Esta es una historia sobre el rescate del deporte universitario. Bueno, quizás decir eso sea exagerar un poco, pero no hay duda de que esto que mostraremos a continuación trata sobre la manera en la que el deporte universitario salió a flote
Fue en los primeros años del siglo XXI cuando el licenciado José Enrique Arrarás recibió el acercamiento para convertirse en el comisionado de la Liga Atlética Interuniversitario (LAI). Eran tiempos álgidos y oscuros en el deporte universitario, que yacía bajo la sombra de un bochornoso bochinche del dopaje, y que económicamente naufragaba, con déficits anuales que pasaban los cientos de miles de dólares.
En el 2002, hace 14 años atrás, Arrarás se echó al hombro la resurrección de una liga lesionada, con problemas económicos y de imagen. Hoy, en el 2016, Arrarás se sentó con Diálogo, a pocas horas del cierre del Festival Deportivo de la LAI con las Justas de Atletismo, pasar revista de lo que ha sido la pasada década y media, una travesía en el deporte universitario que ha vuelto a poner en el mapa la excelencia del y la atleta joven universitario.
Diálogo: Saludos, comisionado. ¿Qué año es este para usted como jefe en la LAI?
José Enrique Arrarás: Pues debo decir que es el 14, pero serían mis Justas número 13. En 2002, entré luego del escándalo que hubo de dopaje en atletismo en la LAI. En medio de todo eso, ahí entre yo. Eso sucedió en abril de 2002 y a mí me nombraron en junio, realmente era para bregar con ese problema de dopaje que existía, que a Dios gracias ya lo hemos superado bastante. Y, pues aquí sigo.
Diálogo: ¿En retrospección, qué ha pasado en la LAI durante todo este tiempo?
Arrarás: Bueno aquí lo que ha ocurrido es que la LAI ha pasado de ser una organización relativamente pequeña, de 11 universidades, a una institución de 21 universidades, casi el doble. Cuando yo empecé, recuerdo ver la mitad del parque Paquito Montaner de Ponce vacío. No existía espacio para eventos como porrismo y baile. Un poco en decadencia se encontraba el programa deportivo de la LAI y ahora, pues ya has visto como está esto. Es otro proyecto y otro asunto completamente diferente.
Creo que ayudó mucho la incorporación de varias universidades privadas y públicas también, porque acuérdate que varias instituciones del Sistema UPR estaban antes en la Organización Deportiva Interuniversitaria (ODI), o simplemente no tenían programas deportivos, por lo que tuvieron que ajustarse a los nuevos tiempos.
Ha sido un cambio significativo, específicamente en términos deportivos. Ahora son 17 eventos de competencia. Se llenan todos los escenarios. Esta semana, por ejemplo, en Mayagüez tuvimos dos récords de asistencia. Uno fue el partido de fútbol femenino (entre la Universidad Interamericana y el Recinto Universitario de Mayagüez), donde hubo más de 2,000 personas allí. ¡Y ese partido último de baloncesto femenino! Se metieron más de 3,000 en el Palacio de los Deportes, que nunca en la historia de la LAI recuerdo que eso hubiese pasado. Eso me complace, por el hecho de que sucede a pesar de la crisis económica que hay en el País. Yo diría que ahora mismo la LAI es una de las pocas entidades deportivas solidas económicamente y eso es muy importante para el deporte universitario.
Diálogo: Bueno, y hoy estamos en Mayagüez, ¿huh? No es la primera vez que esto pasa, que las Justas vinieran acá. Aunque ahora es muy distinto a 2010.
Arrarás: Cuando vinimos a Mayagüez, lo hicimos más que nada como un acto de solidaridad, para darle un ensayo a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 2010. Pero aquello fue terrible en términos organizativos, porque nos tuvimos que echar encima todo el trabajo. Recuerdo que durante la Semana Santa trabajamos viernes, sábado y domingo. Fue bien difícil, pero ahora es todo lo contrario. Ya la Fundación Mayagüez 2010 tiene con los juegos una experiencia amplia y nos ha brindado una ayuda tremenda. Hay que felicitar a este grupo y cómo se han mantenido luego de Mayagüez 2010. Son los que han llevado este trabajo con nosotros en la LAI. Todo ha salido muy bien, yo estoy muy contento y ya ansioso de que termine, porque a la misma vez, a estas alturas estoy un poco agotado.
Diálogo: Pero, ¿cómo va a ser? Sí, usted es de acá del oeste…
Arrarás: Bueno, yo no estoy viviendo acá, aunque Mayagüez es mi ciudad. Yo nací y me crié aquí, pero lo que te quiero decir es que este festival es de nueve deportes, este no es atletismo nada más, como casi todo el mundo piensa. Aquí hemos estado desde el domingo pasado, cuando empezamos con baloncesto y ya van culminando todos los deportes. Anoche con porrismo se vivió un momento muy exitoso. Ya hubiese querido yo tener diez mil asientos porque diez mil hubiese vendido. Estoy cansado, pero han ocurrido cosas interesantes. Desde el miércoles ya la boletería de las Justas para el día de hoy estaba vendida. Aquí en Mayagüez hay menos de capacidad que en el Paquito Montaner (en Ponce), unos 1,200 asientos menos, pero la realidad es que si hubiese tenido 16 mil asientos los hubiese vendido todos para hoy.
Diálogo: Usted empezó mencionando un gran reto, que fue lo del dopaje, en 2002. ¿Puede elaborar al respecto?
Arrarás: Los dos problemas más grandes eran que la LAI estaba en una crisis económica, tenía un déficit de más de $100 mil al año con un presupuesto de apenas $300 mil. Tomó mucho tiempo enderezar las finanzas de la LAI y te tengo que explicar esto primero para poder hablar de lo del dopaje. Es que no había dinero ni para pagar el dopaje. O sea, cuando yo llegué todavía ni se sabía quiénes eran los que habían incurrido en violación a la regla de dopaje porque no habíamos podido pagar por los resultados y no se habían entregado.
Fue un proceso bien difícil porque estaba por el medio el campeonato de la LAI, que lo había ganado la Inter, pero habían varios casos de atletas que habían arrojado positivo. Luego de un proceso largo de casi tres años, al fin me dieron las razón y hubo que quitarle el campeonato. Entonces, luego vino un largo proceso educativo con todas las universidades, con el doctor Enrique Amy, que es especialista en eso. Y se han visto los resultados. Donde aún hemos tenido algún problema ha sido en halterofilia, pero ya en los demás deportes no. En atletismo rara es la vez que surja un positivo, igual que en los demás deportes, pero en halterofilia resulta que es un problema mundial terrible. Ahora mismo hay varias federaciones que están suspendidas, como por ejemplo la de Rusia. Pero en términos del dopaje, yo estoy satisfecho con lo que hemos logrado y con la gran cooperación de los atletas, los entrenadores y las universidades.