El hecho de que los universitarios viven con estrés no es un secreto. Para liberar un poco la tensión, los Gallitos y Jerezanas del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico estuvieron interactuando con perros de servicio.
La iniciativa se dio gracias a la organización estudiantil de la Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentales (NAMI, por sus siglas en inglés) en coordinación con el Departamento de Consejería para el Desarrollo Estudiantil (DCODE).
“Con esta actividad fomentamos el acompañamiento e interacción con los perros de terapia que están certificados por el Puerto Rico Therapy Dogs, para que ellos puedan descubrir formas en que los podemos ayudar a liberar la ansiedad y el estrés, a través de las mascotas”, explicó Areliz Quiñones, consejera en el DCODE, en un comunicado de prensa.
Los estudiantes jugaron y compartieron con los perros de terapia y experimentaron el efecto relajante que produce su presencia. La estudiante de ciencia política Sophia Rivas manifestó que esta actividad la hace sentir bien porque los perros dan mucha felicidad.
“Lo que uno tiene que hacer es darles amor, comida y un techo, y ellos te darán amor para atrás”.
Por su parte, el doctor Iván Santiago, líder del grupo PR Threapy Dogs, indicó que se siente contento de la efectividad de la actividad en la que participaron más de 250 estudiantes.
“Ya esta es la tercera vez que venimos, y con eso solamente, ya comprobamos el éxito de la actividad y la necesidad de los estudiantes de tener un ratito de relajación, y liberar el estrés, ya sea por los exámenes o por otras circunstancias”, sostuvo.
Sobre los Perros de Terapia
El entrenamiento de estos perros está diseñado para ayudar a mejorar la función física, social, emocional o cognitiva de los individuos. Recientemente, estudios científicos han explorado los beneficios reales del vínculo humano-animal. Se aduce que los perros sintonizan el comportamiento y las emociones de los seres humanos, por lo que pueden reducir el estrés, la ansiedad y la depresión, así como atenuar la soledad, estimular el ejercicio y la diversión, e incluso mejorar la salud cardiovascular.
Estas investigaciones arrojan que con la interacción terapéutica, la calidad de vida mejora y la depresión disminuye, tanto así que, bajan los niveles de cortisol, hormona que indica los niveles de estrés y ansiedad. En resumen, un perro de servicio puede devolver y añadir alegría, diversión y entusiasmo a la vida.