Aunque en los últimos años el hospital Federico Trilla de la Universidad de Puerto Rico en Carolina ha pasado por algunos brotes de bacterias, la administración sigue enfocada en mantener el nivel óptimo de salubridad y seguir prestando servicios de calidad a los pacientes servidos.
“Si te vas a otros hospitales de Puerto Rico y fuera de aquí, el por ciento de cumplimiento de lavado de manos está bien por debajo del 50%. Mensualmente, nosotros podemos decir que el equipo multidisciplinario de esta institución está sobre un 95% de cumplimiento de lavado de manos”, afirmó Myrian Cotto, epidemióloga del hospital.
En entrevista con Diálogo, los directores del hospital junto a sus doctores y enfermeros afirmaron que el brote de Acinetobacter Baumanii, bacteria multiresistente a las drogas o medicamentos que laceró la imagen del hospital el año pasado, no le quita mérito al buen servicio y a la higiene que se practica en el centro hospitalario.
Según Diraida Maldonado, directora ejecutiva del hospital, el Acinetobacter Baumanii es un organismo presente en el medio ambiente que constantemente tenemos a nuestros alrededores, tanto dentro de un hospital como afuera. Al ser oportunista, la bacteria afecta a pacientes con el sistema inmunológico comprometido y puede que estos hayan llegado a sala de emergencias con el organismo ya en su sistema.
“Lo que no se debe pensar es que es algo exclusivo de este hospital. Hay otros hospitales que han tenido procesos de brotes y que han enfrentado las mismas situaciones. Pero la función en este hospital y en todos es la misma: manejar el paciente y prevenir que internamente se pueda complicar el desarrollo de una colonización relacionada a esta o a otra bacteria”, explicó Maldonado.
Para el 2008, el Hospital San Lucas de Ponce pasó por una situación similar cuando luchó con un brote de Klebsiella, bacteria similar al Acinetobacter. Asimismo, tanto los problemas de Klebsiella o de Acinetobacter son preocupaciones mundiales y no locales.
Particularmente, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) ya han clasificado a los organismos multiresistentes como una amenaza nacional. Por esto, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, el año pasado firmó una orden ejecutiva (LINK) multimillonaria para combatir estas bacterias.
“Estamos a la vanguardia porque en ese plan estratégico nacional incluyen metas y objetivos que ya nosotros hemos implementado desde hace tiempo, como por ejemplo, el hecho de tener un programa de administración de antibiótico o mecanismos para detectar más rápidamente ese tipo de organismos”, comentó el director médico del hospital, Carlos Fernández Sifre.
“De hecho, aquí no puede trabajar nadie si no ha pasado por los procesos de educación y orientación de precaución de contacto que estamos implementando. Por estas medidas tan estrictas, es que somos el hospital más seguro de Puerto Rico”, añadió Fernández Sifre.
El director médico junto al doctor Miguel Maldonado, director del departamento de medicina de familia, en parte responsabilizaron a las grandes corporaciones farmacéuticas, las cuales no han desarrollado antibióticos con la frecuencia que deberían. Esto se debe al uso temporero de los antibióticos, a diferencia del uso a largo plazo de los tratamientos para condiciones crónicas o que duran toda la vida.
El doctor Maldonado afirmó que los medicamentos para batallar estos organismos naturales del medio ambiente existen. Sin embargo, también indicó que son fuertes y pueden ser dañinos para el cuerpo humano, por lo que dejan estas drogas como último recurso luego de administrar las medicinas más comunes para tratar las infecciones.
Este hospital, que recibió la acreditación de Joint Comission, ha acogido mayormente el uso del Glo Germ Gel para aumentar sus niveles de limpieza. Se trata de un químico fluorescente que simula la presencia de bacterias bajo una luz ultravioleta. El fluido se coloca tanto en las manos del personal médico como en varios puntos al azar dentro de los cuartos antes de admitir un paciente en él. Si la limpieza no fue llevada a cabo correctamente no pueden continuar las tareas.
Al mismo tiempo, la administración se ha ocupado de colocar en las paredes recordatorios que muestran las técnicas correctas para lavarse las manos y utilizar el gel antibacterial (Hand Sanitizer).
Con las medidas que han implementado, Cotto asegura que han eliminado la mayoría de los microorganismos que se encuentran dentro del hospital, especialmente en el personal médico. Sin embargo, eliminarlos completamente es una tarea imposible y fatal para la salud humana, ya que hay microorganismos que el cuerpo necesita.
El rol único del hospital
El personal del hospital Federico Trilla defendió la función de esta institución, por ser el centro hospitalario principal de toda la región noreste de Puerto Rico con un ofrecimiento significativo de servicios médicos y enseñanza.
“Por función de servicio, podemos decir que es la institución principal, pero igualmente importante tenemos una admisión de docencia y de investigación que sería el rol del hospital como taller académico. Si este hospital no existiera, pues el País tendría un serio problema”, explicó el doctor Fernández Sifre.
Por su parte, el doctor Maldonado confirmó el uso al máximo de la docencia del hospital al reconocer que reciben residentes de pediatría, cirugia y ginecología, entre otros. Ademas, es uno de los talleres principales para los estudiantes del Recinto de Ciencias Médicas y es el principal centro de práctica para el programa de adiestramiento de medicina de emergencia, de donde salen más del 90% de los emergenciólogos del País.
“Vengo de Cuba y puedo comparar experiencias. Una de las cosas que me llama la atención es que aquí tienen todos los complementos para formarte como residente. En cuanto a la docencia, todo el mundo está bien enfocado en la enseñanza”, mencionó Pedro Enrique Álvarez, residente de segundo nivel de medicina de familia.
Docencia a un lado, la sala de emergencias recibe 4 mil pacientes mensuales, atendidos por emergenciólogos presentes en todo momento. El personal admite entre 800 a mil pacientes mensuales y atienden sobre 25 mil pacientes en las clínicas ambulatorias.
De las 250 camas que ofrece el hospital, 20 son dedicadas al cuidado de los pacientes pertenecientes a la unidad psiquiátrica. La unidad de intensivo neonatal, la unidad geriátrica, los servicios 24/7 de ortopedia y los servicios a emergencias dentales 24/7, acompañan a la unidad psiquiátrica como ofrecimientos único de la institución.