San Francisco, CA.- Patricia Ríos, residente del norte de Texas, tiene cinco meses de embarazo y –antes de conocer la noticia de su dulce espera– tomaba por lo menos tres tazas de café al día. Hoy Ríos sólo toma té de manzanilla y mucha agua. Esto desde que el médico le recomendó no tomar café para evitar el riesgo de perjudicar al feto. “Ahora llevo una vida más reposada” dice Ríos. “El café era para situaciones estresantes, lo tomaba para mantenerme despierta. Ahora no necesito el café”. Ríos también cambió de trabajo por uno donde no tiene que cumplir con horarios específicos. Un estudio reciente confirma las indicaciones del médico de Ríos: la cafeína podría tener graves consecuencias en las mujeres embarazadas. Unas cuantas tazas podrían afectar el desarrollo del feto y, en consecuencia, inducir a la mujer a un aborto involuntario. Si usted es una de las muchas mujeres que cada mañana empieza el día con una taza de café, empiece a alejarse de ella si lo que busca es convertirse en futura mamá. La cafeína llega al feto a través de la placenta. Debido a la falta de desarrollo en el metabolismo del feto, se le hace difícil procesarla una vez que entra a su pequeño cuerpecito. La cafeína también influye en el desarrollo de las células y disminuye el flujo de la sangre en la placenta, lo que podría ocasionar ciertos defectos de nacimiento y desarrollo fetal. Las mujeres que consumen por lo menos 200 miligramos de café, un aproximado de dos o más tazas de café regular al día, presentan hasta un 40 por ciento de riesgo de aborto. Según los investigadores del estudio realizado por la organización Kaiser Permanente, este riesgo involuntario de aborto parece estar relacionado con la cafeína y no necesariamente con el café en sí. Otros productos con cafeína como las gaseosas, el te, el chocolate caliente, también mostraron un aumento en el riesgo de un aborto. El estudio contó con la participación de 172 mujeres que habían sufrido de abortos involuntarios y 264 mujeres que no consumían bebidas con cafeína al momento de sufrir un aborto involuntario, así como un alto número de mujeres que consumían menos de 200 miligramos y más de 200 miligramos de café al día. Según De-KunLi, médico e investigador de la división de investigación de Kaiser Permanente, el mensaje principal del estudio es que las mujeres embarazadas no consuman café durante la etapa de gestación. “Este estudio da claras y fuertes evidencias que altas dosis de cafeína en el embarazo incrementan las posibilidades de un aborto”, dijo De-Kunli. Por su parte, Ríos no ha tenido mayor problema en dejar su dosis diaria de cafeína en aras de un embarazo saludable. “Cuando pruebo el café me sabe a miel. No lo soporto”, dijo Ríos. Para acceder al texto original puede visitar: http://www.conciencianews.com/index.cfm?p=articulos&id=469