Si hay relaciones que han sufrido el embate de la crisis económica mundial y su neoliberalismo, esas son las laborales u obrero-patronales. Basta echarle un vistazo a situaciones recientes con empleados de distintas empresas multinacionales en Estados Unidos, como McDonald’s o Wal-Mart, para entender que las luchas obreras en el mercado privado del Siglo XXI portan una efervescencia que no se veía desde la primera mitad de la pasada centuria.
Ahora bien, ¿Quieren ver un ejemplo moderno de la lucha obrero-patronal en el Estado Libre Asociado de Puerto Rico que involucre a alguna empresa multinacional privada? Helo aquí: La compañía IKEA, una multinacional nacida en Suecia que se dedica a vender muebles, decoraciones y enseres que uno mismo arma, le hizo caso omiso a una orden de un cuerpo federal que certifica el despido injusto y determina la reinstalación inmediata a sus labores a Andrés Corchado, un trabajador de almacén que incluso había sido premiado por la empresa por su gran desempeño. Al pasar esto y, bajo todos los parámetros federales de la Ley Taft-Harley, la Central General de Trabajadores (CGT) comenzó una huelga el pasado viernes, 28 de noviembre.
¿Pudo digerir todo eso? Pues haga espacio, que aún hay que colar al Tribunal de Primera Instancia de Carolina por algún lado. Veamos a fondo qué sucedió.
Según se desprende del dictamen de la National Labor Relations Board (NLRB), un organismo tan y tan federal que su dirección electrónica finaliza con “.gov”, IKEA y sus franquiciadores en Borinquen, el conglomerado español-dominicano SARTON Dominicana S.A.S., fueron ordenados en agosto a restituir a Corchado luego de que se determinara que su despido fue injusto en el caso identificado con la numeración 12-CA-130545.
Andrés Corchado muestra el fallo federal de la NLRB a su favor. (suministrada)
De esta forma, se avaló la postura que en la querella ante la NLRB estableció la CGT, donde se insistía en que el despido de Corchado era por su activismo social y no por fallas en su trabajo. Según informó la CGT, Corchado fue despedido el 23 de mayo de 2014, la querella de la CGT ante la NLRB se realizó en junio y la ordenanza para la reinstalación del trabajador Corchado sucedió a finales de septiembre.
Pero IKEA se rehusó a devolverle el empleo a Corchado, y ante esto, la CGT convocó un paro de 24 horas a principios de noviembre. Hicieron varias manifestaciones en las tiendas de IKEA del centro comercial Plaza Escorial, en Carolina. Y el viernes 28 de noviembre, en otro virulento Viernes Negro, la CGT montó campamento en el almacén principal de IKEA, también en Carolina.
(Vídeo: www,banderaroja.org)
Ni cortos ni perezosos, la alta gerencia de IKEA Puerto Rico fue al Tribunal de Primera Instancia de Carolina a pedir un interdicto para obligar a la CGT a sacar su campamento de allí, ignorando por completo el dictamen de la NLRB. El sistema judicial boricua funciona de maneras más allá de lo curioso y, a pesar de que el Tribunal de Primera Instancia estableció una vista para el jueves, 4 de diciembre, aprobó el martes, 2 de diciembre, una orden de entredicho preliminar en la cual se determina que la CGT debe “desistir de obstaculizar, interrumpir y entorpecer la entrada y salida de personal de la empresa y camiones de las facilidades”.
Claro está, en este pulseo entre obreros y patronos, la psicolingüística mediática es una de las mejores armas, especialmente cuando hay dinero para pautar anuncios en los medios del País. Luego de que la gerencia de IKEA le entregara el emplazamiento del entredicho emitido por el Tribunal a los oficiales de la CGT José Budet y Scott Barbés Caminero, un comunicado de prensa emitido por la empresa en la noche del martes fue publicado en distintos medios del País. En el comunicado, IKEA reclama que la CGT bloqueó “ilegalmente” las instalaciones del almacén, proclama que en un año “han creado 120 empleos directos y sobre 100 indirectos” y, por supuesto, exclama que “esta situación ha producido pérdidas sustanciales a la operación y grandes inconvenientes al público en general”.
Efectivos de seguridad privada han vigilado todo el proceso huelgario. (Foto suministrada)
Ante esto, los obreros han optado por una batalla mediática de guerrilla, basada en el uso de las redes sociales y en algunos medios alternativos. Para poner bajo lupa este ejemplo de un conflicto obrero-patronal con la empresa privada en pleno Siglo XXI y, ya que IKEA expresó su punto de manera formal mediante un comunicado de prensa, Diálogo conversó con los líderes de la CGT, en busca de arrojar más luz sobre este asunto. Según Barbés Caminero, secretario del CGT, a Corchado “se le despidió tras echársele la culpa por una mercancía rota que llegó en un vagón a Santo Domingo". Para el gremio, fue un castigo por ser Corchado una figura clave en el proceso de sindicalización.
“Realmente, esto fue represalia por su activismo sindical”, explicó Barbés Caminero, quien recibió el emplazamiento por parte de gerenciales de IKEA que acudieron a las instalaciones del campamento huelgario acompañados por seguridad privada.
“Resulta que ante las condiciones de trabajo que allí había, los trabajadores decidieron organizarse sindicalmente bajo la ley federal Taft Harley”, la misma que es administrada por la NLRB, expuso Barbés. “Y en el momento en que fue despedido Corchado, nos encontrábamos en pleno proceso de sindicalización, según corresponde a las leyes federales y estatales, y él estaba muy activo en eso”, dijo.
Imagen de una manifestación en la tienda IKEA de Plaza Escorial. (Foto suministrada)
“Pero qué curioso, que lo despiden por eso que te dije de la mercancía rota, una bobería que no sé ni cómo pueden probar, pero meses antes es reconocido por uno de sus supervisores con el título de ‘Líder de Grupo’, una posición simbólica en la empresa que es sinónimo de buen trabajo realizado y de ejemplo para sus compañeros”, agregó Barbés Caminero.
Ahora, a la CGT le toca ir a la vista establecida por el Tribunal de Primera Instancia de Carolina este jueves, 4 de diciembre, “una vista de la cual entendemos debemos salir airosos, pues nos cobija una de las leyes más sólidas en cuanto a reglamento obrero-patronal, la misma que cobija nuestra huelga”. Sin embargo, “no dudamos que de repente entren a romper huelga con la seguridad y haya violencia. Ojalá que eso no pase y mucho menos que el Gobierno de Puerto Rico use a la Policía como fuerza represiva”.
Pues en este tipo de situación dicho accionar no es raro. Lo interesante será ver cómo reacciona este jueves un tribunal de un territorio de Estados Unidos a un dictamen ya emitido por un organismo federal. Mientras, los trabajadores en Carolina ya están en el sexto día de huelga por su compañero despedido. ¿La multinacional IKEA? Hace dos años la revista Forbes la declaró una maravilla mundial luego de que generara $24 mil millones en ventas en sobre 300 tiendas alrededor del mundo. Obrero y patrón, dos cosas muy distintas son.
Para ver el documento de la decisión emitida por la National Labor Relations Board, pulse aquí.