El premio Nobel de Fisiología y Medicina de 1962, doctor James Dewey Watson, biólogo molecular que contribuyó al descubrimiento del ADN, refiere que en cada época hay una ciencia de importancia. En la época de Einstein fue la física, en la presente: la biología molecular, y concluye que en la próxima época será la psicología. A su parecer, entender las neurociencias explicará mejor los desordenes mentales. Aunque se ha dedicado a buscar la cura al cáncer, el tener un hijo esquizofrénico le permite experimentar de primera mano, la falta de conocimiento para el tratamiento de este desorden. Añade que en esta época habrá más necesidad de tratamiento para la depresión y redescubrir la felicidad. ¿Pudieramos inferir que se manipulará genéticamente cualquier desorden mental y emocional? Hay otros científicos que relacionan la capacidad de leer y la de desarrollar destrezas sociales luego del vínculo que crea un apego emocional adecuado con los proveedores de cuidado del niño. La violencia o agresión es resultado del maltrato y la infelicidad. La genética, al igual que adquisición de información o la memoria, no compensa la falta de bagaje emocional que un ser viviente adquiere en un ambiente hospitalario y entre seres sociales. Nuestros niños y jóvenes necesitan sentir las experiencias que desarrollan los canales y los neurotransmisores y que generan el sentido de felicidad y satisfacción: el logro. Enseñémosle que el éxito se basa en superar las limitaciones. Que nuestras debilidades son las que nos ayudan a fortalecernos por medio del aprendizaje y la disciplina. Evitemos que aprendan la impotencia , la desvalidez ( ¨learned helplessness¨ en Ingles) que es trasmitida en el presente ambiente hostil. Modifiquemos nuestra genética de afuera hacia dentro y cambiemos nuestro entorno de adentro hacia fuera. Para acceder al texto original puede visitar: http://www.radiouniversidad.pr/noticias/pensando-ninos/genes-04-11-2009.html