Lo que comenzó como una iniciativa para recoger fondos para la reconstrucción de la Iglesia de San José en San Juan, hoy constituye una de las celebraciones tradicionales más características de la cultura puertorriqueña.
Tres personas figuran como los principales responsables del inicio de la célebre tradición: el sacerdote Madrazo, quien organizó la modesta procesión durante la celebración del día de San Sebastián para recoger donativos; el Dr. Ricardo Alegría, director del Instituto de Cultura Puertorriqueña quien se aseguró de que la tradición popular no se abandonara una vez Madrazo se fuera a España; y Rafaela Balladares, cuya iniciativa logró que se incorporara música, baile y arte a la Fiesta.
Rafael Acosta Sepúlveda, miembro del Comité organizador de las Fiestas de la Calle San Sebastián, comentó que las actividades nocturnas son un “anexo” a las celebraciones de las Fiestas, cuya misión principal es resaltar el patrimonio de la cultura puertorriqueña mediante las artesanías, la música y la gastronomía.
“Es una fiesta de encuentro: niños, jóvenes y adultos – todo el mundo viene a pasarla bien”, sostiene Acosta.
Cada año, el Comité organizador de las Fiestas de la Calle San Sebastián le dedica las actividades a personas o instituciones que hayan aportado a la sociedad puertorriqueña o cuya trayectoria musical sirva como ejemplo para la juventud. Este año las Fiestas están dedicadas al cantante Tito “El Bambino”, por su desempeño artístico y colaboración con campañas publicitarias para disminuir el uso de drogas, añade Acosta.
Las Fiestas, que comienzan el jueves 13 de enero y concluyen el domingo 16, iniciaron con tranquilidad, según pudo observar Diálogo, mientras los comerciantes se preparaban con buenas expectativas de las personas que acuden a las celebraciones.
Durante el recorrido por el Viejo San Juan, Diálogo también observó que la presencia policiaca era notable.
Aníbal Bravo Nazario, presidente de la Junta de la Bombonera, explicó que el horario implementado por el alcalde de San Juan, Jorge Santini, “es razonable” para los comerciantes locales, quienes además de anticipar un incremento en las ventas, esperan que el municipio mantenga el orden y las calles limpias.
No obstante, las medidas efectuadas por el alcalde, como cerrar ciertas calles, establecer una hora de cierre específica e incrementar la presencia policiaca, han causado conflicto entre algunos comerciantes y residentes locales.
Por otro lado, artesanos montaban sus mesas y se preparaban para presentar sus artesanías a las familias y los turistas que merodeaban por la Plaza Ballajá temprano en la tarde.
Cristian González, estudiante del Conservatorio de Música quien custodiaba una de las mesas, indicó que “tenía esperanza de que todas las cerámicas se vendieran”.
El joven, junto a sus dos hermanos, ayudaba a su madre, Elizabeth González-López, a mercadear y vender las cerámicas que ella crea.
“Es un producto bien original, ella (Elizabeth) se inspira en la naturaleza y la familia”, añadió el joven cuando un grupo de turistas comenzaron a congregarse alrededor de la mesa.
Mientras las lluvias disipan las personas que pasean por las calles, cada cual se prepara para las celebraciones de la tarde y noche – entre ellas el tradicional desfile de los Cabezudos, la entrega de los Premios San Sebastián 2011, y varias actividades musicales con Luisito Vigoreaux hijo, Tavin Pumarejo y el grupo Da’zoo.