Ante la falta de energía eléctrica en el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR), el panorama luce incierto con relación al inicio de clases y labores administrativas.
El semestre apenas había comenzado el lunes pasado para los gallitos y jerezanas, pero el martes las labores fueron canceladas debido al paso del huracán Irma por el Caribe. El rector interino de la unidad, Luis Ferrao Delgado, indicó que ante la pérdida de varios días, el calendario académico “necesariamente va a tener que extenderse”.
Aún cuando el jueves la Administración Central de la UPR había anunciado la reanudación de labores académicas y administrativas para el próximo lunes 11 de septiembre, el Recinto de Río Piedras se mantiene en vilo hasta tanto el servicio eléctrico sea restaurado.
De acuerdo con el director de la Oficina de Protección Ambiental y Seguridad Ocupacional del recinto, Jorge Ramos, “el restablecimiento de la energía eléctrica es crítico” para, consecuentemente, evaluar la aptitud de áreas como el sistema de los acondicionadores de aire.
Por su parte, la directora de la Oficina para la Conservación de las Instalaciones Universitarias (OCIU), Daphne Domínguez, precisó que hoy la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) estará evaluando las líneas del sector y así “tener un estimado de cuándo el recinto pudiera estar activo”.
En un recorrido ayer por las instalaciones del campus, Diálogo constató que la mayor parte de los daños producto del huracán fueron en las áreas verdes. Empero, no se observó impactos en la infraestructura.
De acuerdo con Domínguez, los empleados de mantenimiento ya comenzaron las labores de limpieza en el recinto, que en su mayoría incluye arboles caídos. La funcionaria indicó que la prioridad en estos momentos es despejar las áreas peatonales y vehiculares, así como evaluar aquellos árboles peligrosos que podrían quebrarse en algún momento.
Aunque el recinto no cuenta con energía eléctrica, los laboratorios de investigación, la estación Radio Universidad y la Oficina de Seguridad se mantienen funcionando gracias a plantas de electricidad. En cambio, la biblioteca José M. Lázaro y la de la Escuela de Derecho no cuentan con generadores de energía. El estado de estas, según Ramos, será revisado para determinar si necesitarán labores de limpieza y desinfección en caso de que presenten un brote de hongos debido a la humedad.
Ramos aclaró que la financiación de estas obras de limpieza y desinfección ya está contemplada por medio de contratos que la institución ha pactado previamente. Aunque no pudo precisar el monto de los contratos, señaló que estos rondan los $30,000 y $40,000, según el servicio que se realice.
Ferrao Delgado, por su parte, hizo hincapié en la labor realizada por los empleados de OCIU y de la Oficina de Seguridad en aras de devolver la normalidad al recinto riopedrense, quienes dejaron sus hogares para “cumplir con la institución”.
Previo al paso del fenómeno atmosférico, la administración universitaria desalojó las viviendas estudiantiles de Resicampus y Torre Norte. En el caso de los estudiantes internacionales, estos fueron trasladados al primer nivel de Torre Norte. Mientras, los empleados de seguridad se alojaron en el primer nivel de Resicampus durante la tempestad.
Leves los estragos en Jardín Botánico
El director interino del Jardín Botánico, Carlos Díaz Pérez, indicó a Diálogo que aunque los estragos debido al paso del huracán Irma no fueron los pronosticados, sí hay muchos escombros en las veredas del jardín. De acuerdo con el funcionario, la prioridad es despejar la carretera principal que provee acceso a las instalaciones básicas como la Administración Central.
Díaz Pérez sostuvo que luego harán un recorrido por las veredas del jardín para cuantificar los daños y restablecer el acceso a estas. El funcionario estimó, de manera preliminar, que el trabajo de limpieza y mantenimiento de las veredas puede tomar de dos a tres meses, por lo que estas permanecerán cerradas para el público.
Las lluvias asociadas con el huracán tampoco provocaron que el río Piedras se saliera de su cauce, según Díaz Pérez.
Diálogo también realizó un recorrido externo de las instalaciones del Edificio de Ciencias Moleculares de la UPR ubicado en la carretera 1 y pudo divisar la ruptura de un cristal.
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