Esperanza. Ése fue el norte que les guió durante todo el semestre. Su objetivo consistió en exponer a 25 jóvenes embarazadas al cuidado prenatal, combinado con su rol de universitarias. Se trata de los estudiantes del curso ENFE 4001- Enfermería Materno Infantil I, quienes celebraron el fin del semestre con la actividad denominada Esperanza a la vida. Con ésta, culminó el proyecto piloto que también estuvo a cargo de las profesoras del Departamento de Enfermería del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), Ana C. López y María C. Cortina, catedrática asociada e instructora, respectivamente. De acuerdo con la directora de Enfermería, profesora Zaida Lina Torres, se trata de un proyecto innovador en el que se destaca la colaboración activa, tanto de las profesoras como de los estudiantes. “Éste combina la parte académica, la investigación y el servicio comunitario”, indicó Torres. El curso incluyó reuniones semanales en las que participaron las 25 alumnas embarazadas, con el fin de exponerlas al cuidado prenatal, como respuesta a la alta incidencia de embarazos en jóvenes en Puerto Rico. Las estadísticas del RUM, revelan que para el año académico 2008-09, diez estudiantes tramitaron un permiso de estacionamiento especial, debido a que sus embarazos se consideran de alto riesgo. Ante esta realidad y conscientes de los cambios físicos, psicológicos, emocionales y sociales, por los que pasan las embarazadas, surgió Esperanza a la vida. Este proyecto recibe su nombre de la profesora Esperanza Rivera García (Q.E.P.D.), quien se desempeñó como catedrática de Enfermería del RUM. “Una vida de logros”, así se refirió la profesora Cortina al leer la semblanza de Rivera. “Su vida nos demuestra que podemos encontrar esperanza en las más disímiles labores”, añadió. Del mismo modo se expresó la profesora López al señalar que Rivera fue una especialista en el tema de la maternidad. Precisamente, bajo ese lema de esperanza, se logró exponer a las estudiantes del curso a la salud prenatal, al cuidado del recién nacido, la lactancia, la nutrición y los ejercicios. Mediante el Proyecto, a las alumnas también se les orientó acerca del descanso, la alimentación y autoestima para ayudarles en medio de su embarazo al mismo tiempo que estudian en el Recinto. También, se pretendía reducir cualquier riesgo de complicaciones para ellas o sus bebés. La actividad incluyó una conferencia de motivación a cargo de Hernán Méndez, coordinador del Programa de Salud del Departamento de Servicios Médicos. Asimismo, algunas de las estudiantes compartieron sus experiencias como participantes del Proyecto, en las que se enfatizó la importancia de velar por el futuro bebé desde el inicio del embarazo. Uno de los testimonios fue el de Blanca Liz Martínez, quien descubrió que se encontraba embarazada cuando tenía 30 semanas de gestación. Después de muchas dificultades, debido a que los médicos le ofrecían distintos diagnósticos, tuvo a su retoño en el mes de noviembre. La joven comentó que aunque llegó tarde al Proyecto, recibió el apoyo de todos sus integrantes. Luego de celebrar el fin del curso, las profesoras indicaron que se realizará una evaluación del impacto de Esperanza a la vida, para la cual utilizarán las recomendaciones de las participantes.