BAGDAD (Reuters) – Soldados, policías, prisioneros y personas desplazadas comenzaron a votar el miércoles en Irak antes de las elecciones provinciales previstas para el sábado, que determinarán el panorama político a lo largo del país cuando las tropas de Estados Unidos se retiren. Las elecciones son las primeras en Irak desde el 2005 y que se celebren de manera pacífica será una prueba para la débil estabilidad del país mientras sale de años de guerra sectaria. Los iraquíes han recibido la votación con entusiasmo. Unos 14.400 candidatos, incluyendo casi 4.000 mujeres, se han registrado para pelear por 440 puestos locales en los consejos provinciales. En el sur chiíta, el primer ministro Nuri al-Maliki busca ganar apoyo en provincias ampliamente dominadas por grandes partidos rivales. En otros lugares, los árabes sunitas, muchos de los cuales boicotearon las últimas elecciones provinciales, están detrás de una participación mayor en el poder provincial. Las elecciones son una prueba política para Maliki, quien es chiíta y enfrentará a los votantes en comicios nacionales previstos para este año. “Maliki nos ha dado seguridad y nos dio en la policía y el Ejército algo de respeto en la sociedad”, dijo el oficial Mohammed Khalaf Saleh, mientras hacía fila en una escuela primaria en Basora, donde los policías apilaron sus pistolas en una mesa ubicada afuera antes de ingresar a votar. El voto especial del miércoles fue convocado para asegurar que soldados y policías puedan estar de servicio en un operativo masivo de seguridad durante la principal elección del sábado, cuando los vehículos no podrán circular por las calles. El portavoz de seguridad, mayor general Qassim Moussawi, dijo que no hubo incidentes violentos reportados en Bagdad durante las primeras horas de votación. “Este día es una victoria para todos los iraquíes”, dijo el mayor general Abdul Amir Ridha Mohammed, un comandante de división iraquí, mientras sostenía un dedo teñido con tinta violeta que probaba que había votado, en la ciudad de Kirkuk. Allí la principal votación fue pospuesta indefinidamente, pero los soldados de otras partes de Irak pueden votar. En la prisión Ma’qal en Basora, los presos hacían fila para votar en trajes de color naranja. “No sé por quién votar, pero un jeque escribió este número en mi mano y votaré por este número”, dijo uno de los detenidos. Los guardias golpearon a varios periodistas que estaban cubriendo las elecciones en la cárcel, acusándolos de tomar fotos que mostraban la cara de los presos. Celebrar una elección exitosa es una prueba importante de la habilidad de los soldados iraquíes para mantener la paz mientras 140.000 efectivos estadounidenses comienzan a retirarse. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quiere acelerar el ritmo de retirada después de que su predecesor George W. Bush prometió retirar las tropas hacia fines del 2011.