Petra: “Tengo una idea para una pieza. Quiero trabajar con el signo del dólar. Una curva, que va y viene (mueve las manos como una s) y justo en el medio dos rayas paralelas la intersectan, justo en el centro de su cuerpo, en su pelvis. Quiero trabajar ese paralelismo y esa ruptura.”
Estas son las palabras de la coreógrafa y profesora Petra Hernández, mejor conocida como Petra Bravo, durante el receso del ensayo de la compañía Hincapié en el Teatro Julia de Burgos. La mayoría de sus piezas comienza de esta forma, con un concepto, una palabra o una sensación. La traducción real se da entre el diálogo constante entre su idea y sus bailarines, cómo éstos dibujan y concretizan la sensación en sus cuerpos y en el espacio.
La coreógrafa llega a Puerto Rico en 1968, después de trabajar ocho años con el Ballet Nacional de Cuba, compañía con la cual viajó internacionalmente y que además, pulió su técnica del ballet. Desde el 1968, Petra Bravo, lleva una carrera incesante e impresionante, colaborando con diferentes bailarines, teatreros, artistas plásticos y músicos. Sus coreografías han impactado y marcado un cambio fundamental en la danza puertorriqueña. Sus trabajos se han presentado en diferentes teatros y espacios públicos en Puerto Rico, Estados Unidos y Europa como: La Tea, Escuela de Baile (antiguo Corral de la Cruz), Casa Aboy, Universidad de Puerto Rico, Centro de Bellas Artes, Universidad Interamericana, La perla, el Viejo San Juan, Teatro Yagüez, Dance Theater Workshop en Nueva York, Universidad del Turabo, Universidad de Santiago de Compostela, entre otros. Hincapié no es la primera compañía que funda, cofundó Ballet 70 con Otto Bravo.
Necesitaría más espacio para hablar de la experiencia y la trayectoria artística de Petra Bravo y quisiera dedicarle esta columna a la labor y el rigor de la compañía Hincapié, que ésta funda en 1999. Aunque Hincapié ya tiene una trayectoria de trece años, Petra sigue explorando su vocabulario y voz coreográfica, y sobre todo, se ha dedicado a entrenar y formar bailarines/creadores. Hincapié surge de la necesidad del estudiantado de la UPR de entrenar y explorar el movimiento más allá del salón de clases. Los bailarines ensayan de tres a cuatro veces durante la semana y; gracias a esta intensidad, la compañía provee un laboratorio corporal y una plataforma cultural, que promueve numerosas presentaciones en y fuera de Puerto Rico.
En los últimos trece años he podido ver una ola migratoria de bailarines y actores que han bailado con Petra Bravo y cómo los ha influenciado como creadores. Tuve la dicha de formar parte del primer grupo de Hincapié, y la dramaturga, directora e intérprete de hoy le debe enormemente al fogueo y entrenamiento corporal en la compañía.
La coreógrafa Petra Bravo llegó a Puerto Rico en 1968, luego de trabajar ocho años con el Ballet Nacional de Cuba. / Ricardo Alcaraz.
La heterogeneidad define a Hincapié: a Petra Bravo le encanta trabajar con diferentes cuerpos y trasfondos. Sin embargo, logra que sus piezas se nutran de esta diversidad y adquieran una estética definida y particular. Muestra de esto son los integrantes de la compañía actual (“Gandul” Carlos José Torres, Ariel Ortiz, Yamillex Montañez, Cristi- na Lugo (Andanza), Beatriz Irizarry, Lyulma Rivera (Ballet de San Juan), quienes llevan entre seis y nueve años con la coreógrafa y poseen un trasfondo muy diverso, algunos en ballet clásico, otros en jazz o, en los deportes. Al ingresar a Hincapié, Petra los lleva a aprender la técnica del ballet para después romper con la verticalidad de la misma. Este proceso de adquisición y ruptura es sumamente liberador: requiere disciplina e ingenio de parte del intérprete.
Estoy convencida que la forma que entrena Petra obliga al bailarín a pensarse como creador. La coreógrafa impone una idea, pero el bailarín tiene que encontrar y apropiarse de esas sensaciones y ella espera una respuesta arriesgada. Sus bailarines describen su proceso como algo impredecible y cambiante: “Siempre cambia, siempre exige algo nuevo de ti. Es un entrenamiento individualizado, uno mismo construye con ella. No te enseña una formula”,explica la bailarina Cristina Lugo. La bailarina Yamillex Montañez, por su parte, expresa cómo siguen trabajando coreografías una y otra vez, hasta que se transforman en piezas completamente diferentes. La compañía concuerda en que uno de los mayores logros de aprendizaje de la coreógrafa es su desapego a su propia creación, hay momentos que todo cambia y de repente nada es indispensable.
En abril de 2010, la compañía Hincapié viajó a España y bailó en el Encuentro de Danza Contemporánea de la Universidad de Santiago de Compostela y en la ciudad de Lugo. La compañía brilló por su rigurosidad y unicidad, el público europeo no podía definir aquello que bailaban: “matamos, el público no podía definir aquello que era ballet, pero no era ballet, que era caribeño, pero no era caribeño”, explica Ariel Ortiz. La compañía mostró el trabajo de “A punto de olvidar” de Bravo y el trabajo de Beatriz Irizarry “Corto Circuito”, otra muestra de como Petra promueve y estimula la coreografía entre sus integrantes.
Ya en marzo de 2009, Petra había organizado las Quintas Fiestas Coreográficas en el Teatro de la UPR, actividad apoyada por el ICP y el Departamento de Drama. Las fiestas celebraron la labor creativa de la compañía, así como el trabajo de coreógrafos y directores invitados (Viveca Vázquez, Nelson Rivera, Ricardo Cobián, Noemí Segarra, Jesús Miranda), y de artistas independientes que fui- mos viejos integrantes de Hincapié como Ana María Amador, “Pepe” José Álvarez, Jean D’arc Casas, entre otros.
El ideal de Petra es que a la compañía Hincapié se le reconozca oficialmente como compañía residente de la UPR. Según ella, “hay muchas formas de apoyar y no sólo es con dinero, se puede apoyar con espacio y facilidades. Quisiéramos seguir presentando nuestro trabajo en el Teatro de la UPR, seguir rodando el trabajo de Hincapié por diferentes pueblos de Puerto Rico”.
Hincapié ha demostrado consistencia y rigor por los últimos trece años, por lo que el respaldo de la Universidad apoyaría la sed y las inquietudes de los estudiantes; un merecido apoyo que le brindaría prestigio a la institución y fortalecería una exploración del movimiento y el quehacer cultural puertorriqueño.
La compañía presentará próximamente su pieza Cuerpo de Agua el viernes, 30 de marzo a las 5 pm, en la Plaza de Convalecencia de Río Piedras. La entrada es gratis.