JERUSALEN- El primer ministro y el ministro de Defensa de Israel tendrán que testificar en una investigación sobre el asalto mortal contra una flotilla de ayuda a Gaza, aseguró el lunes el líder de la comisión investigadora israelí en un comunicado abierto.
Un observador internacional en la comisión informó que todos los implicados en ella estaban determinados a ser rigurosos.
Turquía, molesta por la muerte de nueve activistas turcos pro-palestinos en un enfrentamiento con comandos israelíes que asaltaron un barco que pretendía romper el bloqueo marítimo a Gaza el 31 de mayo, explicó que la investigación sería parcial.
El Gobierno de Israel, que rechazó la propuesta del secretario general de la ONU Ban Ki-moon para abrir una investigación internacional, decidió crear su propia comisión, dirigida por el juez retirado de la Corte Suprema de Justicia Jacob Turkel, hace dos semanas.
La comisión incluye a otros dos israelíes -un experto en derecho internacional y un ex general- y dos observadores extranjeros sin derecho a voto: David Trimble, un político de Irlanda del Norte laureado con el premio Nobel de la Paz, y el jurista canadiense Ken Watkin.
“La comisión ha decidido convocar en breve al primer ministro, al ministro de Defensa y al jefe del Estado Mayor Conjunto, junto a otros altos funcionarios cuando lo considere oportuno”, aseguró Turkel en declaraciones abiertas antes de cerrarse la sesión a los medios de comunicación.
Trimble explicó que todos en el panel estaban “determinados a que la investigación fuese rigurosa y esperaba que se pudiera, por tanto, hacer una contribución positiva a la paz”.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha dicho que estaba preparado para testificar junto al ministro de Defensa, Ehud Barak, y al teniente general Gabi Ashkenazi, la máxima autoridad militar de Israel.
Turkel informó que el mandato de la comisión pide que se examine si el bloqueo naval de Israel y la intercepción de la flotilla cumple las leyes internacionales y también que investigue la acción de los participantes y organizadores en el convoy denominado “flotilla de la libertad”.
Israel sostuvo que el bloqueo naval era necesario para prevenir el envío de armas de Irán a los dirigentes islamistas de Hamas en Gaza.
Aunque Netanyahu se enfrentará a un interrogatorio de la comisión, el mandato limitado de ésta significa que es improbable que sus conclusiones, que Israel ha dicho que hará públicas, supongan una amenaza para su Gobierno de coalición.
Los líderes israelíes han dicho que los soldados, al abordar el barco de bandera turca Mavi Marmara, abrieron fuego en defensa propia después de ser atacados por los activistas con armas blancas y barras metálicas.
Turquía, en el pasado un aliado estratégico de Israel, calificó el derramamiento de sangre israelí como “terrorismo de Estado”, retiró su embajador del Estado judío y canceló una serie de maniobras militares conjuntas.
Los sondeos de opinión pública en Israel mostraron un amplio apoyo a la operación, en medio de interrogantes sobre si los jefes militares subestimaron el tipo de resistencia a la que se iban a enfrentar los comandos.
Tras la presión internacional, Israel suavizó su bloqueo terrestre a Gaza el 20 de junio, diciendo que permitiría la entrada al territorio de todo tipo de productos excepto armas y material para fabricarlas.
El bloqueo naval del enclave, donde residen un millón y medio de palestinos, sigue en vigor.