Debido a los daños que dejó el impacto del huracán María en todas las unidades de la Universidad de Puerto Rico (UPR) -que aún tienen problemas de hongos, electricidad, entre otros– el presidente interino del primer centro docente del país, Darrel Hillman Barrera, se ha dado a la tarea de visitar los campus para ver el progreso de los campus luego del reinicio del semestre.
El pasado jueves fue el turno de la UPR en Arecibo, donde Hillman Barrera conversó con estudiantes y empleados de esa unidad.
“Nuestra universidad está comprometida con brindar a nuestros estudiantes todo el apoyo que necesiten para reintegrarse y completar exitosamente este semestre académico. Gracias a una alianza con la Guardia Nacional, el campus de Arecibo está ofreciendo 1,500 almuerzos diarios a nuestros estudiantes”, expresó el presidente interino, por medio de un comunicado de prensa.
Hillman Barrera añadió que a través de un censo de las necesidades del estudiantado, el rector pudo identificar a 50 jóvenes que lo perdieron todo por el huracán María. “Así la administración del recinto pudo coordinar con la Asociación de Personal Docente de Arecibo pagarles hospedaje temporero a estos estudiantes afectados”.
Como parte de la visita, el presidente participó de una feria de orientación, consejería y salud para la comunidad universitaria.
“Nuestro equipo junto a nuestros estudiantes hemos trabajado para que el recinto continúe brillando. El plan de reestructuración que hemos preparado ha dado resultados y logramos un calendario académico que nos permite culminar el semestre en diciembre”, dijo Carlos Andújar, rector interino de la UPR en Arecibo.
Como parte de la visita, el Consejo General de Estudiantes de la unidad arecibeña se reunió con el presidente interino y el rector de la institución. “La visita del presidente interino fue una gratificante, logramos establecer una buena comunicación. Además, el compromiso que el presidente tiene de ayudar a el sistema universitario nos muestra su compromiso con la institución y sus estudiantes”, indicó el presidente del consejo, Ángel Alvarado.
La universidad abrió sus puertas el pasado 23 de octubre con el 95% de asistencia y han logrado operar con todos los servicios requeridos por los estudiantes. Se estiman que las pérdidas del campus estén entre los $10 millones.