Ayer, pasamos revista sobre lo que fueron los triunfos de Ricardo Rosselló en la primaria por la candidatura a la gobernación en el Partido Nuevo Progresista (PNP) y de Héctor Ferrer en la contienda por la candidatura a la comisaría residente en Washington en el Partido Popular Democrático (PPD).
En esta ocasión, Diálogo, de la mano del analista, doctor en ciencias políticas y otrora profesor del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico, José R. Rivera, mira hacia la primaria presidencial del Partido Demócrata en Puerto Rico, entre Bernie Sanders y Hillary Clinton. Además, le echamos un vistazo a cómo queda ahora el escenario de cara a las elecciones de noviembre, en especial para el candidato del PPD, David Bernier, que al fin sabe quién será su contrincante, y para el Partido del Pueblo Trabajador (PPT) y el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP).
Muy cuesta arriba para Bernie
Bien, pues Bernie Sanders hizo en Puerto Rico una campaña como nunca hemos visto. El tipo fue al Caño Martín Peña, a la Universidad de Puerto Rico y hasta se retrató con un disco de Andrés Jiménez. Hillary solo envió a su esposo Bill a beber cerveza en Guavate. Al final, sin embargo, pudo más Clinton, quien venció decisivamente a Sanders.
“Pasó lo que ya habíamos hablado. Quiérase o no, la figura de Hillary ha sido una constante en los puertorriqueños. Vino aquí cuando el huracán Georges, cuando era Primera Dama. Ha sido muy activa en Nueva York con la diáspora. Vino en 2008 a recoger dinero. El factor reconocimiento está a su favor. Te menciono esto, porque entiendo que fue favorecida por el voto de la gente que ya ha pasado de los 40 años, los votantes más estables y con más disciplina, que se lanzaron a votar”, destacó Rivera.
“Sí, con Bernie hubo mucho entusiasmo y quizás fue menos holgado pues se esperaba que Hillary se hiciera con más de dos terceras partes de los votos. Pero pienso que tanto los ´baby boomers’, de la llamada Generación X y hasta de la Generación Y, digo de los que siempre se manifiestan en contiendas primaristas demócratas, pues ese sector fue consistente en su patrón político electoral y salieron a votar por Hillary”, prosiguió.
Aparentemente, los de Sanders, que son los del voto joven (los llamados milenial), no votaron nunca como colectivo. Como quiera, entiendo que una buena parte del voto milenial no hubiese sido suficiente, si se toma en cuenta que la sociedad puertorriqueña es sumamente conservadora, y que la figura de Hillary cuenta con muchos elementos del PPD y del PNP, que al fin y al cabo, son los que controlan los colegios en las primarias demócratas”, agregó Rivera.
Bernier vs Rosselló, ¿qué se puede esperar?
Con respecto al rival ya confirmado que tendrá Bernier en las elecciones de noviembre, Rivera puntualizó que debemos esperar más de lo mismo.
“De cara a noviembre yo creo que no hemos aprendido absolutamente nada. El electorado PNP optó por la nostalgia, por un irse con un equipo novoprogresista abrasivo y contencioso. En el PNP vemos una persona que está vendiendo una fantasía con ningún anclaje en la realidad y nos vamos a dar de bruces en el piso fuertemente cuando nos topemos con lo que es la realidad”, dijo.
“En el caso de Bernier, él no tuvo un adversario primarista pues el PPD carece de figuras políticas viables, ni tiene ahora mismo figuras carismáticas. Alejandro García Padilla pudiese estéticamente parecer placentero, pero carece de carisma y astucia política. Bernier probablemente está respirando un poco más tranquilo porque en términos de experiencia política y trayectoria, Pierluisi hubiese sido un candidato formidable, comparado con Ricky, que en ocasiones parece un autómata y que titubea mucho”, añadió Rivera.
Lo malo para Bernier, empero, será encontrar sustancia para llenar su discurso “de eslogan”, pues “puede decir que tiene un proyecto de país, pero aún no lo muestra”. Para Rivera, el gran problema del PPD es que “tienen fama de no decir que tienen un plan, pero cuando llegan a Fortaleza se nota que no tienen nada”.
