…in my mind I am free.
Stephen Hawking
Sus ideas lo hacen libre. Desde su brillante mente esboza sus planes para el futuro, sus invenciones y sus propuestas. Nada lo limita porque está convencido de que tiene mucho que aportar y para ello, quiere seguir aprendiendo. Aunque nació con la condición de distrofia muscular, que hoy lo mantiene sin movilidad de su cuello hacia abajo, Juan Fernando Vargas Segarra, de 27 de años nutre sus sueños con acciones que lo llevan al camino del mejoramiento académico y de ayuda a otros que experimentan situaciones similares a las de él.
Fue así que se matriculó en el curso de Creación de propuestas que imparte la División de Educación Continua de la Facultad de Administración de Empresas (ADEM) del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM). La jornada de 12 semanas, que se impartió completamente en línea, le ofreció a Juan Fernando la plataforma ideal para esbozar con más detalles la misión de su Fundación Toque de Vida, cuyo propósito es ofrecer asistencia a personas con algún impedimento.
“Decidí tomar el curso para someter la propuesta de mi Fundación al gobierno estatal. El material didáctico, el libro que me ofrecieron, las diferentes clases en línea y el contacto interactivo con los profesores me ayudó mucho, aprendí a cómo desarrollar una propuesta y cómo someterla. Fue una experiencia gratificante y muy buena”, dijo en entrevista con Prensa RUM desde su residencia en el barrio Malezas de Mayagüez.
Para redactar sus trabajos, el joven utiliza un equipo de asistencia que le permite activar el teclado con su vista. De hecho, según relató el doctor David Santiago, profesor del curso, siempre era el primero en entregar sus asignaciones.
“Juan Fernando es un estudiante muy espectacular y especial. Él era uno de los más que participaba en el curso y se mantuvo bien activo. Él escribió su propuesta, quiere ofrecer transportación y asistencia social para cubrir los costos médicos de personas que, como él, tienen gastos adicionales. Él quería que su documento fuera de excelencia”, relató Santiago.
La jornada educativa que transcurrió en tres secciones de abril a julio, agrupó en el espacio virtual a unos 70 alumnos, que recibieron su certificado de participación en una ceremonia que se llevó a cabo en el Anfiteatro de ADEM. Aunque Juan Fernando no pudo estar físicamente, sí hizo acto de presencia a través del Skype. Ese fue el momento en el que los demás compañeros supieron de su condición.
“Fue una experiencia hermosa, los demás compañeros no sabían quién era él y lo mantuvimos así hasta el último día de clases que estuvo de forma virtual y su papá vino a recibir su certificado. Le robó el corazón a todos saber que desde su habitación inició una Fundación para ayudar a otros jóvenes con condiciones físicas como la de él. Es una persona muy encantadora y brillante”, puntualizó Santiago.
Precisamente, fue Fernando Vargas Alicea, padre del joven, quien hizo todas las gestiones para matricular a su hijo en la clase.
“El sueño de él de crear una Fundación para ayudar a otros niños para que no pasen la situación que él ha pasado, me motivó y le dije: ‘este curso es para ti’. Es un gran guerrero. A veces me pregunto de dónde saca tanta fuerza, autoestima y motivación, eso nos da ánimo para seguir ayudándole”, expresó su progenitor.
En pos de sus sueños
…remember to look up at the stars
and not down at your feet…
never give up work.
Work gives you meaning and
purpose and life is empty without it.
Stephen Hawking
¿Qué mensaje le darías a otros jóvenes que buscan alcanzar un sueño?, le preguntó Prensa RUM a Juan Fernando.
“Les diría que a pesar de estar en esta condición tan difícil, siempre he tenido el deseo y las ganas de ayudar a las personas con mi misma condición. Tengo el sueño y los deseos de progresar, de echar hacia delante y quiero decirle a las personas como yo y a los jóvenes que luchen por sus sueños y sus metas, que nunca se rindan. Cuando tengan un proyecto o un sueño que alguien les diga que es difícil y que no se puede, que no se rindan, que utilicen esos comentarios como una fuerza mayor para continuar hacia adelante”, enfatizó.
Asimismo, expresó su agradecimiento a sus padres Fernando y Moraima, cuyos cuidados y mimos han mejorado su calidad de vida dentro de las consecuencias su enfermedad.
“Si no fuera por el cuidado de mis padres a lo mejor no estuviera en el planeta. Son una bendición, un instrumento que usó Dios para cuidarme, protegerme y seguir hacia adelante. Ellos me apoyan, a veces me dicen que no necesito demostrar nada a nadie, que haga mis proyectos, pero que primero es mi salud”, agregó.
La historia de este luchador sirve de ejemplo tanto para otros pacientes diagnosticados con enfermedades similares como para la juventud en general.
“Juan Fernando es un mensaje a todo joven que crea en la superación, ya sea que vengas de una comunidad en desventaja o sea que tengas una condición médica que te impida hacer algunas cosas. El ser humano no es tan solo el cuerpo, es el espíritu y el alma y esa parte que dice tanto de nosotros, de lo que somos en esencia, en Juan tiene una calidad increíble. Yo exhorto a las personas a que no se limiten, ni siquiera por sus propios pensamientos, por una limitación física o una circunstancia social que te rodea, no te detengas y sigas adelante. Hay mucho poder y sonido en su gesto de superación hacia jóvenes y personas adultas”, afirmó, por su parte, Santiago.
Asimismo opinó Edwin González, oficial ejecutivo de ADEM, quien tuvo un rol muy importante en viabilizar que se completara la matrícula y gestionar ayudas económicas para que el joven pudiera tomar el curso.
“Sentimos que cumplimos con una función social muy positiva en la que todo mundo quería ayudar. Con el ejemplo de Juan Fernando podemos darle un poquito de luz a otras personas que por una u otra razón se encuentran desesperanzadas y les podemos transmitir esta experiencia para que no se desanimen”, indicó González.
Un nuevo reto
Y los proyectos continúan para el incansable emprendedor. Lo siguiente en la agenda: ser colegial.
“Mi próximo plan es comenzar a estudiar Ingeniería en el Colegio, soy inventor, tengo unos proyectos para encontrar personas desaparecidas y quiero crear mi propia empresa”, declaró.
“Como dijo Stephen Hawking, que está como yo, que el cuerpo está preso, pero mi mente es libre”, enfatizó.
De hecho, Juan Fernando también forma parte de la historia del RUM al ser uno de los nuevos estudiantes en el recién inaugurado programa de Ingeniería de Software del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Computadoras.
“Queremos hacerle el camino lo más parecido a la experiencia universitaria”, manifestó, por su parte, el doctor Raúl Torres, director del mencionado departamento.
Mientras su progenitores siguen su apoyo incondicional hacia las incansables metas del nuevo colegial.
“Es muy halagador. Estamos muy alegres e impresionados de que logre muchas cosas y que sirva de motivación de que el cielo es el límite”, concluyó el papá de Juan Fernando.
Este artículo fue publicado originalmente en el portal Prensa RUM.
