Por Mario Edgardo Roche
El rechazo al negro, al pobre o al que tiene una identidad sexual que sale de la “norma” denota un comportamiento profundamente arraigado en la “colonialidad”. Es decir, en un imaginario de superioridad que está muy presente en países que, paradójicamente, sufren del coloniaje producto de la subordinación política.
Esa fue una de las ideas centrales de la conferencia “Colonialidad del poder, del saber y del ser: referentes para la liberación y acción emancipatoria” que ofreció el doctor Nelson Maldonado Torres, uno de los invitados especiales de XVI Conferencia Dorothy D. Bourne de la Escuela Graduada de Trabajo Social del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico. El evento, que lleva el nombre de quien fundó la Escuela Graduada y que se enfocó en el tema de la desigualdad y la colonialidad, se llevó a cabo el pasado viernes en el Anfiteatro #1 de la Facultad de Estudios Generales.
“La emancipación no es solo la búsqueda de la independencia política (en el contexto del coloniaje). En el caso de la colonialidad la libertad llega a través del conocimiento que permite erradicar los prejuicios sociales”, sostuvo Maldonado. También explicó, realizando una interpretación de los trabajos del Franz Fanon sobre los procesos coloniales, que el problema de la colonialidad se ancla en una visión maniquea de la realidad. Por ejemplo, amo/esclavo; blanco/negro.
Recordó, además, que el poder hegemónico europeo creía que el negro era casi un animal, una representación simbólica que está presente en la obra de Shakespeare, “La tempestad”, donde el personaje de Calibán es el arquetipo del ser vinculado profundamente a su bestialidad. Ese imaginario, añadió, también podría observarse actualmente en la valoración que muchos hacen de las identidades sexuales que están al margen de la heteronormatividad. “Para muchos el gay es el ‘negro’, el ‘animal’”, comentó.
Romper con esa colonialidad tan presente en Puerto Rico, el Caribe y el mundo moderno colonial, es una de las asignaturas pendientes más importantes de los trabajadores sociales, afirmó Maldonado, quien es profesor en el Departamento de Estudios Latinos e Hispanos y del Caribe, y en el Programa de Literatura Comparada de la Universidad de Rutgers, Nueva Jersey.
“El trabajador social tiene que ayudar a la ciudadanía a romper con la colonialidad del ser”, concluyó. Ese será el punto de partida hacia la igualdad y la justicia social.