En nuestra segunda entrega de Hostos 2016, abordamos cuán vigente están las perspectivas del educador Eugenio María de Hostos en Puerto Rico. En esta ocasión, conversamos con el profesor Roberto Mori, recién nombrado como Profesor Emérito de la Universidad de Puerto Rico tras una vida de servicio a la institución, particularmente en Humacao, dónde en diciembre recibió el reconocimiento mencionado.
Mori ha trabajado bastante en el análisis del legado de Hostos, al punto de incluirlo en su discurso cuando se le otorgó el laudo de Profesor Emérito. Figura, junto a nuestro primer entrevistado, el profesor dominicano Juan Antonio Viloria Santos de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), como uno de los principales estudiosos del prócer al que apodan “El Ciudadano de América”. Para ver la conversación con Viloria Santos sobre el legado de Hostos en República Dominicana, pulse aquí.
A continuación, le ofrecemos nuestra charla con el profesor Mori, dónde pasamos revista sobre la vigencia actual que Hostos mantiene en Puerto Rico. Repetimos lo que dijimos en nuestra primera entrega de Hostos 2016: esto es como un Back to the Future caribeño, abróchense los cinturones.
Diálogo: Saludos, profesor. Cuando se mira la sociedad puertorriqueña de hoy, ¿qué aspectos usted ve de la sociedad puertorriqueña actual que tengan rasgos de las filosofías hostosianas?
Mori: Es una pregunta muy abarcadora y para esto hay que poner en una amplia perspectiva la figura de Hostos. Yo quisiera entonces abundar especialmente sobre algunas aplicaciones de las principales filosofías hostosianas, más allá de los rasgos que pudiese tener su legado. Antes de eso, cabe señalar que en las escuelas y en los ámbitos de la educación en Puerto Rico, Hostos no es como se describe en República Dominicana, donde lo tratan como héroe. También, en Puerto Rico no se le ve como alguien que fue crítico del régimen colonial de la forma que se ve a Albizu o Betances, sino como un opositor de ese régimen pero más pacífico. Cuando lo comparan con Betances y Albizu, se presenta como una figura más tolerada.
La primera de estas aplicaciones, a mi entender, corresponde a un proyecto bien importante, que fue el Instituto de Estudios Hostosianos y la publicación de las obras completas de Hostos pero que no están completas. Serían 30 volúmenes en total pero eso está paralizado. El Instituto está en el aire, desde la pasada administración de la UPR, cuando, bajo el gobierno de Luis Fortuño también quitaron la Cátedra de Hostos. Esto me tocó de cerca porque estaba en el comité evaluador de la Cátedra y era miembro de la Junta Asesora del Instituto. Ese Instituto fue creado por una certificación del Consejo de Educación Superior y eso nunca ha sido derogado, aun cuando su actual desarrollo está en el aire. En otras palabras, la respuesta para la pregunta original con respecto al efecto que en la práctica tiene Hostos, pues ahora mismo es muy poco, y por eso abordo el tema mencionando el ejemplo del Instituto. Creo que su figura aún es vista un poco de forma amenazante para ciertos sectores del País, que quizás ven así las cosas donde quiera que haya una afirmación puertorriqueña. Creo que el legado de Hostos también ha sido afectado por el embate de la política partidista, al igual que el de otros padres de la puertorriqueñidad, al punto que su día de fiesta fue fusionado con el de otros próceres.
Pero su figura es tan inmensa, que no importa cómo se trate a nivel oficial, pues a nivel de la sociedad civil, se dan proyectos que reclaman de algún modo ser inspirados por Hostos, como, por ejemplo, movimientos sociales, sociopolíticos y políticos lejos de la política partidista que incluso en ocasiones llegan a conversar con la propia política partidista. Hay que recordar que una de las cosas que Hostos siempre propuso fue buscar consensos a través de movimientos no partidistas, él defendía el “no partidismo”. Eso en años recientes se ha visto bastante. También, pudiese aludirse a que las propuestas que se hacen sobre una asamblea constituyente, como lo que sugirió recientemente Rubén Berríos, tienen una inspiración hostosiana, con lo de la Liga de los Patriotas, que busca unir a diferentes posiciones de estatus en una misma iniciativa para resolverlo.
¿Hasta dónde ha llegado la filosofía hostosiana? Pues oficialmente no veo mucho en estos momentos, pero socialmente sí, pues movimientos inspirados por él tratan de fortalecer el papel de la sociedad civil en los asuntos políticos. En este momento, quizás tenga que hacer una excepción muy grande con el Municipio de Mayagüez, por actividades como las realizadas el 11 de enero, donde se reubicó la estatua en su honor cerca de la misma entrada de la Ciudad, para otorgarle más visibilidad y se han hecho otras actividades interesantes alrededor del Museo de Hostos y de la figura del prócer como tal.
Diálogo: ¿Qué haría Hostos si enfrentara el adolorido, apabullado y lastimado sistema de educación pública del Puerto Rico de hoy?
