La lucha estudiantil ha trascendido la isla y llegó hasta España gracias a Edgardo Rosa Pomales, estudiante de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras (UPRRP), quien plasmó su arte en las paredes de la Facultad de Arte de la Universidad Politécnica de Valencia.
El mural que pintó lleva por nombre “Estamos en lucha”. En la parte izquierda del mural se destaca a un gallito que sostiene un machete en una de sus patas y en la derecha un águila en formación de ataque. Al fondo la bandera puertorriqueña negra y blanca que es símbolo de resistencia.
Para este obrero del arte, como le gusta que lo llamen, es importante que se reconozca su trabajo como una posibilidad de vida. “…te digo que quiero vivir de él, vivir de mi arte, poder viajar a otras ciudades a hablar de Puerto Rico de mi arte. Quiero ayudar a otra gente a entender que por el medio del arte podemos hacer una carrera y podemos obtener mejor calidad de vida, quiero educar a las nuevas generaciones que podemos subsistir sin tener que estar en los trabajos tradicionales…”, subrayó Pomales.
El olor a pintura, las paredes y las calles conforman ya el diario vivir de este estudiante que no se visualiza fuera de este contexto. “El arte para mí es todo. El arte es el medio por el cual la gente común puede recibir información, es el medio por el cual yo comunico lo que siento, es mi tablón de expresión, mi página de Internet. Con el arte yo lo que quiero es comunicar nuestro diario vivir, el que estamos viviendo en Puerto Rico en general o básicamente lo que me esté sucediendo a mí”, comentó el estudiante en un comunicado de prensa.
De acuerdo con este gallito, su interés por el arte urbano comenzó haciendo graffitis y por medio de lo que observaba en las calles del país. “Yo vengo de familias humildes que no entendían que con el arte se podían hacer muchas cosas, por esa razón fue que yo empecé mi trayectoria con el graffiti…”, sostuvo.
Desde muy joven dio a conocer sus inclinaciones artísticas, pues siempre se la pasaba dibujando y observando gráficas de diferentes promociones de artículos de publicidad que intentaba copiar. Fue en el 2005 en un viaje a Japón junto al colectivo corográfico que descubrió las cosas interesantes que estaban haciendo y decidió comprar sus propios materiales artísticos. Desde ahí comenzó a pintar por su cuenta y colaboró en algunos proyectos junto al colectivo.
“Comencé a pintar cosas por diversión y eventualmente me incluyeron en el colectivo después de como 2 años. Después de ahí me dirigí con mejor norte y sabía ya que esto era lo que quería hacer y me cambié de la Facultad de Geografía hacia Bellas Artes. No es que me independicé, sino que crecí mucho al respecto y aprendí mucho sobre lo que es el negocio del arte y de lo que conlleva”, aclaró el joven.
A la hora de crear, Rosa Pomales tiene varios sentimientos encontrados. “…en la escuela aprendí que el proceso creativo es lo más importante porque es lo que te hace crecer como ser humano, que ahí es donde tú lo sufres. También, porque cada vez que tú vas a emprender algún nuevo proyecto tienes que ir superando escollos y retos y superas una situación, pero rápido está la otra situación”, añadió.