De un tiempo para acá, Tim Burton me ha tenido profunda y realmente decepcionado. Por casi diez años, la mente genial tras Beetlejuice y Edward Scissorhands venía deteriorando su carrera en una caída libre monótona y carente de emociones ni innovaciones de ningún tipo. Pero tras el estreno de Frankenweenie, existe la remota posibilidad de que Burton nos vuelva a sorprender con una buena película en un futuro cercano.
Frankenweenie es una reeinvención de la historia de Frankenstein de Mary Shelley, hecha en animación en “stop motion” y basada, además de levemente en el libro de Shelley, en dos cortometrajes animados que Burton hizo en 1982 y 1984, llamados Vincent y Frankenweenie igualmente. Narra la historia de este pequeño niño genio llamado Victor Frankenstein, quien decide revivir, a través de la ciencia, a su adorado perro muerto. Esto por supuesto desencadena una serie de situaciones muy divertidas y alocadas en el pueblo donde vive.
La animación del film es sencillamente magnífica. Los detalles de la dirección de arte, así como la iluminación y la fotografía hacen que visualmente, Frankenweenie sea sorprendente. De igual modo, la historia, aunque es verdaderamente simple, se mantiene fresca, divertida y original. No tiene mayores pretensiones que ser una entretenida historia para niños, repleta de guiños a la literatura gótica y el cine de horror de la pantalla de plata.
Las actuaciones del elenco, quien le da vida a los personajes con su voz, también son geniales. La película es brillante en cuanto a la realización. Por si fuese poco, a pesar de que mantiene un estilo de film en blanco y negro de horror de la década de los 1950, la película recupera el ambiente, el humor y los personajes de Burton de los 1980. A veces se asemeja a Beetlejuice y otras, a Edward Scissorhands. De hecho, vuelven a estar bajo la dirección de Burton, Winona Ryder y Catherine O'Hara (ambas trabajaron en Beetlejuice) entre el elenco. El resto de los actores, quienes también hacen un trabajo excepcional, son rostros nuevos o relativamente ajenos en la cinematografía de Burton, como el divertido Martin Short, quien solamente había trabajado en Mars Attack, o Martin Landau quien participó en Ed Wood.
El tema principal de la historia gira en torno a la muerte y a aceptarla. El entender que nada es eterno y que morir, es parte normal de la vida. El pequeño Victor se niega a dejar ir a su querido amigo canino, por lo que usa la ciencia para mantenerlo con vida a como de lugar. Una crítica directa a la búsqueda de prolongar nuestras vidas humanas por medio de la tecnología y los avances científicos. Ahora bien, opino que hay un pequeño detalle al final de la película (que no puedo revelar), que estropea este mensaje por completo.
Sin embargo, entre líneas y a una capa un poco más profunda que la de este primer mensaje sobre la muerte, Burton logró reinventar la historia de Frankenstein, a tal punto que recompone el mensaje de Shelley en su obra original, añadiendo una cláusula. En Frankenstein o el Prometeo Moderno (el libro original), Mary Shelley nos habla de los horrores que pueden ser alcanzados por la ciencia, sobre todo si los científicos no se hacen responsables de sus creaciones. En Frankenweenie, Tim Burton añade que la ciencia no es mala per se, sino que puede ser buena o mala, según su uso. Así como la tecnología y los avances científicos pueden acabar con nosotros, también son capaces de salvarnos.
Ahora bien, ¿por qué creo que este film podría significar una señal de que Tim Burton puede volver a hacer buen cine? La respuesta es simple. Desde 1989, luego del estreno de su grandiosa película Beetlejuice, Burton se ha dedicado a hacer toda clase de adaptaciones a materiales ya existentes. Primero fue Batman y Batman Returns (entre ambas hizo la legendaria Edward Scissorhands, que no fue ninguna adaptación). Estas dos adaptaciones fueron filmes muy interesantes y bien hechos (aun cuando comparadas con las Batman de Christopher Nolan, parezcan un poco infantiles y tontas).
Luego adaptó la biografía de Ed Wood, logrando una película genial. Mars Attack es una película bastante extraña, pero no deja de ser original e ingeniosa. Luego, hace su versión de la leyenda del jinete sin cabeza: Sleepy Hollow que, si bien no es terrible, es un poco débil de argumento y narrativa; seguida de la nefasta y espantosa adaptación de Planet of the Apes.
Es luego de este film, en 2003, que estrena Big Fish, aunque también es una adaptación de una novela, es la última película genuinamente interesante, original y creativa de Tim Burton. No solo con Big Fish se había atrevido a experimentar con nuevos elementos, narrativas, personajes e incluso actores, sino que había logrado reinventar su estilo. Tristemente, luego de esto, volvió al estilo monótono y repetitivo que lo caracteriza con Charlie and the Chocolate Factory. Tras esta película, cada uno de sus estrenos iría perdiendo sentimiento para volverse completamente estéticos y vacíos.
Claro, Corpse Bride es una película animada muy hermosa y sentimental, por lo que puedo excluirla del declive artístico de Burton (y tampoco es una adaptación). Aun así, no consiguió el éxito merecido al haber sido constantemente comparada con The Nightmare Before Christmas (que no incluyo en esta lista pues ésta fue solo escrita y producida por Burton, no fue dirigida por él).
La filmografía concluye con su puesta en escena del musical Sweeney Todd: The Demon Barber of Fleet Street (que aunque es un film de culto adorado por los más acérrimos fanáticos del director, resulta un terrible largometraje, con una narrativa totalmente intermitente, aburrida y sobre todo, sin emoción real); Alice in Wonderland (su exagerada y plástica segunda parte de los famosos libros de Lewis Carol) y la esquizofrénica adaptación de la serie de TV Dark Shadows, que ha sido la peor película jamás antes hecha por Burton.
Entonces, repentinamente nos sorprende con Frankenweenie que no solo está bien hecha, sino que es comedida y encantadora. Si bien es una versión de Frankenstein, realmente es una adaptación de los cortometrajes que él mismo hizo a principio de la década de los ochenta. Es casi una idea original y resultó muy buena. Ha demostrado que sigue siendo un director capaz de llevar un concepto a buen desarrollo.
Si Burton decide hacer una película original en su siguiente proyecto, podría ir a verla con muchas expectativas. Se habla de que quiere hacer la segunda parte de Beetlejuice, cosa que, si es una continuación de algo ya existente y es un material hecho por él, podría resultar interesante. Si, por el contrario, vuelve a anunciar otra adaptación más, entonces iré con las mismas expectativas que fui a ver Frankenweenie. De ser así, ojalá me vuelva a sorprender.
El autor es periodistas y crítico de cine.