Seis días después del paso del Huracán María, al sector Cuba en Mayagüez le llegó el agua y la luz. Esta oportunidad despertó en Dennis Acosta de 24 años, residente de este sector, un interés por ayudar a la comunidad de su universidad en Aguadilla. Hasta el momento, estos dos servicios esenciales escasean y problematizan la vida de miles alrededor de todo Puerto Rico.
El joven mayagüezano, estudiante de mercadeo de la Universidad de Puerto Rico en Aguadilla y también presidente de la Asociación de Ejecutivos de Ventas y Mercadeo (SME, por siglas en inglés) de Puerto Rico en su recinto, realizó el pasado 6 de octubre un llamado a las personas que tenía cerca para gestionar una jornada comunitaria de repartición de agua fría y bolsas de hielo.
La imposibilidad de comunicarse fue uno de los retos más grandes que enfrentó la iniciativa de Dennis, debido a que las comunicaciones han sido una de las infraestructuras más afectadas en Puerto Rico a causa del embate del huracán. Tras su complicado llamado, el joven logró recolectar botellas y galones vacíos que llevó a su casa, los lavó, los llenó de agua destilada y congeló. A este trabajó se le sumó el empacar hielo en bolsas desechables. Todo esto para compartirlo.
“En un principio iba a ir a la universidad solo, pero luego logré tener acceso a Internet. De esta forma, le dejé saber a mis compañeros que estaría repartiendo hielo y agua, para que ellos fueran a buscar suministros para sus familias”, explicó Dennis Acosta en entrevista con Diálogo. Luego de enviar el mensaje de manera electrónica, el pasado 6 de octubre sorpresivamente los compañeros de Dennis respondieron y también llevaron al punto de encuentro agua congelada e hielo. Algunos, relató el joven universitario, acudieron a trabajo voluntario aún sin ellos mismos tener los servicios esenciales como agua y luz.
A las nueve y media de la mañana el sol comenzaba azotar las carreteras de Aguadilla, y a esa hora los estudiantes comenzaron a ocupar las aceras que dan frente a la universidad con carteles que leían “Agua y hielo gratis”.
Un primer carro se detuvo para aprovechar la ayuda. “Esa primera persona nos mencionó que no tenía nada frío para guardar su insulina”, soltó Dennis al tiempo que explicó que distintas personas lograron beneficiarse de la gestión solidaria.
“Muchos envejecientes pasaron a recoger [agua y hielo], ya que muchos de ellos no pueden hacer las largas filas para comprar. También familias completas con sus niños”, expresó Acosta, mientras contaba a Diálogo que los policías y militares que estaban trabajando en el sol también fueron parte de las personas que se pudieron beneficiar de el esfuerzo estudiantil.
Dareliz G. Nieves Molina, estudiante de la unidad de la UPR en Aguadilla, fue una de las compañeras que respondió al llamado de Dennis.
“Fui notificada por parte del presidente que se estaría llevando la actividad y accedí de inmediato”, argumentó orgullosa la estudiante de mercadeo. “Para mi fue una experiencia con sentimientos encontrados, me llevo las sonrisas, pero también la preocupación de la situación de mis compueblanos”, explicó la joven natural de San Sebastián, quien describe su gesto como más que una ayuda, un deber.
Los estudiantes que participaron de esta iniciativa piensan continuar con el trabajo comunitario, todo conforme a los suministros que logren conseguir en sus pueblos. La Asociación SME Puerto Rico en la UPR de Aguadilla se ha distinguido por sus iniciativas, los estudiante que conforman este grupo también gestionaron ayudas para las Islas Municipios Vieques y Culebra tras el paso del Huracán Irma, el pasado 7 de septiembre, en colaboración con otras organizaciones estudiantiles, SME UPR Aguadilla, logró enviar paquetes con suministros de primera necesidad.