo a la vida 24/7” es el lema de la Semana de la Prevención del Suicidio, que culminará este viernes con una caminata y carrera, actividades artísticas y clínicas de salud en la Plaza de Recreo de Aibonito. “Nosotros podemos darle un abrazo a una persona que esté pensando en quitarse la vida y decirle que lo queremos, y eso puede prevenir un posible suicidio”, concluyó Andújar.