Hay un principio que dice: no hay electores, sino elecciones. El electorado puertorriqueño del 2008 puede ser diferente al de la elección anterior o de hace veinte años. Sin embargo, existen ciertas constantes dentro de los electores hábiles del país y esta información es vital para los partidos políticos a la hora de tomar decisiones de campaña. En Puerto Rico, la franja de 20 a 34 años constituye, por lo general, el mayor segmento del registro habilitado para votar y, por ende, la participación de jóvenes puede incidir en gran medida a la hora de decidir las elecciones generales el próximo cuatro de noviembre. De acuerdo con la estadística de la Comisión Estatal de Elecciones (CEE), en el 2004, los jóvenes de 20 a 34 años representaron el 30 por ciento de un total de 2, 439,989 electores hábiles. Este grupo sumado al de las personas de 35 a 49 años representan el 57 por ciento del electorado. El registro electoral también refleja una disparidad entre la cantidad de electores por género. En comicios electorales pasados, el patrón estaba compuesto por 54 por ciento mujeres y 46 por ciento hombres. Walter Díaz, profesor de ciencias políticas del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) sostuvo que estos datos se utilizan para segmentar el mercado y dirigir las estrategias de campaña. “Aunque la campaña electoral del 2008 ha transcurrido más lenta que otras, eventualmente, se verá un enfoque dirigido a ciertos grupos de electores”, tal y como se espera con propuestas dirigidas al sector femenino. Díaz destacó que en la campaña actual los enfoques hacia ciertos grupos de electores no han sido tan marcados debido a que hay varios factores que hacen de este proceso electoral uno muy diferente. Para el catedrático, asuntos como las acusaciones criminales que enfrenta el gobernador Aníbal Acevedo Vilá en la esfera federal y un cuatrienio de gobierno compartido entre las facciones políticas principales han desviado a otros temas los debates en los anuncios y campañas políticas. De otro lado, aunque Puerto Rico tiene una de las tasas de participación electoral más altas de América Latina, no es menos cierto que al menos un 20 por ciento de los electores hábiles no salen a votar. Mientras hace cuatro años se habían registrado 2, 440,131 personas para ejercer su derecho al voto, el mes pasado la cantidad se había reducido a 2, 395,984 (44, 147 electores menos durante el período). Las personas pueden inscribirse hasta el 15 de septiembre de 2008. Este dato llama la atención debido a que las elecciones para el cargo de Gobernador en 2004 se decidieron por escasos 3,000 votos. Las razones para la reducción en el registro pueden ser diversas, pero significativas si se observa que desde la alta participación electoral en 1984 con 88.9 por ciento, se ha registrado una baja de 7.4 puntos porcentuales ya que en las pasadas elecciones hubo un 81.5 por ciento, la más baja en los últimos 24 años.