PUERTO PRINCIPE- Con la llegada de alimentos, efectivo y medicinas, el Gobierno de Haití y los equipos de ayuda están concentrándose en la titánica labor de dar de comer y refugiar a cientos de miles de sobrevivientes que aún viven entre los escombros en las calles de la capital. El foco pasa ahora a la recomposición de las rutinas diarias mientras los equipos de rescate reducían paulatinamente sus tareas de búsqueda de sobrevivientes más de una semana después del terremoto. Pequeños despachos de comestibles y barberías, así como algunas farmacias, comenzaron a abrir en Puerto Príncipe, algunos dando crédito a sus clientes regulares faltos de efectivo. Los servicios bancarios se repondrían durante el fin de semana, dando a la mayoría de los haitianos su primer acceso a dinero en efectivo desde el terremoto. El Gobierno declaro el jueves por la noche que unos 400.000 sobrevivientes serían reubicados en nuevas poblaciones a construirse en las afueras de la devastada capital, donde las personas sin hogar se apiñan, cocinan y duermen en medio de cadáveres en descomposición y montones de basura. El ministro del Interior, Paul Antoine Bien-Aime, señaló que la primera oleada desplazaría a 100.000 refugiados a zonas de carpas de 10.000 personas cada una, cerca de la localidad norteña de Croix Des Bouquets. La ayuda y los alimentos están llegando a Puerto Príncipe, pero muchos aún adolecen de las necesidades básicas 10 días después del sismo que habría matado hasta 200.000 personas. “Necesitamos refugio, duchas. No tenemos comida ni agua. Cuando llueve tenemos un montón de problemas”, declaró Iswick Theophin, un estudiante que estaba viviendo en uno de los precarios refugios que tapizan el campo de golf de la ciudad. Hasta 1,5 millones de haitianos quedaron sin hogar tras el sismo de magnitud 7,0 que sacudió al pequeño país caribeño el 12 de enero y destruyó la capital, Puerto Príncipe. Los haitianos necesitan alimentos y agua y muchos requieren cuidados médicos. Estresados por las réplicas, algunos continúan demasiado traumatizados para dormir bajo techo. Helicópteros de la Marina estadounidense transportaron cajas de agua para distribuir a haitianos que hacían fila en el campamento, esperando recibir hasta dos botellas por persona. Más de 13.000 militares estadounidenses se encuentran en Haití y en 20 barcos en la costa, transportando suministros por aire, evacuando a los heridos más graves y protegiendo a los puntos de distribución de ayuda. Pero para mucha gente, la vida seguía desarrollándose en condiciones precarias. Naciones Unidas contó cerca de 450 campamentos de personas sin hogar solamente en Puerto Príncipe y llamó al Gobierno a empezar a considerarlos en las distribuciones de raciones de comida. El Banco Mundial confirmó que dará una dispensa a los pagos de la deuda de Haití de 38 millones de dólares durante los próximos 5 años, mientras que el FMI aseveró que su propuesto préstamo de 100 millones de dólares para Haití sería libre de intereses hasta fines del 2011 para ayudar a la reconstrucción del país. En tanto, la ONU acordó destinar 2.000 soldados y 1.500 policías más a la misión de paz de 9.000 efectivos que se encuentra en Haití.