Al fin y al cabo, se espera que el PPD vuelva a coquetear con el afamado voto melón y con el voto independentista, “un ‘love affair’ de elementos patológicos” y apostar a que el sentimiento “anti-rossellista” que “permea en un sector de la población” le dé la confianza a Bernier.
“El PPD es maltratador con los melones, con la bandera de Puerto Rico de frente los llenan de promesas e ilusiones rotas”, recalcó.
“Posiblemente sea menos trabajoso proyectar a Bernier como un candidato experimentado comparado con Ricky Rosselló. Posiblemente logren la confianza del voto melón y logren que el espectro de Pedro Rosselló provoque que los respalden los ‘anti-rossellistas’. Pero la disciplina organizativa y la maquinaria comunitaria del PNP son implacables. Y tienen un plan, que eso no lo he visto en el PPD. Bernier tiene de aquí a noviembre para contrarrestar todo esto y ponerle sustancia a su discurso, más allá de un eslogan”, arguyó Rivera.
El PIP y el PPT
Con respecto a lo que debe esperarse del PIP y del PPT, Rivera entiende que a ambos partidos les tocará “recoger las migajas”. El PIP, dijo, “dejó de ser una opción viable hace mucho tiempo, pues nunca logró desarrollar y consolidar su base”.
“Y con el PPT, yo quisiera ver si pueden lograr convertirse en la tercera alternativa del país. Creo que si quedan inscritos pueden usar el fondo electoral durante el próximo cuatrienio para expandir su base, ampliar su mensaje y ver si en 2020 pueden colar gente en la Legislatura. Hay que ver donde radica su vocación de crecimiento”, manifestó.
Los “independientes”
Finalmente, Rivera profundizó sobre las posibilidades de los dos candidatos independientes a la gobernación, Alexandra Lúgaro y Manuel Cidre, ahora que ha quedado conformado el pentagrama político en ruta a las elecciones generales.
“Por lo que he percibido, de las dos candidaturas independientes la que presenta mejor maquinaria es la de Lúgaro, según pude palpar en las presentaciones ante el Colegio de Industriales, que es la muestra que tengo de ambas campañas. Allí vi que expuso varias posturas importantes para el pueblo, para el país, mientras que Cidre solo se dedicó a hablar con los comerciantes. Veo su campaña más organizada”, dijo Rivera.
“Yo entiendo que a Lúgaro la pueden subestimar en calidad de candidata independiente y de mujer. He visto que ha conformado un buen equipo de campaña, pero, nuevamente, cualquier ‘Dream Team’ empalidece ante la maquinaria del PNP. Debe tener la mente aguda para cualquier tipo de señalamientos que le hagan durante la campaña, si es que se lo hacen, pero creo que la están subestimando”, añadió.
Ahora, la campaña de ambos va a ser bien cuesta arriba. Más allá de lo que puedan haber logrado en las redes sociales y con los votantes de menos de 25 años, más allá de Facebook y Twitter, las pautas en radio, televisión y la prensa escrita son bien caras. Eso todavía es importante en esta sociedad tan conservadora, como se pudo notar en las primarias. A Lúgaro, a Cidre, al PPT y hasta al mismo PIP les toca intentar la penetración en un sector muy difícil, que es el de los que votan por el bipartidismo. Tampoco es como si el discurso de estas cuatro opciones apele al sector religioso, que vota y mucho. Las opciones emergentes enfrentan ahora un mercado que compra el mismo producto todo el tiempo, “si no compran Lestoil, compran Clorox”, entiende Rivera.
“En ese sentido, tenemos un electorado que es muy incapaz de discernir y pensar críticamente y solo optan por uno de los dos partidos. Tanto el PNP como el PPD son los responsables de este desastre, pero – y ahora voy a ser cínico – es una responsabilidad por extensión, porque los votantes son los que los han puesto donde están”, resumió el experto en política.
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