Aún cuando se ha presentado en innumerables escenarios y ha compartido tarima con artistas y compositores de renombre; los sueños de Carlos Jiménez no se han cumplido del todo. Y es que a este apasionado flautista le falta cumplir uno de sus mayores anhelos: tocar en su terruño, su patria, Puerto Rico.
“Quisiera que mi familia, amistades y estudiantes que están en Puerto Rico se sientan orgullosos de mí, y a los jóvenes que se inspiren y que crean en que las cosas se logran trabajando fuerte. Estudié en Villalba y quisiera el apoyo de mi gente en Puerto Rico. Sería un honor muy grande,” expresó el flautista a Diálogo.
Jiménez nació en la ciudad de Yonkers en Nueva York, sin embargo, gran parte de juventud la vivió en la “ciudad del gandul”. Aunque su interés por la música inició a los cuatro años, inspirado por su padre -quien le enseño a tocar trompeta- fue en esta ciudad del sur de la Isla donde comenzó su educación musical formal de la mano del virtuoso profesor de música Pablo León.
Para el artífice, los discos del jazzista Mongo Santamaría y los flautistas Dave Valentin, Rolando Lozano, Bobby Capers y Bobby Porcelli, fueron fuente de inspiración para que decidiera incursionar en la flauta; instrumento con el que completó su educación musical en el Conservatorio de Westchester en New York.
La propuesta musical de este joven de origen puertorriqueño, abarca los ritmos de jazz, al que le incorpora ritmos latinos. Este detalle, según el músico le da el toque especial a su propuesta ya que, “no son mucho los que intentan conservar la cultura junto a otras culturas. Soy de Borinquén y me siento orgulloso hasta el fin de la batalla”.
Con tres producciones musicales, Jimenez ha colaborado con importantes figuras del jazz como Hilton Ruiz, Bobby Porcelli y Chembo Corniel. Su última producción lleva el nombre de Toughts/Pensamientos y la comprenden once composiciones suyas que contienen elementos de jazz tradicional y jazz latino.
En la actualidad, además de varias presentaciones que tiene en agenda -entre las cuales se encuentra una presentación en el aclamado festival de jazz “Long Island Winterfest”—el flautista está sumergido en un cuarto proyecto musical en donde compartirá con los pianistas Sonny Bravo, quien trabajó durante 30 años con Tito Puente; Alfredito Valdez, Jr. arreglista de la banda sonora del filme “Cachao” y con el compositor y arreglista Edy Martínez, ganador de varios Grammy’s.