Mori: Te voy a dar una respuesta un poco atrevida. Yo creo que Hostos si se enfrentara a ese “apabullado” y “lastimado” sistema de educación no se sorprendería porque, básicamente, esa fue su experiencia, tanto en República Dominicana como en Puerto Rico. Hostos intentó, dentro de sus muchos proyectos, uno impulsado por el Estado. ¿Y adivina con qué se enfrentó? Se enfrentó con mucha oposición política, con la cosa partidista, con la lucha política que había. El problema era que muchos gobiernos no estaban de acuerdo con lo que Hostos proponía. En la educación, decía él, había que empezar por enseñar a pensar. Propuso una educación laica, y eso en República Dominicana tuvo problemas, no solo con el Gobierno, si no también con la Iglesia. Lo veían como una amenaza. Hubo gobiernos que lo apoyaron, pero el problema era que un gobierno lo aprobaba, instalaban su reforma y luego otros la quitaban. En República Dominicana quedó como transformador pero tampoco fue que tuvo el mayor éxito del mundo. Cuando él murió, de hecho, su reforma no estaba vigente, estaba en el piso. El gobierno que estaba en ese momento no estaba a favor de eso, y Hostos estaba bien contrariado, bien afectado por eso. Su muerte ocurrió en República Dominicana casi como un derrotado. Debo señalar algo más, que en el año 1899 él intentó crear un instituto educativo en Mayagüez apoyado por el Municipio, pero ya había empezado el régimen norteamericano en Puerto Rico y el Comisionado de Educación de entonces dijo que no era posible el desarrollo de eso. Hostos cerró el instituto y se fue. Lo que está pasando en Puerto Rico para Hostos no sería nada nuevo: la pelea política, la oposición. Hay que tener algo claro: Hostos siempre, desde el principio, se declaró educador antes que político. Publicó un libro sobre la educación científica de la mujer, con respecto a términos de evidencia, siguiendo el método de la razón. No es una educación ideológica, doctrinal, era una educación que decía que a la mujer se le podía enseñar a pensar. Creó escuelas en República Dominicana para varones y escuelas para hembras, no llegó al punto de ponerlos juntos, porque eso hubiese sido escandaloso en ese tiempo, pero crear escuelas para mujeres en República Dominicana fue un gran adelanto, eso fue grande. Adelantos como éstos le costaron, por ejemplo, tenerse que ir de allí en 1887, cuando, agobiado por la dictadura en el país hermano, se marcha a Chile.
Diálogo: En las Antillas de ahora, ¿dónde ubicaría ahora mismo usted aquel modelo político de la Confederación Antillana que defendía Hostos? ¿Es algo que merece revisión en el Caribe del año 2016?
Mori: Yo diría que, de los proyectos de Hostos, la Confederación de las Antillas es el que mayor futuro le veo. Claro, debe haber unos cambios importantes. Hostos hablaba de Antillas, las Antillas son las islas y hoy hablamos del Caribe, que es algo más amplio. Al hablar de confederación, se habla de unión, los términos que se llegan a la mente son integración y cooperación, unos procesos que creo que están bastante adelantados en el Caribe. El Caribe ya no se limita a las islas, incluimos ahora parte del norte de Sudamérica, algunas poblaciones de Venezuela, algunas partes de México, como Veracruz, con sus poblaciones costeras, o Guyana o partes de Colombia como Barranquilla y Cartagena, o la ciudad de Limón en Costa Rica, con gran herencia cultural caribeña. Vemos gran participación en el comercio y en encuentros culturales o deportivos, como los Juegos Centroamericanos y del Caribe, y hasta políticos y económicos. Un ejemplo grande es el énfasis que la CELAC (Comunidad de Estados de Latino América y el Caribe) le ha dado a la región. Dicho todo esto, creo que ahora mismo un proyecto como la Confederación pudiese darse muy fuerte, entendiendo que el Caribe es algo más allá de lo que era hace 150 años. Interpongo todo esto también resaltando que este mismo Caribe se definió y se fue formando debido su relación con Estados Unidos, con todas sus legislaciones, sus interacciones militares y sus intervenciones políticas, económicas y sociales. Curiosamente, esto fue algo que otro prócer, Martí, dijo bien claro hace tiempo, que había que unirse, porque los Estados Unidos eran una amenaza.
Diálogo: Mencionamos hace un rato el término “asamblea constituyente”, uno que se utiliza cada vez que sale a relucir la discusión del tema del estatus de Puerto Rico. ¿Cuán lejos o cerca usted entiende que eso está de evocar a la Liga de Patriotas de Hostos? ¿Cómo entiende usted que Hostos trabajaría la situación actual del estatus de Puerto Rico?
