LA HABANA- El ex presidente cubano, Fidel Castro, criticó al Gobierno de Estados Unidos y dijo que las bases militares y el armamento de ese país son “un dolor de cabeza” para América Latina, según un artículo de prensa. El artículo de Castro, que cumple 83 años este mes, llega en medio de una profunda crisis entre Venezuela y Colombia, debido a un plan que permite a unidades militares estadounidenses utilizar bases colombianas para la lucha contra el narcotráfico y la guerrilla. “La presencia de tan poderoso imperio, que en todos los continentes y océanos dispone de bases militares, portaaviones y submarinos nucleares, buques de guerra modernos y aviones de combate sofisticados (…) constituye el más importante dolor de cabeza de cualquier gobierno, sea de izquierda, centro o derecha, aliado o no de Estados Unidos”, escribió Castro. El ex presidente cubano dijo en su artículo titulado “Siete puñales en el corazón de América”, que los líderes de la región deben atender la “justísima pregunta venezolana”. “Los gobernantes de los países de UNASUR, MERCOSUR, Grupo de Río y otros, no pueden dejar de analizar la justísima pregunta venezolana: ¿Qué sentido tienen las bases militares y navales que Estados Unidos quiere establecer alrededor de Venezuela y en el corazón de Suramérica?”, escribió Castro en un artículo publicado en el sitio oficial www.cubadebate.cu. Castro dijo que Venezuela, cuyo Gobierno izquierdista ha impulsado la integración regional para frenar la influencia estadounidense, “preocupa por su papel histórico” en América Latina. “Sería un error grave pensar que la amenaza es sólo contra Venezuela; va dirigida a todos los países del Sur del continente. Ninguno podrá eludir el tema”, agregó. Cuba y Estados Unidos son enemigos ideológicos desde poco después de la revolución de 1959 encabezada por Castro y que derrocó al dictador Fulgencio Batista.Desde entonces, el Gobierno cubano ha reclamado la devolución de la base estadounidense ubicada en territorio de la provincia de Guantánamo, en el extremo oriental de la isla. “El problema, para los que somos vecinos suyos, no es que allí se hable otro idioma y sea una nación diferente (…) Lo dramático es el sistema que allí se ha desarrollado e impuesto a todos”, expuso Castro.