Las grandes casas productoras de Hollywood siempre intentan, cada tanto tiempo, consagrar un film como la nueva película de aventura épica. Se invierten millones de dólares en producir largometrajes de gran envergadura, basándose en algún (o algunos) mitos, leyendas e historias de antaño, sobre dioses, héroes y guerras de tiempos remotos; y los adornan con muchos extras, efectos especiales y secuencias increíbles de acción y peleas. Lamentablemente, suele suceder que olvidan lo que hace que estas historias perduren en el tiempo y que las hace universales: el factor humano.
Cuando la cosa sale bien, el resultado es sumamente gratificante, como por ejemplo Gladiator de Ridley Scott. Cuando la cosa sale mal, pues lo que se obtiene no resulta tan brillante, como los casos de Percy Jackson, Troy o la más reciente y nueva versión de Clash of the Titans. Este año tenemos una nueva integrante del grupo de la infamia: Immortals.
Empecemos diciendo lo que se puede rescatar del film. En cuanto a aspectos técnicos todo marcha sobre ruedas. Visualmente es un espectáculo que nos recuerda a 300 (que fue hecha por los mismos productores) y, aunque en algunas ocasiones la cámara lenta comienza a aburrir, las secuencias de pelea están muy bien coreografiadas y suficientemente adornadas con efectos especiales. La música y la edición también cumplen su parte dándole ritmo y emoción a las secuencias de batalla. La dirección de arte también puede ser destacada, ya que los vestuarios y los sets son sumamente ricos en detalles y son muy hermosos.
Habiendo dicho esto, tengo que decir que no hay más nada bueno en este film. Las actuaciones fluctúan entre decentes y terribles, incluyendo la de actores tan reconocidos como Mickey Rourke o la hermosa y talentosa Freida Pinto. Henry Cavill, quien interpreta al héroe Theseus, convence a veces, pero la mayoría del tiempo se ve perdido tratando de actuar un personaje que no es definido nunca por el guión.
No obstante, aunque la historia es interesante en un principio, no tiene ningún tipo de coherencia y a medida que avanza, va dejando atrás agujeros y desperfectos que, llegado el final, dejan la trama en ridículo y totalmente injustificada.
Immortals nos cuenta la leyenda de Theseus, según Charles y Vlad Parlaplanides, escritores del guión, ya que muy poco asemeja a la contada por la mitología griega. Según la versión de Immortals sobre el mito de Theseus, este héroe se encuentra impulsado por el destino a pelear contra el malvado rey Hyperion (Mickey Rourke), para salvar al mundo de que éste último libere a los titanes. El problema radica en que en realidad, a quien está ayudando Theseus no es al mundo como tal, sino a los dioses que alguna vez encerraron a los monstruosos titanes y quienes, por alguna ley que nadie nunca se dedica a cuestionar o explicar, no pueden interferir en ninguna decisión humana.
Aquí comienzan a aparecer los huecos en la trama. ¿Por qué los dioses simplemente no detienen a Hyperion? ¿Quién impuso esta ley de no interferir y por qué? Si la ley efectivamente es esa, ¿por qué toda la película está plagada de intervenciones divinas, incluyendo un final deux et machina (literalmente)? De igual modo, Zeus insiste durante toda la historia en que Theseus es el elegido para ser el gran héroe de mortales e inmortales, pero la verdad sea dicha, Theseus jamás logra hacer nada en el film. No voy a enumerar todas las cosas que no logró esta película, pero si quieren divertirse mientras ven la ven, vayan anotando todas las cosas que no pudo alcanzar.
Ahora bien, como si esto no fuese suficiente, tenemos el hecho de que la película de algún modo nos habla de la fe que debemos tener en nuestro(s) dios(es), así como el (o ellos) confía(n) en que nosotros haremos el bien y por eso nos deja(n) ejercer nuestro libre albedrío. Pero si, como ya dije, Theseus no es quien salva al mundo y además los dioses si intervienen en algunas cosas, pero en otras ocasiones dejan morir a los inocentes porque “no pueden entrometerse”, ¿Cómo se supone que se mantiene ese mensaje de fe y confianza mutua entre humanos y deidades?
Ahora bien, posiblemente lo que más cansa de Immortals es que es totalmente plástica. Todo ocurre a un nivel superficial sin sentimientos de por medio. Aparentemente, el afamado director Tarsem Singh se ocupó más de la forma que del contenido, dejando en el olvido ese factor humano que hace grandes a los mitos y leyendas, haciéndolos eternos e inmortales.
Es irónico que el gran mensaje de la película es que precisamente los seres humanos podemos ser inmortales cuando nuestros cuentos son contados durante toda la eternidad. Dudo que este film tenga esa suerte.