SEUL (Reuters) – Corea del Sur y Estados Unidos elevaron el nivel de alerta militar para la península coreana, luego de que Corea del Norte advirtió que la tregua que puso fin a la guerra de Corea ha expirado y que está lista para atacar. Pyongyang incrementó esta semana la tensión con una serie de provocaciones raramente vistas desde la guerra que se extendió entre 1950 y 1953, incluyendo amenazas bélicas, lanzamientos de misiles y una prueba nuclear que lo acerca a tener una bomba atómica. El comando conjunto, que incluye 28.500 soldados estadounidenses que apoyan a los 670.000 efectivos surcoreanos aumentó su alerta para indicar una amenaza seria por parte de Corea del Norte, dijo el Estado Mayor conjunto de Corea del Sur. Este es su mayor nivel de amenaza desde la primera prueba nuclear de Pyongyang en octubre del 2006. Corea del Norte parece encaminada a enfrentar nuevas sanciones por desafiar una resolución de la ONU al llevar a cabo una segunda prueba nuclear, dijo un diplomático occidental, mientras se espera una votación del Consejo de Seguridad para la próxima semana. Corea del Norte podría llevar a cabo provocaciones adicionales que incluirían pruebas de misiles de corto alcance desde su costa occidental, dijo el miércoles la agencia de noticias surcoreana Yonhap, citando una fuente de Gobierno no identificada. Varios analistas dicen que la demostración militar de Pyongyang está dirigida en parte a reforzar el control del poder de Kim Jong-il para que pueda dirigir mejor su sucesión en la única dinastía comunista de Asia, luego de que una supuesta apoplejía en agosto generó dudas sobre su liderazgo. Expertos en armas indican que aunque Pyongyang se está esforzando por desarrollar un arsenal nuclear, no tiene una manera efectiva de atacar con una ojiva o bomba atómica. Las potencias del Consejo de Seguridad acordaron en principio que Corea del Norte debe ser objeto de sanciones, dijeron diplomáticos occidentales el miércoles. Entre los pasos posibles se incluyen una prohibición a la importación y exportación de toda arma y no sólo de armamento pesado, la congelación de activos y la prohibición de viajar a funcionarios norcoreanos, y colocar más firmas en una lista negra de la ONU. Las medidas ampliarían las sanciones aprobadas por el Consejo luego de la prueba nuclear de Pyongyang en el 2006, penalidades que han sido en buena parte ignoradas y no aplicadas de manera estricta. Los diplomáticos dijeron que también se podrían implementar inspecciones de buques de carga, aunque China, preocupada por la inestabilidad en su vecino y lo más próximo que tiene Pyongyang a un aliado, es reacia a tomar esa medida. Funcionarios estadounidenses han instado a China a presionar a Corea del Norte para que retroceda de su arriesgada política nuclear y regrese a las estancadas negociaciones de desarme. Pero muchos analistas chinos dicen que Washington exagera el poder de persuasión de Pekín sobre Pyongyang, así como la voluntad de su Gobierno a usar esa influencia. La Fuerza Aérea de Estados Unidos desplegará 12 avanzados aviones de guerra F-22 Raptor en los próximos días en una base en Okinawa, Japón. La decisión había sido planeada anteriormente y no está relacionada con las tensiones actuales, dijo un portavoz de las fuerzas estadounidenses desplegadas en Japón. El periódico surcoreano Chosun Ilbo citó fuentes de Defensa diciendo que Seúl se ha estado preparando para posibles ataques con artillería o misiles cerca de una frontera marítima en disputa en el oeste de la península.