Las redes sociales se han convertido en uno de los espacios de comunicación más importantes entre los usuarios de Internet. Tanto es así que, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) ha decidido también unirse al nuevo mundo cibernético pero de una forma peculiar: controlando tales redes sociales. Para esto, el pasado verano la CIA compró parte de la empresa Visible Technologies, (a través de su división de inversiones, In-Q-Tel) que tiene como función controlar las redes electrónicas con el propósito de velar los temas más hablados, las ideas que se propagan y qué nodos del Internet son más influyentes. Según su página web, la empresa se dedica a “construir o gestionar reputaciones en los motores de búsqueda más populares o a ayudar a las empresas a seguir y participar en conversaciones en redes sociales influyentes”, además ayuda a difundir una buena imagen de sus clientes, entre estos, la propia CIA. Según un comunicado de prensa de Visible Technologies, emitido el pasado mes de octubre, la venta se hizo con la mera intención de “recolectar información dinámica de las conversaciones en redes sociales. Por su parte, Troy M. Pearsall, vicepresidente ejecutivo de In-Q-Tel, todo se realizó con el objetivo de analizar la comunicación. La idea de la CIA para unirse al “Facebukeo” comenzó cuando hace dos años, esta Agencia, entró al portal de Facebook con el objetivo de contratar agentes, lo que causó que los usuarios enfadados con la noticia, crearan un grupo llamado “Facebook controlado por la CIA”. Se especificaba que la política de este portal podía “desvelar información que se crea necesaria para cumplir con la ley”. Hoy día, continúan los usuarios rebeldes por la inclusión de la CIA en la mencionada red social pues actualmente, hay otro grupo que busca sacar la Agencia de Facebook y que ya cuenta, hasta el momento, con 870 miembros en contra. La administradora, Lindberg Williams, indica en la página oficial que “en nombre de las libertades civiles, y por respeto a lo hermosamente democrático que es Facebook, los miembros registrados en este grupo alzamos nuestras voces en protesta por la llegada de la CIA a la comunidad de Facebook e insistimos en que no recoja nombres, información biográfica ni los currículums de nadie”. Por otro lado, en el mismo portal se han creado, por parte de falsos admiradores y agentes, varias perfiles que parodian la Agencia Central de Inteligencia y que utilizan su logo oficial. Resulta difícil distinguir si cuál de estos es falso y cuál es real. Entre estos, hay uno que cuenta con el mayor apoyo pues tiene 4,400 miembros y es administrado, irónicamente, por un israelí, un americano y un turco. En esta página aparecen fotos y carteles de Bin Laden e imágenes creadas para mostrar la posibilidad de una conspiración en los ataques terroristas, en 2001, contra el Pentágono y las Torres Gemelas en la ciudad de Nueva York. Otra de las páginas paródicas tiene 1,700 usuarios e incluye una imagen con la firma del Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y fotos del ex Mandatario, George Bush, con líderes árabes y el alcalce de la misma lee así: “socios y conexiones de EE UU”. Por su parte, el Buró Federal de Investigación, mejor conocido como el FBI, no se queda atrás pues también tiene un perfil en Facebook y cuenta con algunos 10,300 seguidores. Eso no es todo, tiene además, una aplicación oficial para el teléfono móvil Iphone y la cual dispone de fotos y descripciones de los terroristas más buscados. Próximamente, tendrá el apoyo de otra empresa tecnológica que usará información geográfica para permitir enviar pistas directamente al FBI. Con la inclusión de dos agencias federales tan importantes como lo son la CIA y el FBI, a las redes sociales, ¿ qué transformación puede tener el mundo cibernético? ¿Los usuarios se sentirán intimidados? Mientras el Senado de Puerto Rico intenta aprobar la “Ley de Delitos Electrónicos por Internet” que tiene como objetivo multar las expresiones en contra del Estado, la CIA se introduce a las redes sociales con el “objetivo” de analizar la nueva comunicación online. ¿Será esto un nuevo tipo de navegación-espionaje gubernamental?