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“La guerra es algunas veces una medida necesaria para garantizar la paz”, así indicó el mandatario de Estados Unidos, Barack Obama, en su discurso de aceptación del premio Nobel de la Paz 2009 en Noruega. Durante su momento en el podio, luego de nueve días de ordenar el envío de 30 mil soldados más a Afganistán para frenar el avance de los talibanes, Obama sostuvo que el uso de la fuerza a veces es justificado, especialmente por razones humanitarias y, en el caso de Al Qaeda, consideró que las negociaciones no les llevarán a deponer las armas.
El tercer presidente estadounidense en el cargo en ganar el Premio, reconoció la controversia de otorgar el galardón en tiempos de guerra, de esta forma argumentó que se reservaba el derecho a tomar medidas para proteger a su país. Pesa a las críticas por haberle dado a él el Premio, agregó que espera que mermarán si logra sus objetivos, como reducir las armas nucleares y hacer frente al cambio climático. También abogó por medidas más duras contra los países que violaron las leyes internacionales, tales como las sanciones que hacen pagar “un precio real”. “El objetivo no es ganar un concurso de popularidad o ganar un premio (…) El objetivo ha sido promover los intereses estadounidenses, reforzar nuestra economía en casa y convertirnos en una fuerza persistente del bien en el mundo. Si tengo éxito en esas tareas, es de esperar que algunas de las críticas decaigan, aunque eso no me preocupa realmente. Si no tengo éxito, entonces todos los elogios y premios del mundo no podrán ocultarlo”, declaró Obama.
Política exterior A Irán y Corea del Norte, enfrascadas en una disputa nuclear con Occidente, no se les puede permitir que “jueguen con el Sistema”, expresó Obama, refiriéndose a las tácticas empleadas por ambos países en el pasado para suspender las negociaciones. En cuanto a Afganistán, en declaraciones realizadas en Noruega antes de recoger el Premio, reafirmó que las tropas estadounidenses empezarían a trasladar la responsabilidad de la seguridad afgana a las fuerzas locales en julio del 2011, pero dijo que no habría una “reducción precipitada”.
La escalada del esfuerzo de guerra allí y el hecho de que Obama no haya logrado grandes avances en otras prioridades importantes como la paz en Oriente Medio, relanzaron las críticas a lo prematuro del galardón. “No tengo dudas de que hay otros que pueden merecerlo más. Mi tarea aquí es seguir el camino que creo que es importante no sólo para Estados Unidos, sino importante para una paz duradera en el mundo”, manifestó en respuesta a la pregunta de periodistas sobre cómo planeaba utilizar la distinción para avanzar en sus objetivos. Obama afirmó que se refería a lograr un mundo libre de armas nucleares y luchar contra la proliferación; hacer frente al cambio climático; estabilizar países como Afganistán y “movilizar un esfuerzo internacional para ocuparse del terrorismo que sea coherente con nuestros valores e ideales”; además de abordar temas de desarrollo. Algunas de estas iniciativas empiezan a dar frutos, señaló el mandatario en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro noruego, Jens Stoltenberg. El funcionario noruego dijo a los periodistas que el Premio era bien merecido y “podía contribuir en sí mismo a reforzar los intentos del presidente de trabajar por la paz”. Popularidad Los estadounidenses siguen preocupados por la economía, lo que ha llevado a los índices de aprobación de Obama a caer a menos del 50 por ciento y podría afectar a su Partido Demócrata en las elecciones al Congreso del próximo año. Muchas personas recibieron con sorpresa, incluyendo algunas de la Casa Blanca, el anuncio del Premio para Obama, que le fue otorgado por “sus extraordinarios esfuerzos para fortalecer la diplomacia internacional y la cooperación entre los pueblos”, citando su impulso por el desarme nuclear. Algunos sondeos muestran que aunque muchos estadounidenses están orgullosos de que Obama reciba el galardón, una mayoría piensa que es inmerecido. Otros galardonados Obama es el tercer mandatario estadounidense en el cargo en ganar el premio, después de Theodore Roosevelt y Woodrow Wilson. Jimmy Carter fue honrado con él dos décadas después de abandonar la presidencia. Otros destacados laureados con el Nobel de la Paz incluyen a Nelson Mandela, Martin Luther King Jr. y la Madre Teresa. Vea una entrevista a Johan Galtung, fundador del Instituto Internacional de Investigación para la Paz, quien reacciona sobre si Obama merece o no el Premio.