Mori: Yo entiendo que está muy cerca. Claro, Hostos no hablaba de una asamblea constituyente, pero la Liga de Patriotas era una reunión de gente, considerando que la definición de patriota es aquel que lucha por su patria. Hostos consideraba patriota hasta el que defendía la estadidad. Aquí estamos hablando de un procedimiento, donde se juntarían todos aquellos que quisieran solucionar el problema de Puerto Rico en aquel entonces. Para Hostos, patriota era aquel al que le duele cuando el país está mal, y eso para el incluía los que buscaban la anexión a Estados Unidos. Él llegó al punto de decir que si eso es lo que la gente quiere, que así sea. La diferencia de hoy es que antes de que ese proceso se diera él reclamaba que tenía que haber un largo proceso educativo. La Liga de Patriotas fue un proyecto educativo y buscaba que la gente desarrollara conciencia de lo que iba a hacer. Primero que nada, no era un asunto partidista. Hostos llegó a ir en una comisión a reunirse con (el presidente William) McKinley, algo parecido a lo que recién propuso Rubén Berríos 118 años más tarde, lo único que Rubén dice que sean los presidentes de los partidos políticos los que conformen la comisión y Hostos decía que debían ser patriotas diferentes, sin partidismos. Hostos también proponía un plebiscito luego de un largo proceso de educación. Yo creo que Hostos endosaría una asamblea constituyente siempre y cuando hubiese una participación amplia, partidista y no partidista. Aquí el problema es que los partidos se oponen a la participación no partidista, hoy y antes. Hostos se dio cuenta de eso. Al fin y al cabo, esta propuesta de Hostos no tuvo efecto. La Liga de Patriotas se quedó en el aire. Muñoz Rivera se fue con su partido, Barbosa con el suyo, Hostos se fue a República Dominicana, y los independentistas que había siguieron en distintos movimientos, pues habían muchas otras luchas ahí, en defensa de la cultura y del idioma, debido a la invasión reciente de Estados Unidos, que traía también directamente la imposición del inglés en las escuelas. Era un escenario complicado.
Documental sobre hostos realizado por la casa productora Tres en un Zapato para la página Mayagüez sabe a Mangó:
Diálogo: Si le pregunta sobre Hostos a un ciudadano puertorriqueño común de 2016, ¿qué contestación daría? ¿Qué contestación daría un estudiante de edad escolar?
Mori: Esta respuesta es corta. Todo el mundo sabe que en Puerto Rico hay un gran desconocimiento de Hostos entre ciudadanos y en estudiantes en general, por el poco énfasis que se le da. No es parte del currículo educativo. Era un día de fiesta y lo quitaron. La inmensa mayoría lo mira y dice: “Ah, ese es el del nombre de la avenida, o el de la escuela”. El nombre de Hostos le suena, pero saber quién es, eso es otra cosa. Los grupos de estudiantes que visitan el museo de Hostos en Mayagüez los veo como minorías, si son el 1% del sistema de educación pública es mucho. En cierto sentido se le mira todavía como una amenaza para el régimen colonialista. El Gobierno de Puerto Rico ni lo mira, no lo enseñan y algunos incluso se oponen a él. Sí, hay quienes se oponen a que el nombre de Hostos suene y para mí eso es terrible. El desconocimiento es bastante amplio. Incluso, si las comparamos con Hostos, las figuras de Betances y Albizu han tenido gente que se ha dedicado a mantenerlas vivas de alguna forma. Aquí las cosas ha habido que ganárselas. El Grito de Lares fue algo que la universidad aceptó como un día de receso académico. Pero eso fue luchado por los estudiantes y los trabajadores no docentes. Son luchas que se dan y que creo que hay que seguir dando.
Diálogo: Finalmente, profesor, Hostos se expandió por toda Latinoamérica… ¿Qué visiones latinoamericanas contemporáneas usted ve que de una forma u otra vayan marcadas por el trabajo de Hostos?
Mori: Hostos viajó por América del Sur, y vivió en Chile mucho tiempo. Estuvo en Brasil y Perú. Yo diría que lo que más sobresalió de Hostos en América Latina fue su trabajo por la educación. Se le conoce como el Pensador de América y el Ciudadano de América, eso en términos generales. En algunos países se le conoce por cosas específicas, como en Chile, claro, además de República Dominicana y Puerto Rico. En Chile vivió 10 años e hizo muchas cosas, fundó escuelas allí, enseñó a nivel universitario. También fue profesor de derecho, a pesar de que nunca terminó su propia carrera universitaria de derecho, lo que te demuestra el respeto que le tenían y dónde consideraban su nivel intelectual. Un dato que quisiera señalar es que cuando se publicó el libro de los 50 más grandes pensadores de la educación (Fifty Major Thinkers of Education: from Cofucius to Dewey, Routledge, 2001), Hostos fue el único latinoamericano incluido y apenas el segundo de habla hispana después del español José Ortega y Gasset. En mi opinión, también pudiese vincularse su pensamiento como influencia para Paulo Freire, en cuanto al concepto de desarrollar la conciencia del deber. Hostos ha sido muy importante a nivel mundial, por eso debería también importar más aquí, en su patria. Hostos es probablemente el único o una de las pocas figuras en el nivel universal cuyas obras completas están incompletas. Nos queda mucho aún por hacer con respecto a su figura.