MONTEVIDEO/BUENOS AIRES- La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, aseguró que su país estaba preparado para ayudar a Argentina y Gran Bretaña a resolver nuevas tensiones sobre las disputadas Islas Malvinas, que provocaron una guerra entre ambos países en 1982. Durante una breve visita a ambos países sudamericanos, la funcionaria se comprometió a instalar el tema en su agenda. “Estamos de acuerdo, nos gustaría ver al Reino Unido y a la Argentina hablando del tema (…) No tenemos forma de obligarlos”, declaró Clinton en conferencia de prensa en Buenos Aires. La presidenta argentina, Cristina Fernández, agregó en dicho encuentro que “hemos solicitado una mediación de Estados Unidos como amigo de ambos países (…) a los efectos de poder sentarnos, abordar las negociaciones, en el marco estricto de lo dispuesto por Naciones Unidas”. Argentina ha objetado la exploración petrolera de una empresa británica frente a las Islas Malvinas, pero Reino Unido rechazó la queja. “Nuestra posición es que este es un asunto a ser resuelto entre el Reino Unido y Argentina. Si podemos ser de ayuda en facilitar ese esfuerzo, estamos listos para hacerlo”, aclaró Clinton durante una aparición en Montevideo, donde asistió a la investidura del nuevo presidente uruguayo, José Mujica. La oferta de ayuda de Clinton se produjo en el primer día de una gira por América Latina que la llevará a Chile, golpeado por un terremoto, y al peso pesado regional Brasil, además de Costa Rica y Guatemala. Argentina, que ha reclamado las islas del Atlántico Sur desde que Gran Bretaña estableció su Gobierno en el siglo XIX, las invadió en 1982. Tras una guerra de dos meses, Argentina fue obligada a retirarse, pero aún reclama el archipiélago y dice que la exploración petrolera que lleva a cabo la empresa británica Desire Petroleum desde hace unas semanas, es una violación a su soberanía. El Gobierno de Fernández objetó formalmente la perforación y aseguró que exigiría que todos las embarcaciones desde las Malvinas obtengan un permiso para atracar en Argentina. Los líderes latinoamericanos del “Grupo de Río”, que se reunió el mes pasado en México, emitieron un comunicado apoyando las demandas de Argentina de frenar las perforaciones alrededor de las Malvinas, y Fernández ha dicho que las naciones latinoamericanas respaldan a su país en la disputa. A su vez, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, opinó que el asunto debería ser revisado por Naciones Unidas. Un portavoz del primer ministro británico, Gordon Brown, indicó la semana pasada que no esperaba ningún contacto directo entre Brown y Fernández sobre el tema, y señaló que el Reino Unido no ha pensado en una respuesta militar. Las Malvinas no son un productor terrestre de crudo ni poseen reservas terrestres comprobadas, pero las empresas petroleras creen que los campos de altamar contienen miles de millones de barriles de petróleo. Estados Unidos intentó ser neutral en el enfrentamiento armado de 1982, con el entonces secretario de Estado Alexander Haig emprendiendo una campaña diplomática que buscaba una solución negociada. La fallida campaña argentina de las Islas Malvinas es ampliamente vista como un error de una desacreditada dictadura militar que gobernaba en esa época. Sin embargo, el Gobierno local ha dicho que seguirá buscando soberanía sobre las islas.