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TEGUCIGALPA- Una esperada mesa de diálogo para superar la aguda crisis en Honduras entre representantes del Gobierno de facto y el depuesto presidente Manuel Zelaya se instaurará este miércoles, tras el arribo al país de una misión de cancilleres de la OEA. El presidente de facto, Roberto Micheletti, anunció el martes por la noche la instalación de una mesa de diálogo, argumentando:”Mi Gobierno convoca a una mesa de diálogo para abordar con nuevo espíritu los temas que de alguna manera ya han sido objeto de consideración en documentos de trabajo en el diálogo de San José”, sostuvo Micheletti en un discurso en cadena nacional de radio y televisión. La misión de cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA) liderada por su secretario general, José Miguel Insulza, aterrizó en Tegucigalpa esta mañana con el desafío de mediar entre Zelaya y Micheletti, quien en su convocatoria ni siquiera mencionó al depuesto mandatario. Insulza y la misión de cancilleres tienen planeado reunirse con Micheletti, después de instaurada la mesa de diálogo. Y el jueves visitarán a Zelaya dentro de la legación brasileña, que se encuentra rodeada por un cerco militar que pretende arrestarlo por acusaciones de corrupción y de violar la Constitución. Con el fin de alcanzar un llamado “Acuerdo de Guaymuras”, Micheletti propuso que en la mesa de diálogo -en la que participarán tres representantes de cada bando en pugna- se revisen algunos temas incluidos en el “Acuerdo de San José” propuesto por el presidente de Costa Rica, Oscar Arias. “En particular dos temas cruciales que se refieren al respeto de los poderes del Estado y a la amnistía”, expresó el presidente de facto. Pero Micheletti no habló de analizar el tema del regreso de Zelaya a la presidencia, incluido en el plan Arias y algo que ha pedido una y otra vez la comunidad internacional, y un tema que es considerado crucial y que ha empantanado negociaciones pasadas. El plan Arias establece como solución a la crisis política, además de la restitución de Zelaya en el poder, un Gobierno de unidad nacional y solicitar al Congreso la declaratoria de una amnistía general, entre otras cláusulas. “Yo soy un hombre de fe y creo que aún hay una salida, pero no la veo cerca”, aseguró Zelaya a radio HRN, e insistió en que su restitución es innegociable. “Mientras la dictadura que está establecida en Honduras no deposite la presidencia de la República en manos de quien el pueblo escogió para gobernar, todo lo demás es un show simplemente para perpetuar sus ambiciones de poder”, expresó Zelaya al canal 11 de televisión. Zelaya, quien se encuentra recluido en la embajada brasileña en Tegucigalpa tras ingresar clandestinamente al país hace más de dos semanas después de ser destituido y exiliado a la fuerza el 28 de junio, consideró que la convocatoria del Gobierno de facto es una maniobra dilatoria ya que no considera devolverle el poder.